CAPITULO 2

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Julen

Terminó el homenaje a mi padre y me percate que mi madre no ha aparecido en toda la ceremonia. Eso me enfurece porque ella misma me pidió hacer este pequeño discurso cada año.

— ¿Está todo bien? — pregunta mi mano derecha y niego con la cabeza varias veces.

— ¿Quién fue la persona que nos pidió hacer este homenaje a papá cada año? — cuestiono mientras miro un documento que no entiendo nada.

— Creo que fue nuestra madre — responde y rio sin gracia.

— Y ella no estuvo hoy con nosotros — hablo pensativo.

— Tendrá sus razones ¿No te gusta hacer este homenaje a papá? — interroga mi hermano menor con nervios y suspiro, me levanto de la silla, salgo de la habitación.

Desde que mi padre murió aquel día, mi madre ha estado mal. Ella anda tomando más de la cuenta también trata de quitarse la vida, no quiero que ella nos deje todavía así que uve que ordenar para que escondan todas las bebidas de la casa, tuve que mandar que no haya arma blanca cerca de ella también tuve que cerrar el balcón que está en su habitación.

Estoy pensando en llevarla a un centro de rehabilitación, pero no es solo mi decisión sino también de mis hermanos menores, ese aspecto respeto todo lo que sea por la familia, pero esto se está volviendo un caos. Necesito hacer algo urgente por ella y por todos.

— ¿Qué harás, Julen? ¿Qué haremos con mamá? — interroga con preocupación mientras mi hermano sigue mis pasos.

— Silvian, tú ya me disté tu decisión con respecto a mamá, Sergey no quiere saber nada, es más, no tengo idea donde mierda se metió. Nathaniel y Othniel no tienen la edad suficiente para tomar esta decisión así que es hora de que esto acabe de una buena vez — proclamo.

— ¿Lo llevaras al centro que dijimos? — pregunta y asiento con la cabeza.

— Es necesario. Nuestros hermanos menores necesitan de mamá y ella no está ayudando mucho ¿No crees? — hablo y asiente con la cabeza mientras hace una mueca.

— Que preparen el auto, necesito terminar esto cuanto antes. Tengo que hacer entrevistas de pasantía y de trabajo en el estudio— expreso con un tono frio, mi hermano se va corriendo a avisar.

Llego a la habitación de mi mamá, hago una seña para que los guardias me abran cuando lo hacen, miro a la mujer que me dio la vida dormida, me aproximo a ella y veo todas las pastillas que están abiertas.

Puta madre.

Compruebo si tiene pulso y suspiro aliviado, agarro a mi madre con rapidez y corro hacia la salida, mi hermano ya está en el auto.

— Cambio de planes iremos al hospital para que se le haga un lavado de estomago — explico y asiente con la cabeza.

— ¿Cómo cambio tanto nuestras vidas, Julen? No entiendo como sucedió esto. No quiero perder a otra persona más — dice con un tono entrecortado.

— Todo estará bien., ya lo verás. Ella se curará — afirmo y prometo a mi hermano, solo espero que esa promesa no sea ninguna mentira.

Una hora más tarde...

Mi madre está internada. Los doctores me dieron la noticia de que, sino veníamos a tiempo, ella podría morir por las fuertes pastillas que había tomado, se le hizo un lavado de estómago. Estamos ahora en la espera que despierte.

— Yo entraré primero. Llama a Sergey, dile lo que ha pasado y que venga aquí inmediatamente — es lo único que digo. El sale del hospital, hace la llamada empieza a hablar enojado cuando entra niega con la cabeza.

Dios ese niño es un dolor de culo.

— El no está en el país. Tiene algunas reuniones de trabajo — explica y asiento con la cabeza.

— Está bien — afirmo. El doctor viene hacia nosotros y sonríe.

— La señora Laburdi ha despertado — anuncia.

Es hora de ser un hijo de puta con ella, pero es necesario que tome una decisión. Tiene dos opciones; entrar en rehabilitación para que pueda cambiar su vida o no verles más a sus hijos pequeños. Quiero lo mejor para mis hermanos.

Entro en la pieza de mi madre, ella esta pálida y llorando, dirige su mirada hacia mí.

— Julen — me llama.

— Esta es la cuestión mamá. Tienes que cambiar de vida, no puedes seguir así. Mis hermanos te necesitan — hablo con un tono serio.

— Entiéndeme... — interrumpo sus palabras.

No quiero escuchar más sus chantajes emocionales.

— Te llevare a una clínica de rehabilitación, estarás por tres años ahí. Sino cambias en ese lapso de tiempo, tendré la custodia total de mis hermanos pequeños. No me interesará lo que hagas con tu vida, cortaré contigo todo lazo que tengamos y no podrás vernos — expreso con seriedad.

— En cambio, si en esos tres años, estas totalmente sana. Podrás regresar a nuestras vidas — hablo decidido.

— ¿Por qué me haces esto? Ya tengo suficiente con la perdida de tu padre y ahora quieres que pierda a mis hijos — llora como una niña pequeña.

— Nos abandonaste por 8 años. Pudiste hacer lo que querías en ese tiempo, ya pasó el duelo, es hora de que seas nuestra madre. No quiero que mis hermanos pequeños crezcan sin vos, pero no me estas dejando opciones — digo y salgo de la habitación ignorando sus gritos.

— ¿Todo está bien? — pregunta mi hermano con interés y asiento con la cabeza.

— Le di ultimátum. Veremos que decide — declaro.

— ¿Qué ultimátum? — pregunta empiezo a decirle todo.

— Es la decisión mas razonable ¿Ahora que haremos? — cuestiona.

— Tengo que ir a las entrevistas, si quieres puedes quedarte o pedimos a sus nuevos guardaespaldas que se queden con ella. Solo ten cuidado, no caigas en sus chantajes — menciono.

— Me quedo con mamá. Buena suerte en las entrevistas — dice mientras palmea mi hombro.

Espero que estas mujeres o hombres no me hagan perder el tiempo. 

Egoísta Pasión (#1 Príncipes Laburdi) || LUNESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora