Capítulo 25 - Aquella noche...

31.4K 2.8K 1.8K
                                    

Línea para decir hola ♥

⋅༺༻⋅

25 | Aquella noche...

Daphne Barlow

"Solo quería decirte que todo estaba bien, darte las buenas noches, y decirte que tengas cuidado hoy. Sé que hace tiempo que no sales de fiesta y alguien tiene que recordarte que seas responsable", envío.

Abro el último Twinkie y parto un trozo para llevármelo a la boca. Con cuidado de que no caiga nada de comida al suelo porque Gigi ha hecho su mejor esfuerzo en insistir con ese tema, meto la bolsa de plástico en mi bolsillo y llevo lo que queda del dulce a mi boca antes de seguir escribiéndole a mi hermano.

"Sí, mamá", Dereck.

"Hablando de mamá, ¿has hablado con ella hoy?"

"Le he mandado hace unas horas el vídeo que grabamos el otro día. Está bastante contenta de que estemos 'alejados de tanta tecnología y tomándonos un rato para disfrutar de la naturaleza'", Dereck.

"¿Qué vídeo le has mandado?"

"En el que te caes al pisar mal junto a un desnivel", Dereck.

"¿Le has mandado a mamá un vídeo donde me caigo y te quedas riéndote veinte segundos antes de siquiera preguntar si estoy bien? Sabes que va a gritarte en cuanto volvamos a casa por eso, ¿no?"

"¿Por quién me tomas, Daph? Por supuesto que recorté esa parte", Dereck.

"¿La de la caída o donde te ríes de mí?"

—Así que estabas aquí.

Levanto la mirada el móvil al oír a Reece. Él todavía trae esa gruesa bufanda que su hermana le ha obligado a ponerse antes de cenar. Es roja y llamativa hasta el punto de hacerme pensar que, más que para protegerle del frío, es para poder verle más fácil entre los árboles. Al fin y al cabo, Reece ha demostrado tener un don para desaparecer de la vista de todo el mundo en un pestañeo.

Me ofrece una de las tazas que trae al verme sentada en el asiento de atrás del Jeep. Dejo el móvil sobre mis piernas para agarrarla. El dulce olor del chocolate me hace cerrar los ojos por un momento.

—Gigi lleva rato buscándote —añade.

—Estaba hablando con mi hermano.

—¿Ya ha mandado a los SWAT a buscarte?

Lleva la taza verde con la que se ha quedado a sus labios de forma descuidada y mi atención es toda suya. Se queda con la forma en la que se apoya contra el coche y su mirada revisa en la distancia al beber. Me pregunto, sin poder evitarlo, desde cuándo los detalles tan insignificantes pueden volverse tan llamativos en la persona correcta.

—No, en su lugar ha estado mandando vídeos donde todo me sale mal a nuestra madre para aprovechar a reírse un poco de mí. —La pantalla de mi móvil se ilumina con un nuevo mensaje de Dereck diciéndome que, la parte del vídeo que borró antes de mandarlo, fue la parte en la que se reía de mí. Por supuesto que iba a ser esa—. ¿No ibas a irte a dormir?

—Como he dicho, Gigi te estaba buscando.

—Déjame adivinar. Me estaba buscando y te ha hecho levantarte para ayudar.

—Ya la vas conociendo. —Bebe un poco más antes de dejar la taza sobre el coche y devolverme la mirada. El cansancio sigue ahí, tan marcado como en las últimas horas de esta tarde—. Deberías irte ya a dormir. Es tarde y dudo que alguien aquí te deje dormir pasadas las siete.

Las mentiras que nos atanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora