Amor, Honor y Espadas

Mi compromiso

Ese día el patriarca me dejó ir, nos habló de pensar muy bien sobre el compromiso, a mi me había extrañado que él no hubiese comprometido a su hija y en vez de eso le dirigiera las mismas palabras que a mi.

Creo que era realmente amable y bueno con ella al darle la opción de buscar a una persona que ella pudiera querer, no suele ser así para las ramas familiares como la de ella.

En las últimas semanas habían varias señoritas que se acercaron a mi, aparte de nosotras el patriarca habló con varias señoritas y jóvenes, la mayoría que trabajaba ahí o estaba comenzando no tenía familia, así que el señor se hacía cargo de ayudarlos, educarlos, darles trabajo y empujarlos a dar el siguiente paso que era casarse.

Después de mi guardia me senté debajo de un árbol cercano a la cabaña, hoy era el día en que Seohyun iba a visitar a Yoona, ya conocía esos momentos y prefería no estar en medio.

Estaba pensando arduamente en quien podría ser aquella señorita que llenara mi corazón, miré a un lado cuando vi a la señorita hwang junto a un joven, parecían sonreír bastante, solía verla a veces, aquella sonrisa que hacía que Tiffany escondiera sus bonitos ojos.

Por un momento se me paso un absurdo pensamientos, era absurdo porque sabía que la señorita hwang me odiaba y también tenía conocimiento de que debía tener un montón de pretendientes, siempre la veía con algún joven o señorita dando un paseo.

Aparte de eso yo no tenía nada para ofrecerle a alguien como ella, alguien sin maná iba a deshonrar a cualquiera, nuestra descendencia podía salir igual a mi y ese era un riesgo que no quería cometer, menos con alguien de una familia de una de las ramas más grandes.

Intente mirar a otro lado, no sabía cuando había comenzado a disgustarme el hecho de ver a la señorita hwang paseando con aquellos jóvenes y señoritas, por alguna razón ahora mismo me angustiaba mucho más, quizás porque si ella se casaba entonces ya no tendría nada más que hacer.

Aunque no solíamos hablar demasiado, solía sentirme bien solo con su presencia, cada vez que la veía ayudar a los demás lo sentía como un gran logro, era una chica inteligente y habilidosa, aparte de eso me había ayudado bastante en el pasado y se portaba realmente bien con Yoona.

A veces la veía sonreír con los demás, creo que la primera vez que vi sus ojos como si fueran una media luna mi corazón se sintió bien, aliviado, parecía que todo iba a estar bien si tan solo la veía sonreír de esa forma.

Pero lo real es que ella jamás me sonrió a mi, ella jamás me miró a mi, jamás hablo conmigo más que con otras personas, parecía que me despreciaba inmensamente mientras que yo la guardaba en mi corazón.

Ahora que estaba pensando en el matrimonio me daba cuenta que mi corazón estaba ocupado desde hace mucho tiempo y aunque no lo había entendido hasta ahora creo que casarme no pasara para mi.

Me puse de pie y comencé mi camino hacia la mansión médica, me dirigí hasta la sala del patriarca, toque a su puerta sin pensarlo demasiado.

-puede pasar- ingresé al lugar y me incliné enseguida.

-mi señor, muy buenas tardes- volví a mi posición inicial mirando al señor.

-taeyeon, como estas?- necesitaba ser sincera con el patriarca, porque él era la persona que me había ayudado.

-es lo que vengo a hablar con usted mi señor- no quería guardarle un secreto y también porque mi decisión era algo importante.

-toma asiento, dime que es lo que te aflige- después de todo el señor se había tomado la molestia de arreglar el camino a un matrimonio para todas nosotras.