12. ¡Que la diosa me ampare!

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Narra Tahiel:

No soy capaz de formular una maldita palabra.

¿Cómo se habla?.

Que alguien me vuelva a enseñar porque definitivamente lo olvidé.

¿Santi, el mate de mi hermana?.

¿Esto es una mala broma de la diosa luna?.

-Puta mierda..- es lo primero que sale porque mi boca al ver como esos dos se van en su forma lobuna.

-Tahiel tu vocabulario - me riñe mi madre.

Pero es que esto no puede estar pasando, miro a mi padre que se encuentra en un peor estado que yo, definitivamente esto no lo esperábamos.

-Se supone que Santi nos ayudaría a espantar a los chicos de su lado, y no que tengamos que espantarlo a
él. - habla mi padre caminando de un lado a otro.

-¿Cómo que espantarlo? - mamá nos mira mal - Santi es el mate de Leticia y nadie va a espantar a nadie, así que sus celos lo van guardando.

-Pero es mi pequeña - vuelve a decir papá.

- Es cierto mamá, Leti está muy pequeña para tener novio- concuerdo con papá.

-No me digan, por algo se encuentran las parejas destinadas apartir de los dieciocho años. Además lo mejor es que es Santi y no un desconocido, no sé cual es el drama.

-Pero es Santi... - me interrumpe.

-Al igual que tú Tahiel, no te olvides de que tú y Santi andaban en el mismo zapato, ¿y eso impide que Ela te ame, y te acepte, o acaso sigues en las mismas andanzas?.

-Claro que no - me apresuro a contestar.

-Entonces no hay más que hablar.

Sé que mamá tiene razón, yo era igual o peor que Santi, pero ahora no estamos hablando de una desconocida, sino de mi hermanita.

Todos abandonan el lugar, excepto mi padre y yo.

-¿Y ahora qué? - le pregunto a mi padre.

- Ahora tendremos una seria charla con Santiago - asiento - pero Emma tiene razón, son mates y ambos se necesitan.

Luego de lo que pareció una eternidad, Santiago y Leti al fin llegaron.

Tienen sus manos entrelazadas y nos miran desafiantes.

-Leti pequeña ve a tu habitación, tu hermano y yo tenemos algo que hablar con Santiago.

-No me iré a ningún lado - habla firme- Santi es mi mate y ustedes deben entender eso.

-Leti por favor, solo ve a tu cuarto - pero solo me ignora.

Santi le susurra algo que no puedo escuchar y ella se va.

Mira nada más.

-¿De qué quieren hablar? - pregunta Santi - ustedes son mi familia, pero no me alejaré de Leticia.

-No te vamos a exigir que te alejes de ella, después de todo ambos se necesitan. - empieza mi padre - pero sabes que Leticia es nuestra pequeña, no una de esas chicas a las que Tahiel y tú estaban acostumbrados a
tratar - ¿Otra vez conmigo? - tienes que tratar a Leti como lo que es, una princesa.

-No es necesario que lo diga, eso lo tengo más que claro - pasa su mirada de mi padre a mi y viceversa - pero ustedes también recuerden que nos conocemos de toda la vida, y que yo nunca lástimaria a Leti.

-Contamos contigo Santi - y luego de eso se retira, dejándome solo con Santi.

Santiago me mira y puedo ver la decepción en su mirada.

-¿Es enserio Tahiel, enserio te pretaste para eso? - no digo nada - de tu padre me lo esperaba, es lo más lógico. Pero tú no eres ningún santo, ¿o crees que eres mejor que yo?.

-No me creo mejor que tú Santiago.

-¡¿Qué sentirías si los padres de Ela se opusieran a su relación porque antes de encontrarla eras un imbécil?! - alza
la voz.

Ahora me siento como una mierda.

-Lo siento, ¿está bien? - paso una mano por mi cabello.

-No, no esta bien. Esto es como una traición Tahiel. - lo miro rápidamente.

-¡Ya sé, pero entiéndeme! - termino alzando la voz - es mi hermanita y nosotros éramos dos imbéciles que solo usaban a las chicas como ella. Eso no es lo que quiero para mi hermana; pero tienes razón, tú no le harías eso a mi hermana y menos a tu mate.- ya sé que lo ofendí, lo entiendo -Lo siento, solo me dejé llevar de la sobreprotección que aveces tengo con Leti.

Santi no dice nada, solo permanece en silencio mientras me mira fijamente.

Soy un imbécil, y no me pasó por alto la mirada desaprobatoria que me dió Ela, ay de seguro se arma una buena esta noche, que la diosa luna me ampare.

- Increíble que los dos estábamos dispuestos a espantar a todo el que se le acercara a Leticia, y resulta que la mayor amenaza estaba entre
nosotros -  bromea, y apesar de todo me hace reír.

-El mundo da muchas vueltas hermano - nos damos un abrazo.

-Nos vemos después cuñado - se va.

Cuñado. Mi hermano y mejor amigo ahora es mi cuñado. Todavía no me acostumbro.

Subo a mi habitación y abro la puerta lentamente. Me adentro y Ela está acostada.

Sin darme cuenta suelto un suspiro de alivio. Me deshago de mi ropa y me acuesto junto a ella, la abrazo como de costumbre pero se aleja de mi.

Mierda.

Lo vuelvo a intentar y nuevamente se aleja.

-¿Qué pasa amor? - paso mi mano por su cabello, pero ella se levanta y se va al otro estremo de la cama.

Ya sabía yo que esto no se quedaría así.

Pero no puedo estar con ella tan cerca y a la vez tan lejos.

Me rehúso a no dormir con ella entre mis brazos.

-No te pongas así cariño, ya arreglé las cosas con Santi - me abrazo a ella y hundo mi nariz en su cuello, disfrutando su exquisito aroma.

-Que bueno osito polar, pero ahora debes disculparte con Leti, mientras yo iré a dormir con mi adorada cuñada - se levanta rápidamente y se va.

No,no, no.

No lo puedo creer, tengo alrededor de dos horas dando vueltas en la cama.

No consigo pegar un ojo.

Me levanto de la cama y voy al cuarto de Leticia.

Abro la puerta lentamente y me adentro a la habitación.

La muy señora está bien dormida acunada con mi hermana, mientras yo no puedo pegar un ojo.

Con mucho cuidado la cojo en brazos y vuelvo a la habitación.

La acuesto en la cama y luego me acuesto a su lado, nos arropo con la sábana y me abrazo a su cuerpo.

Su aroma inhunda mis sentidos y todo mi cuerpo se relaja.

Y en solo minutos me quedo profundamente dormido, con ella en mis brazos.






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Camelia _Red

💝 Ciao Cuores 💝









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