Capítulo 7

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Al final el viaje al centro de Nueva York mágico se retrasó dos días, ambas parejas habían pasado mucho tiempo inaugurando ambas casas. Los cinco amigos habían llegado riendo y hablando como si toda la vida hubieran sido familia. Sirius y James se separaron para ir a pedir empleo al magicongreso, los otros tres se dirigieron a la zona comercial. Regulus con intención de comprar una varita y los otros dos en busca de algún local que se ajustara a sus necesidades. Regulus entró en la tienda de varitas, mientras que los otros dos se quedaron fuera esperándolo.

- ¿Crees que nos lo concederán?- Preguntó Remus apoyándose en la pared mientras Severus caminaba delante de él con calma.

- ¿El local?- Preguntó el pelinegro mientras lo miraba deteniéndose delante de él. Remus asintió con suavidad.- ¿Por qué no lo harían?- Preguntó de nuevo Severus, Remus hizo una mueca incómoda encogiendo los hombros.

- Somos dos chicos de dieciocho años, que quieren montar una tienda que estoy seguro de que ya hay.- Dijo apretando los labios.- Además, no nos engañemos Severus, a mí se me nota a leguas lo que soy, y a ti no hace falta que se te vea la marca para saber de lo que huimos.- Dijo finalmente mirando alrededor, asegurándose de que nadie los hubiera escuchado. Severus se rio y se acercó a Remus con una sonrisa leve en su boca.

- Le das demasiadas vueltas a la cabeza.- Murmuró este acunando las mejillas del lobo, obligándolo a mirarle a los ojos.- Si lo que te preocupa es solo eso, cierra los ojos.- El lobo lo miró inseguro, pero dejó salir el aire y asintió cerrándolos. Notó un cosquilleo en la cara y segundos después los dedos de Severus acariciaban sus mejillas de nuevo.- Ábrelos.- Pidió en un susurró, Remus obedeció y se dio cuenta de que Severus estaba muy cerca de él, con una sonrisa en sus labios.

Sin decir nada más, Severus conjuró un espejo y el lobo jadeó al ver su cara, ni una cicatriz se podía apreciar, y aunque sabía que era un hechizo, no podía evitar ver como hubiera sido su vida si ese lobo no le hubiera mordido. Una lágrima cayó por su mejilla y Severus la limpió.

- Gracias.- Susurró el lobo antes de carraspear y separarse cuando la puerta de la tienda de varitas abrió. Regulus lo miro, deteniendo su mirada en el lobo y mirarlo aun más sorprendido.

- Wow, te queda bien.- Dijo mirando la cara del lobo, pero hizo una mueca.- Pero me gusta más con tu cara normal.- Dijo antes de enseñarles la varita que había conseguido, casi idéntica a la última, pero con runas de protección en el mango.- Ya vuelvo a estar completo.- Dijo con una sonrisa satisfecha. Severus se rio negando y revolviendo el pelo a Reg antes de comenzar a caminar hacia el local que estaba vacío.

Los otros lo siguieron deteniéndose al lado de este mientras el Slytherin tocaba el cartel de contacto con la varita. Solo unos segundos más tarde una mujer apareció y los miró con el ceño fruncido. Carraspeó llevando sus manos a la espalda y poniendo una sonrisa tensa.

- ¿Qué desean?- Preguntó pasando la mirada por cada una de las personas ahí paradas.

- Hola, queríamos ver los locales disponibles en esta zona.- Dijo Severus poniendo un mechón detrás de su oreja y sonriéndole.- Nos gustaría montar una tienda de libro y pociones, así que necesitaría una con un sótano equipado para realizarlas.- Pidió Severus con un tono demasiado educado, Regulus y Remus se miraron antes de hacer una mueca divertida.

La mujer lo miró con los ojos entrecerrados, pero simplemente sonrió y asintió, comenzando a pasear hacia el final de la calle, los demás le siguieron, si no les había enseñado ese local no sería adecuado para lo que demandaban. Se detuvo en uno que quedaba entre una tienda de pastelitos y una de joyas.

- Esta tienda era una librería, por lo tanto, las estanterías y todo lo que podáis necesitar vendrían incluido.- Dijo abriendo la puerta y entrando, los otros tres la siguieron y miraron sorprendidos lo bella que era. Todo en tonos caoba y blanco.- Debido a que se creó cuando la amenaza de Grindelwald, dispone de un sótano secreto totalmente equipado para hacer pociones de contrabando.- Comentó moviendo una de las estanterías, los cuatro bajaron y Severus tomó la iniciativa al ver una mesa con varios calderos, balanzas, frascos de vidrio, cuchillo de plata y otros materiales diferentes para hacer pociones.

Whispers and Dreams (Jegulus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora