Capítulo 6

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Los nombres de los tres gryffindors habían sonado armoniosos cuando los habían llamado para recoger su diploma. Respaldados únicamente por el apoyo de los Potter, estos habían entendido que su hijo se iría fuera del país a vivir. No pusieron muchas pegas, ni preguntaron por el cuarto miembro del grupo. James se pasó la tarde tenso, no disfrutó la celebración con el único pensamiento volver al apartamento, dónde los dos Slytherin y muchas maletas los esperaban.

La mirada del de gafas se había cruzado varias veces con sus amigos, y estos parecían igual de tenso. Por suerte, la familia Black no hizo acto de presencia, y los Lupin, para pesar del lobo, tampoco. Por lo tanto, cuando llegó la hora de irse, los tres amigos se despidieron de los padres de James y fueron a las chimeneas sin que nadie los viera. Sobre todo huyendo de los ojos curiosos del director.

Para su desgracia, un viaje de ese calibre no podían realizarlo por chimenea, así que habían tenido que solicitar un traslador internacional, todos ellos con nombres falsos. Así que James, Sirius y Remus simplemente desaparecerían de la vida social de Londres, sin motivo, sin cadáver. Cuando llegaron al apartamento, Severus bloqueó la chimenea y encogió todo el equipaje antes de repartirlo. Regulus suspiró y acarició su varita con pena, no se la podía llevar, sabía que Dumbledore la tenía controlada, tanto en los hechizos que realizaba como dónde se encontraba. Así que debía dejarla atrás.

- Te conseguiré otra, igual de bonita que tú.- Susurró Potter al oído de este mientras lo abrazaba por su cintura.

- Qué empalagoso eres Potter.- Se quejó Severus poniendo una capa y tapándose la cara con la capucha.

La pareja simplemente lo ignoró y Regulus rompió la varita por la mitad, sintiendo como algo dentro de él también se rompía. La dejó encima de la mesa y tomó la mano de James antes de acercarse a dónde estaban los otros y entre Remus y Sirius les hicieron desaparecer y los llevaron a la estación. Al llegar caminaron juntos hasta los trasladores y se acercaron hasta él que los llevaría a Nueva York, uno en forma de bota. Todos se miraron y asintieron a la vez tocando la bota. Los retortijones y el mareo fueron horribles, y hasta que no aterrizaron en los Estados Unidos no se les pasó esa sensación.

Severus fue el primero en recomponerse y les pasó un frasco de poción para el mareo, ninguno puso objeción a darle un trago. Ahora solo les quedaba llegar a la parte mágica de la ciudad y encontrar las casas que habían comprado. Y de nuevo fue Severus el que se puso en marcha y los guio hasta dónde él creía que estaba la entrada.

Y únicamente cuando llegaron a la parte mágica de la gran ciudad, todos se permitieron respirar tranquilos. James relevó a Severus y los guio hasta la zona dónde estaban sus residencias. Una zona apartada y tranquila, ideal para que todos llevaran a cabo una vida sin llamar la atención. Con el dinero de los Potter y él que tenían, Sirius había comprado dos casas, una al lado de la otra. Así que todos sabían dónde vivirían menos Severus, él era el único que había decidido no decir su elección.

Cuando llegaron los cinco se quedaron fuera, mirando las dos casas. Estaba seguro de que los vecinos pronto los mirarían raro, pero aún no acaban de creérselo. James abrazó los hombros de Regulus dándoles suaves caricias en el brazo.

- Creo que primero deberíamos entrar todos por ahora aquí, después si queréis os vais a la otra.- Dijo James mirando al lobo y a Black, estos asintieron y todos entraron a la casa.

Se repartieron entre los sillones, dejaron salir un suspiro de alivio a la vez. Se quedaron en silencio, mirándose, nadie se atrevió a hablar, ni a moverse. Las emociones de esos últimos días habían hecho estragos en ellos. James se enderezó y sonrió de forma temblorosa.

- Estamos a salvo...

- Por ahora.- Lo interrumpió Severus, ganándose una mirada sería de James.- ¿Qué? Es la verdad.- Dijo este recogiendo su pelo en una coleta baja.- No sabemos hasta dónde llegará la maldad del señor oscuro.- Dijo Severus encogiendo los hombros, Regulus asintió de acuerdo con las palabras del Slytherin.

Whispers and Dreams (Jegulus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora