Viejo amigo

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El alemán caminaba por su residencia un gran y amplio edificio moderno, como muestra de la nueva era en la que vive, como muestra del futuro que quiere crear, una Alemania nueva para todos.

Alemania estaba caminaba de un lado a otro se encontraba algo ansioso desde hace un par de días. Su amigo español había tenido un accidente y él estaba condenado a estar allí encerrado con una enorme montaña de trabajo pues sus humanos quería que supervisara varias acciones, junto que se había ofrecido a ayudar a Unión Europea en algunos planes, de todas maneras era un solterón, tenía pocos amigos, muchos decidieron salvar distancia desde la segunda guerra mundial. Se lo merecía, no podía negarlo. Había hecho daño, mucho daño a sus amigos y mucha gente inocente. Por lo que aprovechando la soledad decidió hacerse cargo de varias tareas que Unión Europea no podía hacer. Eso lo mantendría distraído por un largo rato, bueno, eso creía hasta que vio en las noticias en unos de sus raros descanso como el español había tenido un aparatoso accidente. Alemania escucho sumamente atento la noticia, con el corazón en un puño sus ojos no se apartaban de la imagen del coche destrozado a un lado de la carretera y la rama ensartada por el parabrisa delantero. Alemania podía escuchar el latir de su corazón en sus oídos, un sudor frío recorriendo su cuerpo y como su pecho se sentía completamente pesado y adolorido. España estaba en peligro y él no podía ayudarlo, una inmensa impotencia sacudió su cuerpo y rápidamente quiso salir corriendo e su búsqueda, pero su propio gobierno lo detuvo. Alemania no podía centrarse en sus tareas al no saber del español y su estado, nadie había dicho nada. Estaba muy agobiado por ello, conocía a España desde hace muchísimos siglos era uno de los pocos country que aún hablaba con él de manera natural, aunque el le hizo mucho daño, aunque él había jugado en su territorio lastimando  su gente, el español seguía siendo amable con él... incluso le salvo la vida. 

Alemania sentía su pecho estar más pesado que nunca, la incertidumbre de saber como estaba su amigo le carcomía por dentro, todo le costaba más. Alemania cansado de ese sentimiento decidió mandar a sus sombras a averiguar como estaba el hispano. 

"Dios... ¿Qué he hecho? ¿Mandar a mis sombras por esto? No me lo puedo creer... Vale... Esto esta rozando extremos muy malos, extremos que no debo de tocar... ¿Cómo se me ocurre hacer esto? Es España, es un alfa él estará bien"

Alemania miraba los documentos, pero su mente estaba en otro lado no podía evitar preocuparse por el español, él no entendía el motivo, el porque de aquello, pero desde que lo vio desde la primera vez... desde que lo vio montando un caballo sobre territorio alemán, en aquella épica donde ni siquiera se tenía el concepto de Alemania, cuando Italia era la gran Roma y quería conquistar su territorio los ojos del alemán se quedaron pegados a su figura, un hermoso con blanco de pelo largo y rojo como las lengua de fuego, ojos verdes de tono grisáceo. Aún recuerda sus enfrentamientos en los frondosos bosques y como el español le decía bárbaro asqueroso. Recordaba cuando por fin pudieron con Roma gracias a las armas de hierro. El como visito por primera vez la península junto a un puñado de su pueblo, los suevos, eso hizo que tuviesen unos años juntos y fue durante esos años donde desarrollo unos sentimientos extraños se ponía nerviosos cuando lo veía pero a la vez ansioso cuando no. Pasaba las horas mirándolo cuando estaba cerca y pensando en él cuando se alejaba. Supo que algo iba mal cuando una noche soñó que el hispano se colaba en su alcoba con intención de asesinarlo para sacarlo de su territorio, pero él lejos de contraatacar lo agarro de las muñecas y lo parisino contra la cama para empezar a besarlo desesperadamente, obligándolo a soltar el puñal por la fuerza que ejercía no dudo en tomarlo como suyo, aunque en un principio el hispano intentaba defenderse al final logró que este acabará por entregarse. Aún recordaba con todas las posturas que acabo haciéndolo, los sonidos de molestia del hispano cuando metió su miembro y como se quedó dormido con su acompañante en su pecho. El alemán se levanto tan asustado y confundido cuando no lo vio a su lado que recordó que solo fue un sueño, irónicamente eso lo asusto más y ese mismo día decidió irse con otros suevos que no logró adaptarse al lugar para volver a su territorio sin mirar atrás e intentando no recordar ese sueño lascivo. Pero siglos después volvería a encontrárselo y esta vez estarían más unidos, después de todo tenían a un emperador en común. SIRG y España se volvieron rápidamente grandes imperios en Europa, ambos lucharon juntos en más de una ocasión pudiendo ser un gran dolor de cabeza para algunos country y amantes para otros aunque el español no mostraba interés el alemán siempre tenía algún omega colgando del brazo. De cierta forma, al alemán le gustaba eso, ver como el español no se entregaba a nadie la daba cierta alegría. En varias ocasiones fortalecieron sus vínculos casando a sus princesas y en época de Prusia por poco y no pone a un príncipe alemán en trono español, al final no se pudo no volverían a encontrarse hasta que fue conocido como Third Reich.

Jodidos AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora