29. Sonrisas y lágrimas.

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Narra Ela:

Salimos del hospital luego de que la doctora me diera algunos consejos e indicaciones que debo seguir hasta la próxima cita. Lo peor el torrente de emociones que Tahiel está atravesando.

Vamos en el auto en completo silencio. Cada uno sumido en sus pensamientos.

-¿Qué pasa Tahiel? - me animo a preguntarle.

Él tarda unos segundos en silencio para luego animarse a contestar.

- Sinceramente...me preocupa que sean dos niñas - hace una pausa - yo no fuí el mejor Ela - su voz suena apagada y sé perfectamente a lo que se refiere, pero no lo interrumpo, quizás expresarse es algo que necesita en estos momentos - traté mal a las chicas, por muy mal que suene solo las usé, les rompí el corazón, y en ocasiones hasta las maltrate verbalmente.Y así como yo hay muchos, y seguirán habiendo. Idiotas que solo usan a las mujeres para sus beneficios egoístas, y no quiero que mis nenas pasen por algo así.

Sostengo su mano libre intentando darle fuerzas a mis siguientes palabras.

- Es cierto que eras un desgraciado infeliz, egoísta y cobarde - él me mira con la boca entreabierta por unos segundos antes de volver su mirada al frente - y lastimosamente aún hay desgraciados así y como dices siempre habrá, pero ya no eres así, y si son niñas o niña les dirás como son las cosas y como debe cuidar su corazón. Es lo único que puedes hacer, después ella es quien forjará su camino, después de todo aprendemos de los errores, como tú - finalizo dándole un apretón de mano.

-Creo que sí aprendemos de los errores - y finalmente su hermosa sonrisa me vuelve a deslumbrar.

Su mano se posa en mi vientre plano y continúa conduciendo hasta llegar a la casa.

Estaciona y apenas hemos puesto un pie frente a la casa cuando todos salen sonrientes.

Emma es la primera en acercarse a mi con sonrisa de oreja a oreja.

-¿Cuando pensabas decírmelo querida? - miro a Tahiel rápidamente notando como su sonrisa decae un poco, pero es apenas notable porque rápidamente se repone con una aún más grande si es posible.

-Veo que alguien fué de chismoso - su mirada se dirige a Leti - pero la sorpresa más grande no es esa - hace una pausa y todos están atentos a sus siguientes palabras - es dos en uno familia, ¡Tendremos mellizos!.

El bullicio y la algarabía no se hace esperar, junto a los abrazos y las felicidades.

-¿Y qué son? - la voz de mi querido suegro se hace escuchar - ¿No me digas que son dos niñas? - pone una cara idéntica a la de Tahiel, lo que me hace reír junto a Emma y los demás.

- No sabes por la crisis que pasé cuando esa posibilidad llegó a mi mente - dice Tahiel, y luego me rodea con su brazo - pero mi maravillosa mujer supo rescatarme - besa mi mejilla.

-¿Entonces no son dos niñas? - creo que con Inhu pasaremos la misma situación.

- Copito - Emma toma su cara entre sus manos - aún no se puede saber, los nuevos copitos están muy pequeños.

Él asiente, pero no se ve muy tranquilo que digamos.

- Me aterra la idea de volver a pasar lo que pasé con Leticia - ¡hay por dios! - pero esta vez será diferente, no bajaremos la guardia.

Todos entramos y emma me lleva a un lado aparte junto a Leticia y Mérida.

-¿Cómo se comportó Tahiel?, Mira que Inhu era un caso serio - dice rondando los ojos.

- Con decirle que Tahiel entro al consultorio sin mi como si el era el que se iba a consultar, ya se lo puede imaginar.

Ellas ríen.

Emma me cuenta como reacciono Inhu con la noticia del embarazo y la verdad no me sorprende, aunque fué mucho más intenso que Tahiel.

Yo les hablo de la pequeña crisis que tuvo con la idea de que sean mellizas y de que gracias al cielo, entró en razón.

Charlamos por largo rato, hasta que Tahiel irrumpe en la estancia.

- ¿Me la prestan un momento? - no sé para que pregunta, mi siquiera espera la respuesta de las demás cuando ya me está llevando con él, dejando más que en claro que no le importa si ellas aceptan o no.

Bueno, soy suya después de todo.

-¿A dónde me llevas? - camino a su lado.

- Esta mañana vine a buscarte por un motivo, pero al escuchar lo del embarazo perdí la cabeza y me olvidé del porque había ido a buscarte. Es la pequeña.

La felicidad que había estado experimentando desde hace horas es drenada como por arte de magia.

Y no puedo evitar sentirme mal por haberme olvidado de jazmín, y estar disfrutando como si ella nunca hubiera abandonado este mundo.

Tahiel me abraza y seguimos caminando hasta llegar al lugar donde está la pequeña.

Su cuerpecito está en una especie de ataúd abierto, ya no es la misma que conocí, el tiempo empezó a hacer estragos en ella.

- Te quiero Jazmín - digo recordando como me agradeció por ser la primera en quererla.

Las lágrimas nuevamente mojan mis mejillas, pero no podré despedirme como quería, ya que su cuerpo empieza a tener un olor que me produce arcadas.

- Ignis (fuego) - las llamas empiezan a envolverla poco a poco, hasta que al final no quedan más que cenizas.

Hago el mismo hechizo de aquella vez, provocando que una bonita planta de jazmín nazca de entre sus cenizas.

La destierro y la llevo conmigo a la mansión.

Tahiel permanece en silencio durante todo el trayecto.

La planto nuevamente, esta vez en el jardín, donde la veré crecer y florecer una y otra vez.

Entramos a la casa y decido subir a la habitación, Tahiel viene conmigo.

-¿Quién era ella? - pregunta luego de que nos acomodamos en la cama, mientras acaricia mi cabello.

- La conocí antes del ataque, Leti y yo pasamos por el parque de los pequeños, la ví sola en una esquina y decidí acercarme - y pensar que eso pasó apenas ayer temprano - me acerque y la saludé amablemente, ella pregunto si era la reina, y dijo que era linda, hablamos un momento y en solo minutos se robó mi corazón - las lágrimas mojan mi cara - cuando le pregunté por sus padres me confesó que su madre había muerto hacía mucho tiempo y su padre no la quería, vivía con sus tíos pero tampoco la trataban muy bien - sorbo mi nariz - ella dijo que nadie la quería, y yo de dije que la quería, pero ella se negó diciendo que si los que la conocían no la querían, yo que apenas la acababa de tratar no podía quererla, y se fué corriendo - revivo el momento -  la llamé para que se detenga pero no lo hizo, era muy inteligente y bonita, solo tenía seis añitos. Pero yo la quise, pensé en traerla aquí, y hasta me hubiese gustado que la adoptaramos, y si no era posible tenerla en la casa. - lloro aún más - pero en solo minutos empezó el ataque y cuando intenté buscarla ya era tarde.

Tahiel me aprieta a su pecho.

-Por un momento pensé que se salvaría, pero solo me preguntó en un susurro si de verdad la quería, cuando le dije que sí me dió las gracias, dijo gracias por ser la primera en quererme.

Lloro desconsoladamente, la noticia de mi embarazo me había distraído de todo, pero volver a ver a Jazmín me hace recordar en la clase de mundo en el que vivimos.

Y entre lágrimas quedé dormida en el pecho de mi amor.






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Camelia _Red

Estamos en los capitulos finales.

💝 Ciao Cuores 💝





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