23. Contando un recuerdo.

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Narra Leti:

-Me alegra que no fuí yo la que metió la pata esta vez  - me agarro la barriga mientras río sonoramente - perdón Ela, pero la cara que pusiste me supera.

Ela y yo estamos en su habitación. En el desayuno me controlé todo lo que pude para no reír, pero ahora que estamos solas no lo puedo soportar más.

-Voy a matar a Farid, pero primero a Tahiel - se lleva las manos a la
cara -¿Cómo se le ocurre?, él sabe que yo no me curo tan rápido como ustedes.

-Tranquila es algo completamente normal - trato de consolarla, pero por su cara es claro que no funciona.

- Estoy segura de que no solo a mí me comieron los vampiros - miro a otro lado y ella ríe - mira que no fue nada fácil tranquilizar a la bestia.

Me lo imagino.

-Te debo las gracias - ella entrecierra los ojos - de verdad, estoy segura que de no ser por tí y por mamá, esos dos habrían montado un espectáculo.

Ela solo sonríe. De verdad que mi hermano no pudo encontrar a alguien mejor. Ella es increíble.

Dulce, fuerte, dedicada, amable, gruñona pero solo con Tahiel, y hasta odiosa pero eso solo con su hermana. Aprende muy rápido y es bastante habilidosa.

-¿Quisieras hacer algo hoy?, Me hacen falta las mellizas.

-A mi también - hunde la cara en la almohada - no me imagino como debe estar el pobre Dan, conociendo a Adina.

Uy sí, los últimos días que estuvieron aquí estaba como un chicle con su mate. Al tío Dan casi le salían canas verdes.

- Me hace falta otro día de spa - trueno  los dedos - ¿Qué dices?.

-Mejor demos una vuelta por el reino, de paso le llevamos los almuerzos a Tahiel y Santi. De todos modos tenemos que avisarle a donde vamos.

Me gusta la idea.

Me pongo de pie y le extiendo la mano a Ela.

-¿Qué esperamos? - ella la acepta con una sonrisa y vamos a la cocina - que mala compañera soy - digo en un suspiro.

-¿A qué viene eso? - Ela arregla la comida.

- Tú siempre estás pendiente a mi hermano, que si desayuno, almorzó, si se levanta muy temprano y se acuesta tarde. Pero yo, a veces ni me acuerdo de que Santi tiene boca - ahora que lo digo en voz alta me siento peor - y apesar de que a veces dormimos juntos, duermo como un tronco y no tengo ni idea de cuando se levanta y en ocasiones no siento cuando se acuesta.

Que horrible soy.

-No te sientas mal Leti, acabas de cumplir tu mayoría de edad, con el tiempo te irás acostumbrando y te darás cuenta de algunas cosas.

Eso no me consuela.

Ela empieza a sacar algunas cosas de la bandeja que ya estaba lista, y las coloca en otra. Me da la nueva bandeja y yo la tomo un poco confundida.

-Vamos a llevarles el almuerzo, camina primero - no estoy muy convencida pero su enorme sonrisa junto a sus ojos brillantes me dominan.

Vamos al despacho y toco la puerta  con el pie. Tahiel abre la puerta y me mira extrañado, pero Santi llega en segundos y lo hace a un lado. Supongo que por mi aroma.

-Hola chiquita, ¿Qué te trae por
aquí? - habla con una linda sonrisa.

-Les..

-¿Podrían quitarse del medio?, no veo a Ela por que ustedes dos están estorbando - me interrumpe. Que humor.

Santi y yo nos hacemos a un lado, y la bestia devora a la bella.

-Estamos aquí - hablo viendo como mi hermano hambriento y al parecer no de comida, pretende comerse a mi cuñada.

- Deberías saludarme con ese entusiasmo - Santi pega sus labios a los míos, y aprovecho de besarlo antes de que Tahiel se despabile.

-Uh hu - duró menos de lo que creí - tu hermano está presente Leticia - abro la boca indignada, ahora sí recurre a la prudencia.

-Osito, iremos a dar una vuelta por el reino. ¿Está bien? - Tahiel alza una ceja y Ela le da una de sus encantadoras sonrisas. Son envidiables.

-¿Si digo que no me harás caso? - mi hermanito pregunta con una sonrisa.

-Creo que me conoces lo suficiente bonito. Cuando te pregunto realmente no te estoy pidiendo permiso, solo te estoy avisando. - oh por Dios.

Me muerdo el labio para evitar reírme.

-Justo lo que pensé - Tahiel deja un rápido beso en sus labios.

Por la diosa. Parece un conejito.

- Leti, no escuches nada de eso mi amor - Santi susurra en mi oído para luego intentar taparlos.

Alzo una ceja.

-¿No quieres que aprenda a ser una mujer de armas tomar, y que te ponga las cosas difíciles ?

Él alza ambas cejas y aunque mueve sus labios no emite sonido alguno.

- Buen provecho, nosotras nos
vamos - nos despedimos y salimos de la casa.

- Es increíble la manera en que se comporta Tahiel frente a ti - hablo con una sonrisa genuina. Nunca pensé ver de ese modo a mi hermano. Él siempre fué un picaflor, creía que ni siquiera con su pareja destinada podría cambiar tanto. Supongo que el toque es el simple echo de ser Ela.

-Nadie me lo a confirmado, pero sé que Tahiel era uno de esos chicos falderos - ¿Me leyó la mente? - ¡Si supieras la manera en la que nos conocimos! - ríe.

-¿Cómo fue ? - la curiosidad puede conmigo.

-Bueno nunca salía de casa, pero ese día me dejaron solo para que acompañara a mi hermana. Me sentía incomoda en ese sitio así que fuí a buscar a melanie, pero sentí la energía de mi médium y grande fue mi sorpresa cuando lo ví casi cogiéndose con mi hermana en medio del bullicio de la gente bailando.

-¡¿De verdad?! - pregunto asombrada, Ela asiente - ¿Y qué hiciste, los enfrentaste delante de todos?.

- Escondí mi aroma - responde sorprendiéndome y confundiéndome a la vez  - me puse a bailar hasta atraer su mirada lo que no tardó, aún sin saber que yo era su tuacantante se sentía atraído y la cereza del pastel llegó cuando un chico se acercó a bailar conmigo - no lo puedo creer - él bailaba con mi hermana y yo con un desconocido pero nuestras miradas no se apartaban en ningún momento, Tahiel fruncía más el ceño por cada segundo que pasaba y yo lo disfrutaba porque no me gustó para nada que él estuviera así de íntimo con la zorra de mi hermana.

-¿Por qué no me contaste esto antes? - ella se encoje de hombros.

- Debiste ver su cara cuando el desconocido empezó a subir sus manos desde mi cintura con intención de llegar a mis pechos, no lo iba a permitir claro está pero mientras la mirada asesina de mi osito estaba sobre nosotros yo le sonreí y susurré eres mío - ella ríe y yo la acompaño - su cara fue épica, claramente no entendía de que le hablaba, pero le mandé un beso y con eso dejé de blanquear mi energía y mi aroma...

-¡Noo! - la interrumpo.

-¡Sii! - me responde -  en segundos había mandado a  mi hermana a volar, golpeó al chico con el que bailé y me agarró posesivamente de la cintura - ese es mi hermano - me dijo eres mía y yo le dije eres mío. Me besó entre la multitud y aquí estoy.

-Eso fué épico - ríos sonoramente - a mamá le encantaría escuchar esto.

Ela se une a mis risas.




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Camelia _Red

💝 Ciao Cuores 💝












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