Capítulo 15

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El octavo mes se le estaba haciendo pesado, por eso evitaba salir de casa lo máximo posible, su barriga había crecido demasiado, apenas se podía mover y había optado hasta traer un elfo doméstico para qué le ayudará. Y ese aislamiento lo estaba volviendo un poco loco. El chico sintió un beso en su frente consiguiendo que saliera de su sueño.

- Me voy a trabajar, Remus vendrá luego a pasar contigo la mañana y para ir al medimago, hoy Severus se encarga de la tienda.- Murmuró antes de dejar otro beso en su cabeza, Regulus se quejó aferrándose a la manga de James y deteniéndolo, James espeó para ver qué quería su pareja, pero este simplemente llevó la mano de Potter a la barriga, notando al instante como el bebé se detenía y dejaba descansar del todo.

- Ten cuidado, y por favor, vuelve.- Susurró sin abrir los ojos, James sonrió acercándose y dejando un beso en los labios de este.- Te quiero.- Murmuró quedándose dormido de nuevo.

James salió de la habitación cruzándose con Tidy, la Elfa doméstica que había traído a casa.

- Tidy vigílalo y ayúdale en lo que necesite.- Dijo antes de sacar un dragot para la Elfa, notando la mirada sorprendida de este.- Es para ti, cómprate lo que necesites.- Dijo antes de irse, aunque sabía que la Elfa intentaría devolverlo durante tres días.

Regulus se movió quejándose y escuchando el pluff de la aparición a los segundos, no necesitó decir nada para que Tidy lo ayudara a sentarse en la cama. Acarició su barriga y sonrió al notar una patada especialmente fuerte de su bebé.

- Buenos días a ti también.- Susurró mirando a la Elfa que esperaba órdenes.- ¿Tidy podrías preparar el baño con agua caliente y la poción que Severus trajo para el dolor muscular?- Esta asintió y se fue dejándolo solo. 

Regulus abrió el último cajón de su mesilla y sacó el joyero. Hizo la tapa transparente y miró con un suspiro el relicario, este brillaba con una suave pulsación verde, negó con cansancio. No habían encontrado forma de destruirlo sin que eso les descubriera a ojos del mal que asechaba Londres.

- ¿Qué haces con algo tan oscuro?- Regulus levantó su mirada, viendo a Remus apoyado en la puerta, mirando con ceño fruncido lo que tenía en las manos.

Y aunque estaba claro que los hechizos del joyero no dejaban que nada de magia saliera, su lobo había sentido la magia oscura nada más entrar a la habitación. Regulus no se movió, Remus se acercó y se sentó al lado de este mirando el relicario que estaba dentro.

- Es un Horrocrux de Voldemort.- Dijo ganándose una mirada sorprendida del lobo, que miró con más atención el objeto.- Mi misión era esconderlo, ponerlo en un sitio seguro, su idea era que lo dejara en una cueva protegida de inferis.- Murmuró tocando la tapa del joyero y guardándolo de nuevo.

- Eso te hubiera matado.- Comentó Remus sorprendido, el chico sonrió triste apoyando su cabeza en el hombro del lobo.

- Lo sé, casi mata a Karcher, así que decidí que ese era el mejor momento para irme.- Dijo mientras se enderezaba y estiraba sus brazos para que el lobo le ayudará a levantarse.- Pero me dije a mí mismo que no podía irme con las manos vacías.- Dijo con una sonrisa, Remus negó ayudándolo y viendo como Tidy salía del baño antes de desaparecer.

- Te arriesgaste mucho, aún te estás arriesgando.- Dijo Remus caminando detrás del chico, vio como este miró a la bañera con una mueca seria antes de desviar la mirada al lobo.

Suspiró y se quitó la ropa dándole la espalda a Remus, este se acercó y le ofreció su mano como ayuda para que entrara. Cuando estuvo dentro se sentó y dejó que el agua le cubriera hasta el cuello, Remus tomó el banquito que había en un rincón del baño, y que estaba muy seguro de que James usaba para quedarse al lado de Regulus en sus baños.

Whispers and Dreams (Jegulus)Where stories live. Discover now