CATORCE

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Los días pasaron de forma lenta, había vuelto a participar normalmente en mis clases, pero me sentí ausente. Mi cabeza no dejaba de pensar, de sobre analizar los motivos, las consecuencias y el peligro, creí que sentirme más culpable era imposible, pero me equivocaba la culpa estaba asfixiándome.

El jueves nos encontramos en el ático, ese día no nos reuníamos por ningún motivo en especial, era simplemente la necesidad de pasar un rato juntos. La dinámica era agradable, cada quien hacía lo que quería. Fumar, beber una cerveza, jugar al ajedrez o conversar con alguien. Yo había optado por sentarme en el enorme ventanal a mirar el exterior, mientras bebía una de las cervezas que Ronan había traído.

Solo fui consciente de que alguien se había sentado frente a mí, cuando los pies de Ronan chocaron con los míos.

―¿Qué pasa? ― preguntó.

Lo miré pensativa ¿Qué decirle? Entonces lo recordé.

―¿Crees que podamos hacer lo que te pedí?

Frunció las cejas pensativo durante un momento y luego sonrió.

―Si ¿Tienes su correo?

Pensé y asentí, todavía lo recordaba ―Si.

―Bien, yo enviare un correo a esa persona, solo tienes que asegurarte que lo habrá, lo lea y haga clic en el link ¿Qué crees que pueda interesarle?

Lo pensé, era difícil pero finalmente me iluminé.

―Universidad de Oxford ― solté enseguida. ― Solo haz de cuenta que es una especie de resultados de un examen o un curso.

Ronan me miro sorprendido y luego asintió. ― ¿Por qué Oxford?

―Bueno es que esa no sería una mentira tan, difícil...― Miré a mi costado, me encontré con la mayoría de los chicos sentados cerca nuestro, escuchándonos. ― Mi sueño siempre fue estudiar en Oxford, psicología. Pero mi padre...― mire a todos y entendí que no les había contado nada, entonces suspire mirando por último a Victoria. Ella siempre me dijo que podía confiar en ellos y ¿Por qué no arriesgarme? ― Tengo demasiado que contarles...

Ese fue el comienzo de un largo, larguísimo monólogo que solo era interrumpido por una larga seguidilla de gesticulaciones de asombro.

―¿Entonces? ― Holden se pasó una mano por su cabello despeinándose en el proceso. ―¿Eres Ashdown?

Asentí avergonzada y un poco aliviada por el hecho de que no hicieran foco en la muerte de mis amigos.

―¡Joder Emily! ― susurró Nolan. ―¿Tienes idea de lo que eso significa?

―La verdad no...― Miré a todos lados. ― Muero por un cigarrillo.

Alice no se hizo esperar y me ofreció uno que saco del bolsillo de su falda. Lo encendí y calé profundo, hacía meses que no fumaba. Aunque nunca había sido un hábito muy arraigado, cuando estaba nerviosa lo necesitaba.

―Eso significa que tu abuelo es un empresario casi tan importante como la realeza cariño...― soltó Iris. ―Eso sin contar que es el presidente de la comisión que dirige está escuela, todas las decisiones importantes pasan por él.

Suspiré nerviosa sacando una enorme nube de humo. Eso no me dejaba más tranquila.

―Es increíble que tu padre te lo haya ocultado todo este tiempo ― murmuró Ronan.

―¿No les molesta que no haya contado todo esto antes?

Todos me miraron confundidos.

―No lo sabias ― respondió Iris.

La Orden de las Sombras - Mentiras (1ra parte)Where stories live. Discover now