Capítulo 42 - Una familia poco funcional

17.5K 1.7K 1.7K
                                    

Feliz San Valentín 🩷

⋅༺༻⋅

42 | Una familia poco funcional

Daphne Barlow

El día del evento de San Valentín en el instituto de Reece, él aparca lejos de la entrada. Ha revisado el aparcamiento en la primera vuelta, luego ha elegido el sitio más apartado, pegado a unos arbustos.

—¿Nervioso? —pregunto.

—Inquieto, más bien.

Levanto la barbilla y tiro de la bufanda asegurarme de que el recibimiento de hace un rato queda completamente escondido. A través del pequeño espejo, puedo notar la mirada de Reece presionando mi perfil.

—He conocido a algunos de tus compañeros de equipo y siempre han sido agradables, dudo que tengan alguna clase de plan malvado bajo la manga —digo.

Que lo tienen, solo que no el que él espera.

—No, supongo que no. —Me mira, pero la tensión sigue ahí, pesada pese a la tranquilidad que ha tratado de trasmitirme desde que he llegado a su casa—. No será tan malo como en el próximo partido al que vengas, pero no te separes mucho de todas formas.

—¿Qué quieres decir con que será peor en el próximo partido?

—¿No te lo conté? —pregunta sorprendido—. La primera vez que la novia oficial del capitán del equipo va a un partido, se convierte en la invitada de honor. Es una tradición para darle la bienvenida.

—Suena acogedor.

—Dímelo después de descubrir lo que sea que te están preparando —dice—. Tengo a Jordan asegurándose de que no se pasen, pero mentiría de decir que confío lo más mínimo en eso.

—¿Tú no sabes lo que es?

—No está permitido. Lo que es desesperante.

—No le des demasiadas vueltas. Si tú puedes soportar a mi hermano, estoy segura de que podré hacer un esfuerzo y dejar pasar lo que sea que ocurra ese día.

No lo niega, pero tampoco me da la razón.

—¿Recuerdas lo que te he dicho antes? —pregunta.

Quiero decirle que va a ir bien y que no tiene de qué preocuparse, pero hay algo en su expresión que me tiene tragándome mis palabras para darle la tranquilidad que necesita.

—Si te pierdo de vista y me cruzo con alguno de tu equipo, pregunto por Jordan, Isaiah o Adam. En ese orden. Si me cruzo con Jeremy o Noah estando sola, bajo ningún concepto les doy mi nombre real.

—Eso es —devuelve con alivio.

—Solo por curiosidad, ¿por qué Jeremy y Noah?

—Son impulsivos, no tienen filtro, y es imposible hacer que sigan cualquier clase de norma sin importar las consecuencias.

—Es decir, que son como Isaac.

—Peor. Jeremy no sabe controlarse. Tiene mucha energía y ningún filtro. En los partidos siempre tiene que ir alguien cerca para quitarle de en medio antes de que un rival lo haga porque le ha cabreado. Si se cruza contigo hay una pequeña posibilidad de que te caiga bien, y una inmensa de que quieras golpearle en toda la cara al de dos minutos de haberle conocido porque te está incomodando o presionando. Probablemente las dos cosas.

—¿Noah es igual? —pregunto.

—Noah es más calmado, pero busca demasiado la aprobación de Isaac. Solemos bromear diciendo que es Isaac Junior y que heredará su posición en el campo. Con todo lo que Isaac habla de ti, querrá caerte bien e irá directo en cuanto te vea. Lo que no sería un problema si supiera dónde están los límites. Dudo que te dé un solo segundo de paz. Eso sin contar con que son inseparables. Si te encuentra uno, el otro no estará lejos. Créeme, no quieres quedarte sola con ellos.

Las mentiras que nos atanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora