vingt et un.

219 33 10
                                    

Quiero decir no DORMÍ dormí con él. Obviamente. Pero dormí con él.

¡Dormí con un chico! Me quito las sábanas y sonrío. No puedo ESPERAR a decirle a Soobin. Excepto... ¿Qué si le dice a Yeonjun? No le puedo decir a Seungmin, porque se pondría celoso, lo que significa que tampoco le puedo decir a Chan ni a Minho. Me doy cuenta que no hay nadie que puedo decir sobre esto. ¿Eso significa que está mal?

Me quedo en la cama el mayor tiempo posible, pero eventualmente mi vejiga gana y no puedo soportar más. Cuando regreso del baño, está viendo a través de mi ventana. Se voltea y ríe.

— Tu cabello. Está desordenado en todas direcciones. —pronuncia y demuestra su punto poniendo dedos alrededor de su cabeza como cuernos.

— No eres nadie para hablar.

— Ah, pero se ve útil en mí. Me tomó años darme cuenta de que para tener este asombroso cabello lo tengo que ignorar completamente.

— ¿Así que estás diciendo que se ve como mierda en mí? — me miro en el espejo, y estoy alarmado al encontrar una bestia en mi cabeza.

— No. Me gusta. — sonríe y agarra su cinturón del suelo. — ¿Desayuno?

Le entrego sus botas. — Es mediodía.

— Gracias. ¿Almuerzo?

— Déjame darme una ducha primero.

Nos separamos por una hora y nos encontramos en su cuarto. Su puerta está entreabierta, y música punk rock francesa está sonando por todo el pasillo. Las montañas de ropa y toallas han sido organizadas para propósitos de lavandería, y las botellas vacías y bolsas de chucherías han desaparecido.

Él ve hacia mí con optimismo. — Es un comienzo.

— Se ve genial. — y en verdad se ve mejor. Sonrío.

Gastamos el día caminando alrededor otra vez. Alcanzamos a ver una parte del festival de cine de Danny Boyle y tomamos otro paseo al lado del Sena. Le enseño a lanzar piedras para que hagan ese efecto de rebote en el agua; no puedo creer que no sabía. Empieza a lloviznar, así que entramos en una tienda de libros al otro lado de Notre Dame. El letrero amarillo y verde dice SHAKESPEARE AND COMPANY ¹.

Dentro, somos golpeados por el caos. Una horda de clientes alrededor del escritorio, y donde sea que vea hay libros, libros, y más libros. Pero no es como una cadena, donde todo está pulcramente organizado en estantes, mesas y tapas de los extremos. Aquí los libros están colocados en pilas tambaleantes, caen de los asientos de las sillas, y son vertidos de los estantes ².

Hay cajas de cartón llenas de libros, y un gato negro toma una siesta al lado de una pila en la escalera. Pero lo más sorprendente es que todos los libros son en inglés.

Hwang ve mi expresión de asombro. — ¿No has estado antes aquí?

Sacudo mi cabeza, y él se sorprende. — Es un poco famoso este lugar. Hey, mira. — sostiene una copia de Balzac y la Joven Costurera China. — Éste es familiar, ¿eh?

Deambulo con deslumbramiento, la mitad encantado de estar rodeado por una lengua que al fin entiendo, la mitad miedoso a irrumpir y hacer un desastre en alguna parte. Un toque equivocado puede romper toda la tienda. Podría colapsar, y ser destruida por una avalancha de páginas amarillentas.

La lluvia golpea contra las ventanas. Retomo mi camino a través de un grupo de turistas y examino la sección de ficción. No sé lo que estoy buscando, pero no puedo evitarlo. Empiezo a buscar. Rabelais, Racine, Rameau, Ramírez, Shakespeare, Stoke...

Park.

Una línea de los libros de mi padre. Seis de ellos. Jalo una copia tapa dura de El Incidente de la plataforma, y me estremezco con la familiar puesta de sol de la cubierta.

☁︎ the french kiss ; hyunin.Onde histórias criam vida. Descubra agora