XXVIII

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"Vamos." Izuku le besó la mejilla.

Con las manos juntas, la pareja caminó por el interior de la casa.

Nemuri se sentía cómoda con la decoración y colores de la casa.

'La señora Midoriya tiene un buen gusto.'

"Bienvenida a mi cuarto, Nemuri."

El cuarto de Izuku era... normal. Paredes pintadas de azul oscuro, un suelo madera marrón oscuro y un techo blanco. Su cama estaba contra la pared y al lado una mesa de noche con una lámpara simple.

"Es muy bonito..." Comentó la mujer, sentándose en la cama.

La escena en la sala la había dejado con bastantes ganas y el calor aún permanecía. Dejó sus lentes en la mesa y prosiguió a quitarse su chaqueta, pero cuando estaba a punto de quitarla de sus brazos, Izuku la tomó del mentón y le dio un beso; muy cariñoso. El calor aumentó en Nemuri. Quería más amor.

"No te lo quites." Izuku acarició su mentón con un dedo. "Te ves muy sexy y preciosa."

El segundo beso fue más rápido y apasionado. Nemuri sonrió y dejó su chaqueta sobre sus codos para corresponder el beso con fuerza.

Izuku acarició su cabello, mientras ella lo abrazaba para traerlo a la cama. Una mano intrusa se paseó por sus muslos, cariñando su larga falda roja. Aquella mano terminó parando en su entrada, frotando en círculos. Ella se sonrojó y miró cómo los dedos que hacían contacto con ella acrecentaban su velocidad.

Nemuri misma desabrochó su falda, permitiendo a los dedos de Izuku escarbar en su ropa interior blanca y suave.

Los dos se separaron de su beso, mirándose el uno al otro. Izuku empezó a quitarse su pantalón de mezclilla, mientras Nemuri dejaba caer su falda con movimientos lentos y miradas cortas a Izuku; era claro que lo estaba provocando.

La mujer de cabello oscuro observó el gran bulto en el bóxer de su pareja. Con cuidado, sus dedos bajaron la ropa interior del chico, a quien ya se le podía decir que era un hombre.

Su polla se alzó cuando la presencia femenina de Nemuri invadió su mente. Quería devorarla.

Ella, siguiendo su comportamiento seductor y lento, se acercó lentamente al miembro de Izuku, observándolo a detalle una vez más. No se esperó que Izuku la tomará de atrás de la cabeza y la forzara a devorar su polla. Cautelosamente, Nemuri se deslizó hasta estar su espalda contra la parte lateral de la cama.

Esta no era la primera vez que él se comportaba bruscamente con ella. ¿Para qué quejarse? A ella le encanta cuando Izuku la fuerza a hacer algo cuando hay bastante tensión. Le demuestra que ya no puede más con su encanto. Pero lo que más le gusta, además de ser 'forzada', es su gusto dual a las cosas lentas y románticas. Ella pasó su lengua con lentitud para lubricar la piel del miembro masculino de Izuku. Mientras tanto, él le acariciaba tiernamente su cabello, haciéndola sentir más cómoda.

Nemuri podía sentir como la polla de Izuku palpitaba periódicamente. No fue hasta que él decidió quitar su erecto pene de ella para que recobrara un poco más de conciencia. Se limpió las pequeñas lágrimas que tenía y respiró despacio. Los dos se estaban tomando un pequeño descanso.

Tener sexo con ropa es algo que sólo hacen cuando la vestimenta de ambos excita con descontrol al otro. Las botas, falda y camisa sin mangas de Nemuri, la cual resaltaba sus pechos, no le hacía nada a Izuku más que querer cogérsela hasta morir de cansancio. Y Nemuri sabía que lo ponía así.

En cuanto a Izuku, su camisa negra no sólo resaltaba su imponente musculatura, también sus ojos verdes eran un par de esmeraldas que hacían alborotar a Nemuri.

Los dos eran el uno para el otro.

Izuku se le acercó, con su espada blandida, a su princesa. Ella fingió mirarlo con ojos dudosos, recostándose con la espalda contra la cama. Rápidamente, los dos se quitaron sus camisas y las dejaron caer al suelo. Ambos se tomaron de la mano e Izuku puso la cabeza de su pene contra su entrada. Sus miradas se conectaron fugazmente, transmitiendo en unos segundos todo el amor que se tenían.

Izuku entró con lentitud. Nemuri ahogó sus gemidos precoces y se acomodaba más y más mientras seguía entrando Izuku. Él le sonreía, al mismo tiempo que aceleraba sus movimientos. Nemuri siempre trataba de ignorar la sensación de ser penetrada, sin embargo, era claramente imposible. Quería gritar a gemidos. Era muy grueso y no paraba de entrar más y más. Además, Izuku la tenía sostenida de la mano con bastante fuerza y no iba a acceder a soltarla. Se maldijo a sí misma por eso.

Nemuri gemía al ritmo de los grandes círculos de Izuku con su cadera. Su útero se expandía siempre que aquella polla invadía sus horizontes. La cama chocaba contra la pared para mitigar los aullidos de placer de la mujer.

"Lento... ¡Hazlo lento!" Suplicó ella, sintiendo una especie de liberación de placer al llegar a cierto punto. La noción del tiempo pasó a segundo plano. Lo único que le interesaba era seguir disfrutando de la polla de Izuku que la mantenía esclavizada. Su cuerpo estaba diseñado para dar y recibir placer de Izuku.

Arqueó su espalda cuando una estocada sorpresa la regresó a la realidad. Nemuri sentía sus fluidos vaginales siendo secretados lentamente por el inmenso e indescriptible placer del que su cuerpo era protagonista. Las estocadas, movimientos circulares, picos de rapidez y bajones de lentitud, sumado a su posición sugerente, no hacía más que llevarla a su límite. Una sinfonía de gemidos femeninos y altos llenaba la casa Midoriya.

¿E Izuku? Él no gemía del todo. Mayormente, sólo soltaba suspiros pesados. Debía mantenerse al tanto de no causar algún posible daño a su mujer, quien ahora parecía disfrutar al máximo todo el amor que le estaba dando su polla. Pero quería más. La presión del interior vaginal de Nemuri lo animaba a él a seguir.

Ya no se estaban tomando de la mano, ahora Izuku mantenía un agarre fuerte y ferviente a las delgadas muñecas de Nemuri. Izuku poco a poco llegaba a su límite. Su esperma se aproximaba a salir para inseminar a la sexy mujer que tenía en frente. Era más y más la sensación.

Izuku se fue deslizando poco a poco hacia afuera. Y era justo en ese instante que el placer llegaba a su límite para ambos.

"¡¡Izuku!!" Gimió Nemuri. La polla de Izuku salió con rapidez de su interior. Gimió una vez y suspiró aliviada. El placer que sentía ahora era liberador y funcionaba como un tranqulizante. Se alzó un poco con ayuda de sus codos y sintió su orgasmo.

Izuku se arrodilló contra la cama y dejó fluir todo su esperma, manchando su camisa y la camisa de Nemuri.

"Ups." Se limitó a decir.

"¿Hm?" Nemuri se sentó con cuidado y vio el pene de Izuku, ya descansado. Luego, su vista se dirigió a su ropa. Un líquido blanco se notaba en ambas ropas que yacían en el suelo. Suspiró una vez más y se acostó en la cama.

Nemuri cerró sus ojos y se rindió ante el sueño profundo que invadía. El haber comido bien y tener una ronda de sexo agresivo la había dejado sin energía.

Izuku también anhelaba dormir, pero quiso que tanto él como su mujer estuvieran cómodos. La cargó y la desvistió, dejando su ropa bien doblada sobre su mesa de noche. Él hizo lo mismo y, finalmente, apagó la luz y se acostó a su lado.

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Más tarde se viene sexo 2

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Más tarde se viene sexo 2.

Midnight's Deep SubmissionWhere stories live. Discover now