Epílogo

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3 años

Con los años la familia se dio cuenta de que había evitado un gran problema en sus vidas. Después de que la orden del Fénix ayudara a detener a casi todos los mortifagos, reubicaran a víctimas en nuevas casa y facilitando acceso a la sanidad y justicia mágica. Siendo Narcisa la cara visible de esa organización, y la forma de limpiar toda la mierda que el apellido Malfoy tenía. Así que había podido vivir más o menos tranquilo esos años. Sí que era cierto que los padres de Remus también murieron poco después, y que Albus había intentado contactar con ellos mediante lechuzas, que ni siquiera dejaban entrar en casa.

Esa mañana James estaba al cuidado de Harry y Draco mientras Narcisa acompañaba a una de las víctimas a un juicio. Así que Regulus también se había quedado con él en casa, y así poder repartirse mejor el trabajo que los diablillos hacían. Como Regulus había adivinado, los dos niños se había hecho inseparables, por el mismo motivo que tanto Regulus como Narcisa habían instalado camas que contaba con una supletoria escondida, así los niños podían quedarse juntos las veces que quisieran sin problemas de espacio, en caso de Regulus.

- ¿James, crees que podrías ir a comprar unos cuantos ingredientes que me faltan para la comida de los niños?- Preguntó acabando de apuntarlas en un pergamino dejándolo en la mesa. Este se acercó y sonrió abrazando al chico antes de besarlo.

- ¿Algo más?- Preguntó mirando la lista por encima del hombro, Regulus se apartó para poder mirarle con una sonrisa ladeada.

- Esta noche se van a dormir a casa de Cisa, podrías mirar si hay algo con lo que podamos jugar nosotros.- Murmuró notando como la mirada de su pareja se oscurecía llena de deseo.

- Bien, ahora vuelvo, cualquier problema, juraría que Sirius está en casa.- Regulus rodó sus ojos empujándolo con suavidad, James a veces se preocupaba demasiado.

Regulus dejó las verduras que tenía en remojo y caminó hasta el salón, demasiado silencioso para que dos niños estuvieran allí. Pero se sorprendió al entrar y encontrarlos totalmente embobados con el televisor muggle. Sonrió y se sentó en el sofá agarrando uno de los libros que había ahí y siguiendo la lectura. Totalmente atento a cualquier movimiento de estos y viendo como Harry hablaba con Draco cuando algo pasaba en la televisión. Para su mala suerte la atención de estos no duró mucho más en ese aparato, rápidamente buscaron los juguetes empezando a jugar entre ellos.

Unos golpes en la puerta hizo que los niños se giraran mirando ilusionados en esa dirección al ver la intención de estos de levantarse, Regulus les chistó. Estaba seguro de que James había olvidado la llave y para no asustarle no iba a usar un alohomora, así que lo que menos que necesitaba era dos niños corriendo por la calle.

- Es James, así que ahí quietos.- Les advirtió, Harry hizo un puchero, pero se sentó en el suelo de nuevo. Draco miró a Regulus antes de asentir y sentarse al lado de Harry para jugar con él.

Con los niños quietos se acercó a la puerta con una sonrisa, al abrir la puerta iba a soltar una broma por el despiste de su pareja. Pero se puso serio al ver a Albus de pie observando la calle, se giró mirándolo con una sonrisa casi tierna. Regulus tragó incómodo, tentado en avisar a Sirius para que acudiera en ese mismo momento.

- Hola querido, estaba preocupado, no me contestabais las cartas.- Dijo este con un tono dulce, Regulus vio como James se acercaba a ellos tenso, sacando la varita y el Slytherin sonrió.

- Ya, no queremos ningún contacto contigo.- Dijo notando como la máscara de amabilidad se resquebrajaba.- Hola querido, te importa dejarlo en la cocina mientras yo despacho a la visita.- Dijo haciéndose a un lado para que James entrará, este asintió mirando mal a Albus mientras Reg se apoyaba en la puerta.- Creo que es hora que te vayas Albus.- Dijo este serio y mucha rabia contenida.

Whispers and Dreams (Jegulus)Where stories live. Discover now