Las mentiras que nos atan

Capítulo 18 - Rumores y relaciones

Línea para decir hola ♥

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18 | Rumores y relaciones

Daphne Barlow

El miércoles entro al aula de Historia con una sonrisa sobre mis labios y un papel doblado entre mis dedos. Una página recién impresa y con mi nombre escrito al borde porque me había olvidado de ponerlo en el documento antes de imprimirlo.

El profesor todavía no está aquí cuando llego, pero muchos de mis compañeros ya están en el aula, la mayoría compartiendo conversaciones apagadas dignas de la primera clase del día.

—¡Mackeyla, Kenzo! —llamo. Ellos están junto a los asientos que Mackeyla y yo compartimos, metidos en una conversión que, a su lado, Matt no parece disfrutar tanto. Al verle, mi emoción vacila—. Matt.

—Buenos días a ti también —saluda Mackeyla.

Ella aprieta mi brazo cuando paso hacia mi asiento y echa su mochila a un lado. Su conversación no vuelve, no al ver el papel que dejo frente a ella: Una redacción terminada de casi quinientas palabras.

—¿Era para hoy? —se horroriza Kenzo.

—No, para final de semana —responde Mackeyla. Ella acerca el papel y frunce el ceño sin entender—. ¿Es el trabajo de referencia de alguien de un curso más?

—Es mío, lo hice anoche.

—Lo copiaste de los de un curso más —interpreta Matt.

—Me suspenderían de haberlo hecho.

Cerca, Kenzo niega hacia Matt a modo de advertencia.

Matt mira sobre la mesa para intentar ojear lo que he escrito. No sé qué espera, pero sé que le encanta ver que cometo fallos. Que cualquiera que no sea él los comete, más bien. Dudo que haya superado que yo sacara un notable en el examen de hace un par de semanas incluso si les dije que me había esforzado.

—Esto está... Está muy bien, Daphne —dice Mackeyla.

—¿Puedo? —Kenzo se lo quita de las manos y una sonrisa cargada de orgullo crece sobre sus labios al leer los primeros párrafos—. ¿Quién iba a decirnos que ibas a hacer un trabajo antes de la fecha límite y, además, hacerlo bien?

—Tuve un poco de ayuda —admito.

—¿Tus padres? —pregunta Mackeyla.

—Sí.

Salvo porque fue Reece, y no ellos, quien me dio las pautas. Él fue quien, mientras cenábamos, se acordó del trabajo y me ayudó con cómo organizar los párrafos, los puntos importantes, y datos generales que su profesor les dijo que añadieran. Incluso me dio alguna frase que guardé en notas del móvil porque me gustaba cómo sonaba y añadí, horas después, a la redacción.

—Tengo que hacer puntos extra ahora que he tenido mi primer notable en Historia —digo—. Sobre todo porque el profesor me dijo que, si no, iba a tener que suspenderme.

—¿Te lo dijo directamente? —pregunta Kenzo.

—Sí, justo después de mi último suspenso. Pero ahora tengo un notable y un trabajo bien hecho para entregar. —Kenzo deja el trabajo de vuelta sobre mi pupitre—. ¿Qué tal vuestra mañana?

—Va bien, Kenzo nos estaba contando sobre su...

—Voy a mi asiento, quiero leer mi redacción antes de entregarla.

Matt interrumpe a Mackeyla y se aleja. Kenzo le sigue con la mirada antes de compartir una comprensión silenciosa con Mackeyla, despedirse de nosotras, e ir detrás.