IV

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"Vamos, Nemuri, no creo que duela tanto." Izuku le dio una nalgada a la heroína que se hallaba encima de sus piernas recostada hacia abajo. Ella dio un quejido de dolor.

"¡Ya suéltame! ¡Hemos estado así media ho-" Con fuerza, cerró su boca y dejó caer lentamente su cabeza por el dolor. Sus nalgas estaban muy rojas.

Nemuri rogó disculpas a Izuku por romper la taza nueva que le había regalado su madre, Inko. Él primeramente le dio un beso en la frente para luego atarla de manos y darle varias nalgadas como doloroso castigo, hasta ahora. Nemuri se molestó un poco por ese último comentario de su pareja. No solo dolía, sino que también ardía como el infierno. Sus lágrimas no eran atentidas, siendo lo más cercano suaves caricias en su rojizo trasero.

Un agonizante suspiro soltó Nemuri junto más lágrimas de dolor. Sus lentes estaban puestos en el suelo, siendo Izuku responsable de dejarlos con delicadeza para no romperlos.

Nemuri estaba totalmente arrepentida. Sabe lo importante que es Inko para Izuku, siendo que él es muy celoso con los obsequios que le da su madre, protegiéndolos y cuidándolos como si fueran reliquias. Nemuri no tiene problema con eso, siendo ella respetuosa y cuidadosa. Pero esta vez no tuvo el mismo cuidado de siempre; antes, Izuku dejó la taza en la mesa de comedor un momento mientras iba al baño, y cuando Nemuri regresaba de ir a hacer compras, tiró la taza al suelo al dejar que una bolsa llena de cosas chocara con ella. Intentó, con rapidez, limpiar el suelo y juntar las piezas de la taza, topándose con los ojos verdes oscuros de su pareja al momento de levantarse.

Izuku no es precisamente malo o un idiota cuando alguien comete un error, él los acepta y trata de solucionarlo con resilencia, siempre y cuando sean errores mínimos, pero con Nemuri es diferente, debido a los juegos de rol que juegan como pareja.

"¿Y... Ya me vas a soltar...?" Nemuri estaba muy mareada por el prolongado tiempo hacia abajo; sumado a eso, ni siquiera se había quitado el vestido y nos los tacones con los que había salido a comprar. Sintió como sus manos eran liberadas e Izuku la cargó de la cintura.

"Que no se vuelva a repetir." Nemuri asintió ante las palabras de su pareja y fue llevada a un beso controlado, como todas las veces, por él, los cuales ella amaba a cada segundo.

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Midnight's Deep SubmissionWhere stories live. Discover now