16. Híbridos A,B Y C.

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Narra Tahiel:

-Fue una sabia decisión, tenemos que proteger a los nuestros - mi madre se levanta de la mesa - y prepararnos porque seguramente vendrán por nosotros, por mí y por nuestra futura generación que será aún más poderosa y que ellos consideran una alta amenaza.

Ela se levanta y se va corriendo. Todos en la mesa la miran extrañados, excepto mis padres y Leticia.

Me levanto dispuesto a ir tras ella, pero mi madre me detiene.

-Para Ela este tema es difícil de llevar, porque ella es hija de los líderes del aquelarre del Norte - la mayoría miran sorprendidos - tratemos de sobrellevarla con este tema, ella la pasó muy mal durante mucho tiempo, solo por no estar de acuerdo con lo que hacía su familia - todos están atento a las palabras de mi madre - consideraba necesario que supieran esto, ve con ella - y dicho esto corro tras ella.

Sigo su aroma y subo a la habitación.

Lo que veo me parte el alma.

Ela esta echa un ovillo sobre la cama, con su cuerpo temblando por los sollozos.

Me acerco a ella y saco su cara de la almohada, limpio las lágrimas que empañan sus lindos ojos.

-No quiero verte así pequeña, mejor ponte gruñona ¿Sí? - ella me da una debil sonrisa pero vuelve a llorar.

Me acuesto con ella y la acuno abrazándola fuerte a mi pecho. Quiero que sienta todo el amor que tengo para darle.

-Hermosa, quiero que escuches con atención lo que tengo para decirte - hablo cerca de su oído - a ninguno de nosotros nos  importa que seas hija de esos malditos bastardos. Tú no eres como ellos, y ser su hija no define quien eres. - acaricio su cabello - todos te aman y saber que provienes del aquelarre del Norte no hará ninguna diferencia. - sus sollozos pararon y su respiración es calmada, beso su coronilla - ahora dime, ¿Cuál es el problema?.

Quiero saber lo que la aflige en este tema.

-No los merezco - habla en un susurro- mi familia quiere dañarlos y no puedo mirarlos a la cara sabiendo que soy hija de sus peores enemigos..

-Ela...- la interrumpo y busco su mirada - nosotros somos también somos tú familia. ¿Tú nos harías daño?.

-Claro que no - frunce el ceño.

-¿Tú nos odias? - ella niega -¿Entonces, cuál es el problema hermosa? - le sonrio con la boca cerrada.

-Supongo que no lo sé...

Rio sonoramente.

-Te amo tanto hermosa, ¿Por qué no me amas así? - ella se remueve en mis brazos hasta estar sobre mi pecho, con su cara a centimetros de la mía.

-Claro que te amo osito - besa mis labios - te amo con mi vida - vuelve a besarme.

Me abrazo a su cuerpo mientras pruebo el dulce nectar de sus labios, nunca me cansaré de besarla.

Nos separamos y ella mira fijamente mis ojos.

-Me encantan tus ojos - dice con una sonrisa.

-Ya lo sabía - ella ríe sonoramente y yo río junto a ella.

-¡Cuanta modestia! - dice sarcástica.

-Esa es mi chica - acaricio su mejilla- con una sonrisa radiante la mayor parte del tiempo, un sarcasmo que es parte de ella y ni hablar de su estado gruñón, que es de mis favoritos - le doy un beso fugaz - ahora vamos abajo, los demás se quedaron preocupados por tú huida.

Los dos bajamos y nos encontramos con todos el patio trasero.

Mi madre se acerca a nosotros con una sonrisa.

HíbridosWhere stories live. Discover now