Dolor

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Informamos al patriarca sobre la horda y sobre marchar hacía la frontera con el territorio Kim, él entendió la situación como siempre, aún en estas circunstancias podía ver lo fuerte que era, pero cuando Tiffany habló sobre acompañarme pude ver su mirada decaída, ambos sabíamos que ella podía tomar sus propias decisiones pero eso no dejaba de preocuparnos.

El patriarca me pidió que cuidara de ella y yo lo haría con mi vida, así me despedí de Yoona al igual que Jessica.

Las tres estábamos listas para partir cuando oímos la alerta de la barrera, alguien o algo había cruzado, miré a mi señora.

-debemos marchar- le asentí a Tiffany, si era una bestia la que había cruzado entonces sería bueno que fuéramos nosotras.

-hagamos esto mi señora, jessi- miré a mi hermana y ella también estaba lista.

Las tres nos juntamos y Tiffany utilizó teletransporte, llegamos enseguida a la frontera y como temíamos vi una gran bestia a lo lejos, su aura era oscura.

-Jessi, avanzare- le avisaba porque ella sabía que debía cuidar de mi prometida.

-bien, ten cuidado- había hablado con ella, que si me separaba entonces le encargaba cuidar de Tiffany, ella aceptó enseguida porque sabía lo importante que era para mi.

Miré a mi señora y ella me asintió, se veía seria, entonces yo comencé a correr.

A medida que me acercaba la bestia se veía más grande, escuché el choque de unas espadas, cuando me acerqué pasé rápido en los que parecían caballeros y apuñale a la bestia, pero no fue suficiente, así que me giré y le di un corte por la espalda, cubrí una de mis espadas con maná y le di una estocada final.

El cuerpo gigante cayó, era más duro que otros, seguro en el territorio Kim las bestias habían evolucionado.

Me giré y al estar despejado pude ver el rostro de los soldados, eso me sorprendio un poco, conocía a algunos de ellos porque habíamos practicado la espalda juntos, eran soldados de la guardia de los Kim y aparte de ellos había un personaje.

-taeyeon?- lo vi con disgusto, ahora no estaba al lado del patriarca, a pesar de verse fatal no dejaba de ser arrogante, ese era Donghae Kim.

Los soldados se quedaron viéndome, algunos intentaron inclinarse en silencio al reconocerme.

-que hace aquí un Kim?- el capitán de la guardia, él me miraba con una media sonrisa, los conocía bien, él fue quien me ayudó cuando comencé a entrenar con mi postura o algunos detalles al practicar con la espada.

-estábamos acorralados, hicimos retroceder a las bestias, pero de un momento a otro todo cambió, parecía que tenían inteligencia suficiente para habernos hecho avanzar y luego rodearnos, comenzamos a retroceder, cayeron bastantes soldados y vimos una oportunidad al pasar la barrera, no contábamos con que la bestia también lo haría- ahora lo entendía, así que la horda estaba cerca.

Miré hacia el territorio Kim, pude sentir la presencia de Jessica y Tiffany, estaban detrás de los soldados, era mejor que no se acercaran aún.

-mi joven señor- escuche toser a Hae, parece que estaba bastante lastimado, se supone que era un Kim y los soldados debían cuidar de él, era su karma por sentirse el mejor cuando no era más que un cobarde.

-que tipo de bestias son?- pero yo no tenía porque prestarle importancia.

-estoy herido, no lo vez..- él me gritó, no parecía estar tan mal si lo hacía.

Amor, Honor y Espadas Where stories live. Discover now