trente-six.

167 26 12
                                    

— No puedo creer que hayas ido a comer con Baemgyu. —  Seungmin lo observa desaparecer pasillo abajo y niega con la cabeza. Vamos en dirección contraria a él, a la clase de Física.

— Beomgyu. — corrijo. — ¿Qué tiene? Es un chico agradable.

— Si te gustan los roedores — dice Hwang. — Con esos dientes seguro que no le cuesta nada masticar.

— Ya sé que no te cae bien, pero podrias intentar ser un poco más cortés.

Me abstengo de recordarle que ya tuvimos esta conversación. Estas últimas semanas han sido horribles. Hwang y yo todavía somos amigos, en teoría, pero ahora vuelve a haber esa cosa entre nosotros, y es peor y más grande que después de Acción de Cracias. Es tan grande que parece algo físico, un peso y un cuerpo reales que no quieren que nos acerquemos el uno al otro.

— ¿Por qué? — su voz denota sospecha. — ¿Están saliendo?

— Sí, decidimos tener una cita justo después de que él me pidiera matrimonio. Por favor. Sólo somos amigos.

— Beomgyu quiere ser algo más que amigos. — Seungmin sonríe maliciosamente.

— Por cierto, ¿alguien se ha enterado de lo que tenemos que hacer para los deberes de Lengua? — pregunto.

— Cambiador-de-temas, creía que tu nombre era Jeongin. — dice Chan, pero de forma amigable. Desde nuestro desayuno post-cumpleaños, las cosas han sido más fáciles entre nosotros.

— No estoy cambiando de tema. Realmente no sé qué nos han dejado de deberes.

— Qué raro — dice Hwang. — Porque te vi escribiéndola.

— ¿La escribí?

— Sí. — dice, retador.

— Oh, vamos, chicos. — interrumpe Min.

Nuestros amigos están hartos de vernos peleando, aunque no conocen los detalles de nuestra situación actual. Pero lo prefiero así.

— Jeongin, es un ensayo comparativo entre las dos historias en Kitchen, ¿recuerdas?

Ahora me acuerdo. De hecho, tengo muchas ganas de hacer ese trabajo. Acabamos de leer el libro, de Banana Yoshimoto, una autora japonesa, y de momento es mi favorita. Trata sobre el luto y el dolor del amor. No puedo evitar recordar las obras de mi padre.

Él también escribe sobre el amor y la muerte, pero sus libros son melodramas ñoños, mientras que Yoshimoto reflexiona sobre el proceso de curación. Sus personajes también sufren, pero intentan recomponer sus vidas. Intentan amar otra vez. Sus historias son más duras, pero también más gratificantes. Los personajes sufren al principio y en la mitad, pero no al final. La resolución es positiva.

Debería enviarle un ejemplar a mi padre. Encerrar en un círculo rojo el final feliz.

— Uh... — dice Hwang. — Entonces, ¿podemos hacer el trabajo juntos? ¿Esta noche?

Se está esforzando para ser amigable. Suena fatal. Aunque él sigue intentándolo, yo no paro de lanzarle puñaladas.

— No lo sé. — digo. — Esta noche me toman las medidas para el traje de novio.

La cara de Hwang se tiñe de frustración, pero, por algún motivo, eso no me satisface como debería. Argh, está bien.

— De acuerdo. — digo. — Eso sería... bueno.

— Sí, necesito que me prestes tus apuntes de Cálculo. — dice Seungmin. — Debo haberme perdido de algo. O simplemente no era mi día.

— Oh. — dice Hwang, como si acabara de darse cuenta de que Seungmin está parado ahí. — Claro, no hay problema. Te los presto cuando vengas.

☁︎ the french kiss ; hyunin.Where stories live. Discover now