Capítulo 2

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El director había sido muy convincente en el mensaje que le había mandado a la familia Black. Cuando Walburga se enteró del motivo por el cual su hijo había sido asesinado, no pidió que le entregaran el cadáver, simplemente lo mandó a enterrar a una fosa común. Por otro lado, habían conseguido un apartamento en el centro de Londres para Regulus, así poder seguir cerca de sus amigos y lejos de su familia. James no estaba de acuerdo en que su novio estuviera tan lejos, pero entendía que ese era el mejor sitio para que estuviera a salvo.

Dumbledore permitió que Sirius y James se ausentaran el día de la mudanza para acompañar al pequeño de los Black a la casa franca. James no se separó ni un segundo de él, mientras que Sirius estaba sintiendo por primera vez los celos de hermano mayor. Al llegar al apartamento, James sonrió viendo lo bonito que era, si era sincero, esperaba un cuchitril. Sirius subió las cajas con la varita, aprovechando que no había nadie por ahí, mientras que la pareja conocía en profundidad la casa.

Al entrar a una habitación que parecía el dormitorio principal, James cerró la puerta tirando de Regulus y acorralando contra esta. Reg se rio y rodeó el cuello de este, aceptando el beso de James. Ambos pelinegros ignoraron las llamadas de Sirius, el hermano del más joven podía irse a la mierda mientras ellos estuvieran juntos.

- Me encantó ver esa parte Slytherin tuya.- Susurró Regulus acariciando el cuello de este y enredando los dedos en el pelo rizado. James sonrió dejando que el más joven le acomodara las gafas.

- Por ti sería capaz de matar con mis propias manos.- Susurró acercándose y dejando un beso en la frente.- Te quiero Reg.- Dijo ganándose una mirada sorprendida del de los ojos grises.- Y me jode que no puedas acabar tus estudios, o que tengas que vivir escondido.- Gruñó colando las manos por debajo de la ropa haciendo reír al chico.

- Solamente me quedaban dos años, y Dumbledore ha prometido que me seguirá dando clases.- Susurró dejando un beso en la nariz de James.- Y cuando te gradúes podríamos huir de aquí.- Propuso haciendo que ambas narices se acariciarán.

A Regulus le parecía bien cualquier destino, lo único que quería era que Voldemort no lo encontrara, así poder ser feliz con James. La puerta vibró con fuerza por los golpes de Sirius, James resopló divertido mientras que Regulus rodaba sus ojos apartándose de la puerta y abriéndola. Sirius se quedó callado observándolos, viendo como James quitaba las manos de dentro del jersey de su hermano con lentitud.

- Deberíamos irnos pronto.- Dijo antes de dirigir su mirada a Regulus, el mayor se acercó, pero inconscientemente el menor se retiró para no ser tocado por su hermano.

El menor carraspeó y se escapó hasta la cocina para evitar la mirada dolida que su hermano le había dado. No podía culparle, nunca había sido muy fan del contacto físico, y que su hermano se hubiera ido y lo hubiera abandonado a manos de su madre, no hacía que le apeteciera mucho. Lo había perdonado, eso era cierto, los abrazos del día que casi muere habían sido muy reparadores. Como cuando su madre le hablaba mal y él corría a refugiarse en la habitación de Sirius, bajo el fuerte de almohadas que hacía para ellos. Pero sentía que no era igual, que por mucho que intentara luchar por volver a tener esa relación sería difícil.

- Supongo que sabrás en qué te metes.- Dijo Sirius mirando por dónde se había ido su hermano, James lo miró con el ceño fruncido sin entender a qué se refería exactamente.- Es un mortifago, vivo o muerto, arrastrará eso toda la vida.- Dijo mientras se acercaba a James mirándolo con seriedad.- Lo que quiere decir que deberás huir toda la vida. Y no pienso permitir que le rompas el corazón.- James se rio acercándose a su mejor amigo hasta dejar apenas unos centímetros de distancia. Ninguno apartó la mirada de los ojos del otro, decididos a ganar la batalla.

- Pienso protegerlo como nadie lo ha hecho.- Dijo notando el dolor y el odio pasar por los ojos de su mejor amigo.- Amo a Regulus tal y como es, porque yo, a diferencia de ti, primero conocí y después juzgue.- Dijo apartándose cuando Sirius iba a darle un puñetazo.- Para hablar como un hermano mayor primero tienes que serlo.- Sentenció caminando hasta la cocina, donde su pareja estaba llenando una taza de té. James lo abrazó por la espalda y dejó un beso en el cuello de este.- ¿Me das?- Preguntó con una sonrisa, Regulus levantó su taza y dejó que su pareja bebiera un poco.- Buenísimo.- Murmuró lamiendo su labio, Reg sonrió apartándose y sentándose en la isla de la cocina.

Whispers and Dreams (Jegulus)Where stories live. Discover now