Capítulo 13

185 25 0
                                    

Con el sexto mes vino algo que Regulus no sabía cómo debía gestionar. Su barriga había crecido, lo suficiente para que su traje ya no le sirviera y que ningún hechizo lo tapara. Sin olvidar la parte que los médicos le habían dicho que cuanto menos hechizos le aplicara a su barriga mejor. Así que ahora estaba vestido con un abrigo largo y grande, a pesar de que el calor ya empezaba a sentirse, delante de la puerta de su jefe. Cuando la voz de este le ordenó que pasara Regulus lo hizo, se acercó viendo la sonrisa de este mientras se sentaba.

- Hola Regulus, un placer verte.- Dijo este cruzando sus brazos mientras el pelinegro sonrió avergonzado.- ¿Qué te trae por aquí?- Regulus crujió sus dedos nerviosos antes de respirar hondo.

- Hola Oliver, venía a comentarle una cosa y quería pedirle algo.- Dijo tragando saliva antes de respirar hondo. Se quitó el abrigo y notó cómo la mirada de su jefe bajaba hasta la barriga que su jersey marcaba.- Debido a mi linaje arrastró muchos hechizos que están mezclados con mi ADN, entre el cual está el de la fertilidad y gestación, independientemente de que genero seas.- Comenzó a explicar acariciando la barriga con una sonrisa al notar como el bebé se movía.- Así que venía a comunicarle que estoy esperando un bebé, ahora mismo estoy de 6 meses y mi barriga es algo que se nota bastante, por lo tanto, quería pedirle si puedo trabajar desde casa el tiempo que me queda hasta que pida la baja.- Dijo de golpe, sin apartar la mirada de las expresiones que su jefe hacía. Oliver carraspeó, poniéndose serio y respirando sonoramente, chasqueó su lengua antes de mirar los papeles que tenía encima de la mesa.

- Desde luego es una sorpresa.- Comentó este mirándolo con curiosidad.- Eso significa que vienes de una familia antigua, pero tu apellido, sin embargo, no es de los que suenan en las reuniones anuales.- Dijo inclinándose hacia delante, Regulus tragó saliva incómodo mirándolo fijamente.- ¿Así que me puedes aclarar esto Alexandre Ross?- Este apretó sus labios volviendo acariciar su barriga con suavidad, buscando la tranquilidad que necesitaba en ese momento.

- Bueno, ese no es mi nombre real.- Comentó avergonzado y un poco acojonado.- Es el nombre que adopte cuando tuve que huir de mi casa, así evitar que la oscuridad que se cernía sobre Londres nos atrapara.- Dijo notando la mirada interesada de este, Regulus acarició su cuello nervioso antes de negar con suavidad.- Soy Regulus Black, encantado.- Dijo viendo la sorpresa de Oliver, este se levantó y se sentó al lado de Regulus apoyando una mano en su brazo.

Regulus estaba seguro de que si se esforzaba lo suficiente podía ver el ansia de poder y de dinero en los ojos de este. Conocía muy bien lo que su apellido significaba en el mundo mágico, podía ver que no era algo local, sino que había pasado las fronteras. Y en ese aspecto, agradecía no ser Black ante los ojos de los demás.

- No sabía que teníamos a un Black entre nuestras filas.- Regulus sonrió incómodo, evitando mencionar la presencia de su hermano en el departamento de aurores, tres plantas más abajo.- Está claro que puedes hacerlo, no pondría impedimentos para que alguien de tu clase no llevara a buen término su embarazo.- Regulus sacó su varita antes de recitar un obliviate, no sabía lo que sería capaz de hacer ese hombre con la información que le había dicho.

- Muchas gracias jefe, mañana mismo empezaré mi trabajo desde casa.- Dijo abrochándose la chaqueta, Oliver negó con suavidad y parpadeó volviendo a la realidad. Simplemente, aceptó, recordando haberle dado permiso para que trabajara desde casa, pero no recordaba el motivo.

- Sí, de acuerdo...- Murmuró llevando su mano a la cabeza, Regulus salió con una sonrisa.

Bajó a la planta de los aurores y se detuvo delante de la secretaría, está al verlo, frunció su ceño, pero este pidió que llamara a James. Potter no tardó en llegar dónde estaba y al verle se acercó abrazándolo antes de dejar un beso en los labios de este. Los pulgares de James acariciaron la curvatura de la barriga de este de forma disimulada, Regulus sonrió subiendo su cara y mirando a los ojos de este.

- A partir de la semana que viene trabajaré desde casa.- Susurró entrelazando los dedos en la nuca de James.- Así que podrás dejar de preocuparte por mí y de hacer viajes a mi planta.- James sonrió avergonzado acercándose y dejando un beso en los labios de este.

- Está bien, tendrás nuestro apoyo cuando lo necesites.- Murmuró acariciando de nuevo la barriga. Regulus se rio antes de separarse y despedirse de su pareja.

Caminó tranquilamente hasta la tienda de su cuñado, quería un lugar tranquilo, pero no uno que estuviera solo. Así que con esa idea, Severus era la mejor compañía. Al entrar se sorprendió al ver a tanta gente dentro, saludó a Remus que estaba cobrando y fue directo a la escalera que bajaba al taller de pociones. Severus le dio una rápida mirada al chico, que se dejó caer en el sofá, antes de volver a las pociones. Regulus no necesitó decir nada, simplemente se tumbó y cerró los ojos.

No tardó en sentir unas manos en su tripa, abrió los ojos asustados, pero solo encontró la mirada oscura de Severus, este acarició con suavidad antes de subir el jersey y untar la piel con una poción espesa.

- ¿Qué es esto?- Preguntó en un susurro relajándose ante el tacto del pelinegro.

- Es una poción que te quita las estrías, Sirius ha comentado que era algo que estaba comiéndote la cabeza.- Comentó mientras ponía un paño para dejar que esta se acabara de absorber.- La he inventado solo para ti, si funciona la patentare y la subiré para venderla.- Dijo haciendo que Regulus abriera los ojos, lo miró con el ceño fruncido antes de negar divertido.

- Soy tu conejillo de indias.- Comentó cerrando los ojos, perdiéndose la sonrisa de Severus.

- Se podría decir.- Dijo volviendo a preparar pociones, Severus le dio una mirada rápida notando como este estaba dormido. Así que se levantó quitándole el paño, arregló su ropa hechizando el sótano para que estuviera fresco.

Severus siguió trabajando hasta que Remus bajó a por él, después de haber cerrado la tienda. El lobo acarició la mejilla del chico antes de sentarse enfrente de Severus, que le dio una rápida mirada mientras ponía un hechizo a las pociones para que no se estropeara. Remus se apoyó en su mano antes de suspirar con pesadez, hacía ya mucho tiempo que Sirius y él esperaban que Severus le dijera algo.

- ¿Sabes que no podremos esperar toda la vida, verdad?- Preguntó Remus consiguiendo que Severus lo mirara a los ojos.- Nos gustas, pero no nos tendrás siempre esperando tu aprobación.- Dijo antes de levantarse y acercarse para levantar a Regulus y volver a casa.

- ¿Y cómo quieres que hagamos esto?- Preguntó viendo como Remus se detenía antes de despertar a Black.- Somos tres personas, tú eres un lobo, por lo tanto, eres territorial, Sirius tiene pinta de ser muy celoso, así que Remus perdóname, pero no quiero una relación tóxica.- Dijo acercándose a él mirándolo serio.- Suficiente mierda he vivido ya como para ahora meterme en una relación de ese tipo.- Dijo negando, el lobo se acercó y acarició la mejilla de este, haciendo que levantara un poco la mirada para mirarse. Remus se acercó y lo besó, intentando borrar los miedos de este.

Porque el lobo no pensaba igual, su lobo no se había mostrado molesto cuando los pilló besándose en el salón, sino que todo lo contrario. Y sabía muy bien que Sirius estaba deseando verlos besarse o follar. Se separó notando la respiración acelerada de este, como las manos se aferraban a su jersey, evitando que se alejara más.

- Yo no creo que entremos en una relación tóxica, soy territorial, pero tú no serías un intruso y Sirius está deseando vernos juntos, así que Severus, esta relación sería de todo menos tóxica.- Susurró acercándose y volviendo a besarle. Severus jadeó, dejándose llevar, cerró los ojos, disfrutando por primera vez el contacto íntimo con otra persona.

Y ambos estaban tan concentrados en el otro que se asustaron cuando la voz de Regulus les interrumpió, este se rio al verlos mirarlo como si se hubieran olvidado de su presencia. Remus carraspeó mirándolo con una sonrisa mientras rodeaba los hombros de Severus.

- Deberíamos volver a casa, nuestros chicos ya estarán llegando.- Dijo el lobo ignorando la mirada divertida de su cuñado, sabía que Sirius y él había compartido conversaciones sobre la relación que tenían y querían tener, así que no debían disimular.

Whispers and Dreams (Jegulus)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن