Capítulo 20

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Mientras desayunábamos, Fiorella me contó cómo estuvieron las cosas: ella y Colec recién salían del mismo hospital, después de una cita a la que él insistió en acompañarla, en fin, camino al auto, la chica recordó que había dejado olvidados unos papeles en el consultorio y Colec regresó corriendo por ellos, fue ahí que una camioneta que transportaba a un paciente en estado grave lo golpeó.

»Entre lo ocurrido, la presión, el miedo, y otras cosas, Fiorella no tuvo oportunidad de ocuparse de su teléfono sin batería hasta muy tarde, cuando le prestaron un alimentador y así respondió a mi llamada.

Pienso que lo que le asustó fue sentirse sola en ese momento, pues ahora luce más serena y en definitiva debe ser por Lía, no por mí.

De vuelta en la clínica, entré a ver a Colec mientras su novia firmaba unos papeles de la estadía del sujeto.

—Luces mejor de lo que esperaba —apunté.

—... —Colec intentó reír, en cambio, emitió un quejido de dolor—. Me salió barato.

—Fiorella está muy preocupada, ¿quieres ponerte bien?

—Lo intento... —se sentó en la cama.

Lo inspeccioné con la mirada.

—¿Quieres que le diga a Alicia?

—¡No! —respondió de inmediato, algo asustado—. No le digas a nadie.

—¿Ni a Héctor?

Colec me volteó a ver con evidente fastidio y la verdad es que todo lo que intentaba con mi sugerencia era eso, importunarlo.

—Fiorella me dijo que quieres saber por qué nos llevamos tan mal.

—No te pregunté a ti, ya que no pensé que estuvieras dispuesto a hablar, pero sí.

—Pues... —se lo pensó—. Luego te digo, primero deja que salga de aquí.

Por lo menos ya tengo una oportunidad de enterarme cuál es la situación entre estos dos, algo que me despierta bastante curiosidad.

Los días siguientes, Fiorella fue la encargada de ir a visitar a Colec de vez en cuando. Yo no quise volver a presentarme a razón de que ambos me sugirieron ir a una revisión aprovechando que estaba en el hospital, para ver en qué estado se encontraba mi muñeca, así que me rehusé a regresar ahí.

Pasada una semana, permitieron que Colec saliera del hospital. Durante ese tiempo, la escuela estuvo cerrada y así se mantendrá hasta que al herido por lo menos le sea posible salir de la cama sin ayuda. El médico dijo que sufrirá dolores de espalda constantes y le costará trabajo caminar con normalidad, sin embargo, eso será tratado con medicación y terapia que él mismo puede hacer, fuera de eso, está en perfecto estado.

Previo a que le consintieran el alta, ayudé a Fiorella a acomodar la cama para Colec, así como despejar la habitación de ambos, pues ella deberá estar entrando y saliendo, al igual que yo, para cuidar del convaleciente, a quien le fastidia la sola idea de no poder atenderse por sí solo.

—Pensé que Lía estaría por aquí —mencionó Fiorella en la cocina, al mismo tiempo que llenaba una jarra con agua para subirla a su habitación.

—... —hice una mueca de no saber de qué me estaba hablando.

—¿Sabes algo que yo no? —preguntó con sarcasmo.

—No —respondí imitando su tono e intención.

—... Ajá... —musitó—. La dirección de su casa está en la agenda, por si hay algo de lo que tengas que hablar con ella.

Sus palabras significan que supone que algo le hice o dije como para que dejara de aparecerse en estos momentos, y no se equivoca.

[4] CCC_Viraha | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now