⸺𝗧𝗔𝗘𝗖𝗬𝗘𝗢𝗡 𝗙𝗔𝗡𝗙𝗜𝗖.
Sohee lo tiene todo, de verdad, ¡todo! Con una carrera estable y una vida amorosa que por primera vez parece ir bien después de tantas decepciones, la actriz no puede hallarse más alto.
Los problemas surgen cuando Tae...
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SOHEE
La noche de la celebración no tardó en llegar y para aquel día, mi estilista optó por un largo vestido negro. En la parte delantera poseía dos finas tiras que descansaban sobre mis hombros y su escote era casi en V, ya que la misma tela cerraba antes de llegar a hacer la punta. La parte trasera era descubierta hasta un poco más arriba de la cintura, dejando mi espalda al desnudo. Por último, en la zona del cuello traía una pequeña cadena dorada.
Los dos colores mencionados eran los colores de Sillues.
Se suponía que tenía que combinar con el de Taecyeon, quien supuse vestiría un traje negro que quizá acompañaría con alguna corbata dorada o algo por el estilo.
Después de haber estado atrapada en el tráfico por unos veinte minutos con Jayoung, finalmente llegamos al salón donde se haría la fiesta. Se hallaba ubicado en uno de los barrios más ricos de la ciudad y tomaría lugar en una extensa construcción.
Bajé del vehículo junto con mi manager, quien también vestía para la ocasión. Usaba un vestido igual de largo que el mío pero menos revelador y con tiras más gruesas. Destacaba que su prenda era de un dorado apagado y hacía juego con la mía.
Caminamos por la alfombra en donde los flashes se dispararon y a los cuales regalé mis mejores sonrisas. Más allá de que me encontraba cansada, a la vez me sentía algo emocionada por la fiesta. Ese tipo de festejos me gustaban, ya que de seguro habría mucha comida deliciosa y poseería la oportunidad de hacer más contactos.
Una vez llegamos al salón, enseguida nos topamos con el hecho de que ya habían bastantes personas.
La habitación era inmensa y sus techos eran altos, con paredes pintadas de un inmaculado blanco y decoradas con cuadros enmarcados en dorado que parecían pertenecer a la familia Ok. La iluminación era tenue, proveniente de una serie de lámparas de araña que se paseaban por dicho techo. En el medio, se ubicaban mesas redondas con manteles negros y elegantes sillas de madera obscura cubiertas con cojines dorados. En uno de los extremos había un escenario vacío que imaginé usarían más tarde, con un letrero brillante con el logo de la marca en el medio. Solo un poco más adelante de dicho escenario, había una extensa pista de baile.
El aroma que envolvía al ambiente era dulcemente agradable y me trajo un sentimiento nostálgico que, por algún motivo, me recordó a viejas navidades en familia.
De pronto, Jayoung y yo oímos una voz conocida y apareció Yunjin. Llevaba puesto un bonito vestido corto color negro con varias capas de volantes en la falda y detalles de encaje en la parte superior. Las mangas también poseían capas del mismo material, lucía tan delicada, que parecía un hada.
—¡Chicas! —nos saludó contenta y le devolvimos el saludo de la misma forma— Vengan por aquí, las llevo a la mesa. —nos hizo señas y ambas la seguimos.
