Las mentiras que nos atan

Capítulo 43 - Cuestión de estrategia

Línea para decir hola 🩷

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43 | Cuestión de estrategia

Reece Larsson

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Después de cerca de media hora, nos escapamos del grupo. Tras las fotos, bajo la lona. En cuanto las discusiones vuelven y mis compañeros de equipo cambian de lugar, desaparecemos. Rápido. Sin una dirección fija.

Con la foto de polaroid que Faith ha deslizado entre mis dedos al vernos alejarnos escondida dentro de la funda de mi móvil antes de que Daphne tuviera tiempo de verla.

La mayoría de mis compañeros de equipo se han acercado para presentarse y han compartido palabras cordiales. Al menos algunos. El resto ha aprovechado para intentar arrastrarla lejos y así "ponerla al día" sin estar yo de por medio para intervenir en sus anécdotas.

Un pequeño vistazo de lo que le espera en el próximo partido.

Lo tendrá que ver desde el banquillo, rodeada de algunos novatos y quienes quieran cambiar parte de su tiempo de juego por meterme alguna humillación a traición. No estoy deseando que llegue ese día.

Daphne deja de andar de golpe entre dos casetas. Para de forma tan brusca que apenas tengo tiempo de pensar y la alcanzo de la cintura para llevarla conmigo un paso más lejos al no poder frenar a tiempo.

—¿Por qué has parado? —pregunto.

—Porque acabo de encontrar vuestra caseta y es... —Sus labios se fruncen mientras piensa en una palabra—. Ellos realmente se han tomado en serio lo de echarte.

Cuando veo nuestra caseta en el fondo, cierro los ojos. Cuento hasta tres. El cartel frente a esa mesa dice: "Vota por el nuevo capitán del equipo de rugby."

Adam está sentado en la caseta con Joey, uno de los novatos, y sonríen animados a quienes pasan cerca. También ofrecen chocolates a quienes meten papeles en la caja que han puesto en medio.

—¿Están apuntando los nombres de quienes han votado? —pregunto incrédulo.

Lo hacen. Han pensado incluso en no repetir votos y sé que me enorgullecería si no lo estuvieran usando en mi contra.

El pequeño grupo que estaba votando se aleja y encuentro la misma foto que hay en las camisetas en forma de cartel contra la mesa. Mi cara tachada. Un "No nuestro capitán" escrito en un enfadado rojo.

No sé qué es peor, si Isaac con su manía de probar mi paciencia, o los demás siguiéndole el rollo por razones que nunca terminaré de comprender.

—No debí haberte dejado sacarme esa foto —pienso en alto.

Paso la mano sobre mis labios y Daphne da un paso más cerca de la caseta con su cabeza ladeada marcando curiosidad.

—Míralo por el lado bueno, sales bien en esa foto —ofrece. Apoya la mano contra mí pecho antes de seguir andando en la dirección que estábamos siguiendo—. No la habría compartido de no ser así. Hasta estoy pensando en ponérmela de fondo de pantalla. La versión de Isaac, es más entretenida.

—No hagas eso.

—¿Ponerme una foto tuya de fondo de pantalla? ¿O ponerme esa foto tuya editada por Isaac?

Cierro mis dedos sobre los suyos antes de darme cuenta de lo que estoy haciendo. Me digo que es porque es una forma de no tener sorpresas si uno de mis amigos decide tratar de llevársela a vete a saber dónde para yo qué sé qué bienvenida, pero, cuando aseguro el agarre, entiendo que soy simplemente yo sin querer soltarla.