Híbridos

2. Acogida🌺

Despierto con la sensación de una dulce melodía embriagando mis sentidos, un delicioso aroma que me embarga y un sentimiento de  felicidad que no cabe en mi pecho.

Ela se encuentra recostada en mi pecho aún dormida, y una sonrisa se forma en mis labios mientras la observo.

Así dormida se ve tan vulnerable, que no se parece en nada a esa fierecilla que me encontré anoche. Su pelo acaramelado recae en la almohada y parte de mi pecho, su boca entre abierta y sus ojos cerrados cubiertos por una largas pestañas, simplemente encantadora.

Salgo de la cama con sumo cuidado para no despertarla, lo cual logro.

Voy al baño para darme una ducha y hacer mis necesidades, una vez está todo listo entro al cuarto con una toalla alrededor de mi cintura.

Voy al armario a buscar que ponerme, elijo una camiseta roja junto a una bermuda negra y unos boxers blancos.

-Que hermosas vistas - volteo para ver la causante de dicho comentario encontrando la sentada sobre la cama y con su mirada fija en mí.

- Más hermosas son las que yo tengo - le guiño un ojo y continúo vistiendo me. - hermosa es mejor que te alistes ya, o llegaremos tarde.

-¿A dónde iremos? - no hace falta voltear para saber que tiene el ceño fruncido.

-Iremos con mi familia, ¿Lo
olvidas?. - recuerdo habérselo comentado anoche.

-¡¿Pero ya?! - alza la voz -¿Tan pronto y  así sin más?.

-Claro no le veo el problema - salgo
ya listo y es más que evidentemente su preocupación.

-Oye - me acerco a ella - no tienes de que preocuparte, estoy seguro de que todo saldrá bien - pero mis palabras no parecen ayudarla en nada - mi madre no es como esas madres celosas que quieren a sus hijos solo para ellas y juran hacerle la vida imposible a la nuera. - con eso logro sacarle una sonrisa.

-Eso espero - habla en voz baja pero es obvio que la escuché.

Ella se dirige al baño y luego de unos minutos que parecieron eternos, vuelve a la habitación cambiada con un lindo vestido azul  más arriba de sus rodillas y un bonito peinado, pero ¿de dónde sacó el vestido?

- Estás hermosa - beso su frente reprimiendo las ganas de besar sus tentadores labios, pero todo a su tiempo.-¿Y el vestido? - no puedo evitar preguntar.

- ¿Olvidas  que soy una bruja?. Y una muy talentosa por cierto - aclara.

-¡Cuanta modestia! - nótese el sarcasmo.

Ella ríe con ganas y con solo ese gesto me da mil años de vida.

Bajo las escaleras agarrando la mano de Ela, siento su nerviosismo y no puedo evitar sonreir.

-Ya te dije que no debes estar nerviosa, seguro que te amarán.

Ella no dice nada y en solo segundos llegamos al comedor donde se encuentra mi familia y Santi, que no sé como habrá llegado.

-Familia, ella es Ela - todos miran a la susodicha sorprendidos, pero mi madre es peor parece como si su boca se hubiera desencajado - Mí tuacantante.

Sus caras son épicas, ninguno parece creerlo, y mucho menos como actuar ante esta situación.

-Gracias a la diosa - mi padre es el primero en romper el silencio -por fin tendré a tu madre solo para mí, no es por ofender pero ya estorbabas.

Yo lo miro completamente ofendido, ¿Es en serio?.

Todos en la mesa ríen, hasta Ela intenta contener la risa que se le escapa.