Capítulo 3: Nicotine

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Llamaron pronto a la puerta de mi cuarto y me tapé los oídos con la almohada.

— Dylan, que vamos a llegar tarde. — siguió insistiendo mamá.

—¿A dónde vamos a ir?— me levanté molesto.

— Hijo, tenemos que matricularte en tu nuevo instituto.— papá siguió golpeando la puerta — Y quiero que vengas, tienes que verlo y probarte el uniforme.

— Ya voy...

Me levanté perezosamente de la cama y busqué algo en el armario para ponérmelo. La ropa de ayer estaba en la cesta para lavar y los zapatos no sé si se secaron.

Cogí una camiseta blanca y unos pantalones deportivos grises de los largos. Tampoco me olvidé de mis gafas y me calcé los zapatos.

Abrí la puerta y estaban los tres ahí esperándome. La abuela no dudó en dejarme dos besitos.

— Qué guapo vas siempre.

Bajé a desayunar con la familia unos cuántos bollos y recogimos para dirigirnos al instituto.

— Es el único que hay debido a que estamos en un pueblo.— mamá fue explicándome — Está muy cerca de casa, así que es muy bueno para ti.

El instituto sólo estaba a tres calles de la nuestra. Crucemos la entrada, por lo menos era amplia y parecía un sitio moderno, no como esas casas viejas.

Los pasillos eran super largos y menos mal que habían señales colgados por todos lados o me iría a perder.

Fuimos a secretaría y esperemos a fuera al igual que muchos padres, pero ninguno los acompañaba sus hijos.

Se abrió la puerta y salieron una pareja de ancianos.

— ¡Siguiente!— gritó alguien desde dentro — El señor Alfred Davis y la señora Sylvia Collins.

Pasemos los cuatro a la oficina y nos atendió una señora.

A mí un señor se ofreció a enseñarme todo el instituto debido a que era nuevo. Gracias por sacarme de ahí, que Dios le bendiga.

— ¿Tu nombre era Dylan?— preguntó y asentí con la cabeza, aún seguía distraído intentando asimilar al enorme instituto que iba a ir - Bonito nombre.

— Gracias.— sonreí — ¿Y usted quién es?

— Yo voy a ser tu profesor. — me dio la mano para que se la estrechara — Y no se dirija con usted,me hace sentir viejo.

Nos reímos.

Primero me llevó al aula de primero de bachillerato, la clase donde empezaría a estudiar en septiembre.

Luego pasemos por la cafetería, era amplia y eso permitiría a muchos estudiantes comer tranquilamente. También sería un buen sitio para refugiarse de los días lluviosos.

Seguido, me enseñó el gimnasio que parecía un estadio. El suelo no era de césped, pero tenía marcado las líneas de un campo de fútbol y este campo estaba dividido por la mitad. Sobre estas dos mitades eran canchas de baloncesto. Un campo fusionado, qué interesante. Hasta había un vestuario con duchas.

Después, me mostró el patio. Campos de fútbol obviamente iba a tener como la mayoría de institutos y un terreno plano con bancos además de árboles a los alrededores, típico.

Y finalmente, la biblioteca, el lugar que más me gustaba. Habían un mogollón de estanterías llenas de libros. La iluminación era buena y por cada mesa había un ordenador, aunque también te podías traer tu propio portátil y conectarte al wifi del instituto, en el antiguo eso del wifi no había para nosotros. No sólo era una biblioteca para estudiar, había un rincón con sofás bajitos y podías quedarte a leer.

— Tu antiguo instituto ya me ha dicho que eras el mejor estudiante, seguro que también lo serás conmigo.— me dio unas palmadas en el hombro.

El profesor era buena onda, pero a mí me gustaba más estar sólo que con compañía. Así que agradecí el tour que me dio por el edificio y fui yo mismo a inspeccionar cada parte.

Subí al piso de arriba que también eran clases y algunos despachos para cada departamento, uno por cada asignatura.

Escuché voces a fuera y asomé la cabeza por la ventana. En el bloque de enfrente, debido a que el instituto era como un donut con el agujero del centro que era el patio, menos la forma redonda que era cuadrada, había gente sentado en la azotea.

Me limpié las gafas y vi a unos cuántos tíos un poco más mayores que yo sentados al borde y fumando cigarros. También habían latas de cerveza. Entre ellos reconocí a Ethan. Pues vaya gente que he conocido.

Entre los más mayores había uno que se me hacía familiar. Era un chico fuerte, tenía el cabello moreno en un corte mullet corto como la mayoría de gente de hoy en día y sus ojos marrones imponían autoridad. Me era familiar a Aida. El tío giró su cuello y vi que tenía tatuado su nombre, así que Aidan. Tenía que ser el hermano mayor de Aida. Ahora sí, menudos vecinos y encima en el mismo instituto.

Busqué a Olivia entre ellos pero no estaba, obviamente, si esta gente es de la más dañina.

NOTA DE LA AUTORA:

Por curiosidad, qué team son? Jajajajaj

• Team Olivia

•Team Aida

¿Y soy yo la única que le digo al nombre de Ethan como Étan en vez de Izan? 😂

MI CORAZÓN DE CRISTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora