Capítulo 19

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1 año

La llegada a Londres había sido muy movida, no solo por volver a tener sus nombres de nuevo y olvidarse de sus identidades falsas. Si no porque descubrieron que los Potter habían muerto hacía unos días, en extrañas circunstancias, pero el caso había sido cerrado por los aurores. Los Lupin, para la suerte de Remus, estaban bien. Pero claro, James había quedado destrozado. Ese había sido uno de los motivos que había hecho que Severus se convenciera de mudarse definitivamente a Londres.

Por eso, cuando volvieron para preparar la mudanza, se dieron cuenta de que ese era el momento para destruir el Horrocrux, si lo destruían en Estados Unidos sería difícil que lo relacionarán con ellos en Londres. Así que el último día los Gryffindors y el niño se fueron primero, dejando a los Slytherin a cargo de destruir una parte más de su pasado. Fue Severus el que conjuró el fuego y ambos vieron como el relicario brillaba de color verde antes de que un grito se escuchara y el relicario quedara hecho cenizas. Ambos suspiraron caminando hacia los trasladores, ese era su nuevo comienzo.

Así que en ese momento estaban desempacando sus cosas en la casa del Valle de Godric, lugar que a Severus y a Regulus no les había entusiasmado mudarse. Pero que en verdad agradecían, porque era un pueblo pequeño y tranquilo. Como en Estados Unidos, el trío había comprado la casa de al lado, y Remus había estado mirando alguno de los locales del callejón Diagon, aunque mantendrían el negocio que había consolidado en su otro local, teniendo así dos tiendas.

La casa era un edificio de dos pisos de tamaño cómodo para una pequeña familia como ellos. Esta tenía dos habitaciones en el segundo piso, así que la más grande se convirtió en el dormitorio de la pareja, y la otra en el dormitorio de Harry. La decoración había estado de mano de Regulus mientras que James había conseguido ganar la batalla y había podido poner estandartes de Gryffindor en la habitación del niño.

La casa del trío tenía una distribución parecida, lo único que su segunda habitación había acabado siendo un despacho con sofá cama, por si había alguna pelea entre estos.

Para suerte de James y Sirius los aurores al conocer el motivo por el que la MACUSA los había despedido, les había dado una plaza sin preguntarles mucho más. Así que ambos volvían a estar en funcionamiento. Regulus había decidido enfocarse en la tienda del Slytherin y el lobo, se había dado cuenta de que estos dos no podían con la contabilidad, los encargos, la fabricación y la venta. Así que se había convertido en el contable y responsable del papeleo de estos. Siendo las tiendas de pociones el mayor ingreso de Galeones que tenía la familia en general.

Las manos de James rodearon la cintura de Regulus antes de dejar un beso en el cuello de este. El chico paró de colocar los libros y se dejó mimar un poco por su pareja.

- ¿Te gusta?- Preguntó James, refiriéndose a la casa y a su nueva vida. Este se giró mirándolo con una sonrisa mientras entrelaza sus dedos en la nuca de Potter.

- Me encanta cualquier lugar donde estáis vosotros.- Dijo recibiendo un beso de James, unos tirones en sus pantalones hizo que ambos se miraran divertidos.

- No, no.- Se quejó Harry tirando de nuevo de los pantalones de estos. James lo cargó y Harry miró serio a los dos adultos.

- ¿No puedo darles besos a papá?- Preguntó Regulus apoyándose en el pecho de James, el niño negó poniendo un puchero.- ¿Ah no? Pues mira.- Dijo acercándose y dejando un beso en la mejilla de James, Harry alargó su mano para separarlo mientras negaba.- James es mío.- Harry hizo un puchero y comenzó a llorar.

- ¿Por qué te gusta tanto chincharle?- Preguntó divertido James mientras intentaba calmarlo un poco.

- Porque es igual de llorica que tú.- Regulus esquivó el cojín antes de que le diera mientras se reía alejándose de ellos.

Whispers and Dreams (Jegulus)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ