Whispers and Dreams (Jegulus)

Capítulo 16

El llanto del bebé hizo que James se quejara frotando la cara, gruñó levantándose y caminando hacia dónde la cuna del niño estaba, hacía apenas tres días que había nacido y James ya podía asegurar que no quería ninguno más. Lo alzó y comenzó a arrullarlo mientras murmuraba una nana. Detectó un poco de movimiento en la cama y se giró viendo a Regulus mirándolo con los ojos entrecerrados.

- Ya está, duerme.- Susurró James, mientras miraba la hora, solo eran las seis de la mañana.

- Tendrá hambre, tráelo aquí.- Pidió sentándose con cuidado, dejando salir una mueca de dolor. James se sentó a su lado y vio fascinado como su hijo se aferraba al pecho de Regulus y comenzaba a alimentarse.

- ¿Esto es cosa de los hechizos de fertilidad?- Preguntó James, acariciando la pierna de este y dejando la mano ahí apoyada.

- No, esto lo crea una poción que hizo Sev, le comente que, ya que vivía el embarazo, también me gustaría experimentar la lactancia, así que creó una poción para ello.- Dijo con una sonrisa, apartó el pelito rizado de los ojos de su hijo.- Por cierto, deberíamos pensar en el nombre, no podemos seguir llamándole bebé.- James se rio acercándose un poco más a él y apoyando su cabeza en el hombro de su pareja.

- Lo he estado pensando, y me gustaría que se llamará James.- Regulus lo miró arrugando su nariz mientras limpiaba la boca de su bebé y le quitaba los gases.

- James puede ser su segundo nombre.- Comentó escuchando el eructo de este, lo tumbó y vio como el niño cerraba de nuevo los ojos durmiendo.- A mí me gusta Harry.- Dijo Regulus acariciando la mano de este y sonriendo cuando el niño se aferró a su dedo.

- Harry James Black.- Pronunció James asintiendo, sonaba perfecto.

- Potter.- Dijo ganándose la mirada extrañada de su pareja, pero Regulus no apartó la mirada de su bebé.- Harry James Potter, no quiero que arrastre el apellido Black, además cuando nos casemos yo tampoco lo llevaré.- Comentó sintiendo como este agarraba su barbilla para que lo mirara, los ojos marrones de James brillaban con un tono que Regulus supo que estaba reteniendo las lágrimas.

- Acepto.- Respondió contundente James, el pelinegro frunció su ceño sin entender a qué se refería, hasta que repasó sus palabras y chascó su lengua golpeando a James.

- ¡No era una propuesta, idiota!- Gritó en susurros para no despertar a Harry.- Solo una observación.- Murmuró antes de que los labios de James capturaran los suyos en un beso lento. Regulus llevó su mano libre a la mejilla de este, acariciándola casi con devoción.

- Igualmente, acepto.- Susurró con una sonrisa contra los labios de este, Regulus rodó sus ojos divertidos, viendo como su pareja tumbaba al bebé en la cuna.

Regulus volvió a acostarse sin apartar la mirada de este. Cuando se aseguró que Harry no fuera a despertarse en los próximos minutos, James se tumbó y se tapó, quedándose mirando a su pareja, acarició la mejilla de Regulus antes de poner un mechón detrás de la oreja. Regulus sonrió acercándose más y escondiéndose en su cuello de este.

- ¿Te duele?- Preguntó en un susurro James acariciando la espalda de este.

- Apenas, solo cuando hago movimientos rápidos.- Murmuró cerrando los ojos.- Las pociones ayudan.- Murmuró dejando un beso en la piel de su pareja, e intentó dormirse de nuevo.

- Deberíamos reunirnos mañana todos y decirles el nombre de nuestro bebé.- Regulus asintió distraídamente mientras James seguía acariciando la espalda de este y cerraba los ojos.

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Durante esos días James no le dejaba hacer nada, se pasaba el día tumbado o sentado en el sillón, vigilando a Harry y viendo la televisión muggle. Por eso ahora estaba viendo a James cocinar junto a Tidy la cena para todos, ya que el trío estaba a punto de llegar. Regulus bajó su mirada a Harry que estaba sollozando, así que simplemente lo arrulló con suavidad para que no empezara a llorar.