CAPITULO 13

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Julen

Días más tarde...

Estoy en cama desde hace cinco días, me estoy volviendo loco. La mujer que tengo como secretaria, ama de llaves y chofer al mismo tiempo no me deja salir de mi propia casa. Es absurdo, yo soy el jefe, pero, por otra parte, tengo que admitir que me encanta que Karen me atienda todos los días viene a traerme las comidas. Escucho que tocan la puerta de la habitación y se abre enseguida, me acomodo en la cama al ver que Karen entra por la puerta.

— Buenos días, señor Laburdi. Vengo a verle la herida — explica y asiento con la cabeza.

Quiero que diga mi nombre.

— Las heridas están bien, puedes hacer tu rutina de siempre, pero sin tanto esfuerzo ¿De acuerdo? Tienes suerte de que no haya sido grave debes tener mas cuidado — habla con una sonrisa.

— ¿Puedo salir de la habitación? — pregunto con interés y esperanza, ella asiente con la cabeza varias veces.

— Puede levantarse de esa cama, señor Laburdi — comenta con una sonrisa. Me levanto de la cama con ayuda de Karen, amo tocar su mano es muy suave y delicada. Ella me suelta la mano lo cual me hace fruncir el ceño. Salimos de la pieza y nos encaminamos hasta la escalera.

— ¿No te duele? — cuestiona con interés y niego con la cabeza.

— Ya no me duele — contesto.

— Señor Laburdi — me llama alguien atrás mío. Observo que Lauro viene hacía mí y maldigo por lo bajo porque Karen está al lado mío.

— ¿Qué sucede? — pregunto con un tono frio.

— Necesitamos hablar — habla con el mismo tono mientras que observa a la mujer que está frente a nosotros.

— Vamos al despacho — expreso y asiente con la cabeza. Bajo las escaleras, entro a mi despacho con Lauro.

— ¿Qué necesitas? — cuestiono mientras me siento en mi sofá.

— Todas las mercaderías en están en la bodega también quería avisarle que encontramos al hombre que le hizo daño está en la bodega — informa con un tono serio y asiento con la cabeza varias veces sin decir ninguna palabra, hago una seña para que se retire y obedece al instante.

Escucho que tocan la puerta.

— Adelante — alzo la voz para que me escuche la persona.

— Señor Laburdi, voy a salir un momento — anuncia Karen, me levanto del sofá y abro la puerta.

— Iré contigo — comento con rapidez y asiente con la cabeza sin decir ninguna palabra, caminamos hasta la entrada y salimos de la casa, nos dirigimos hasta la entrada de la casa, frunzo el ceño ¿Qué se supone que haremos?

— Tengo que llamar a mi familia desde que estoy en este país no tengo contacto con ellos. Necesito saber si están bien — explica como si leyera mi mente.

— Tenemos un teléfono en la casa ¿No quiere usar ese? — pregunto con interés.

— No quiero molestar — dice con dudas y sonrío.

— No molestas para nada — es lo único que digo y damos la vuelta para ir hacia la casa. El silencio se hace presente hasta que Karen rompe ese silencio.

— Quiero agradecerle, señor Laburdi, muchas gracias por todo lo que está haciendo por mí — agradece con esa bella sonrisa que tiene en el rostro. 

Ella es tan dulce y es tan inocente, pero también tiene su carácter lo cual me encanta.

No quiero decir que me estoy enamorando porque me estaría mintiendo. Está mujer solo me estoy interesando su forma de ser.

— No hay nada que agradecer — es lo único que digo con seriedad. Ella hace la llamada a su casa empieza a llorar cuando cuelga.

¿Qué habrá pasado?

— Señorita Sacco ¿estás bien? — pregunta y niega con la cabeza.

— Mi padre ha tenido un accidente en el trabajo, está bien, pero odio estar separados de ellos — comenta con tristeza.

Odio verla así.

— Karen — grita alguien atrás de nosotros, frunzo mi ceño y me encuentro con Othniel.

— Hola Othniel ¿Qué pasó? — pregunta Karen con una sonrisa forzada.

— Estoy de vacaciones, podremos hacer varias cosas juntos — dice con emoción lo cual me sorprende.

Yo no sé podré hacer cosas juntos, yo tengo que trabajar — explica mi secretaria y mi hermano baja su mirada, se da la vuelta y se aleja de ahí.

El nunca se ha abierto con nadie. El nunca ha estado con una sonrisa en el rostro, Karen es definitivamente una persona especial entre nosotros.

— Me voy al despacho — informo y asiente con la cabeza.

Horas más tarde...

Estuve pensando en ella todo el tiempo, llevo horas en mi oficina y no puedo despejar mis pensamientos hacia otro lado.

¿Qué me está pasando? ¿Por que la señorita Sacco está en mis pensamientos si la acabo de conocer hace poco? 

Cierro mis ojos y me voy durmiendo.

Escucho que tocan la puerta lo cual hace que mis pensamientos se esfumen y hacen que me irrite más. 

— Pase — expreso con un tono frío. Silvina  se hace presente.

— Julen debemos hablar y es urgente — habla con rapidez.

— ¿Qué sucede? — pregunto mientras junto mi dos manos y me apoyo en el escritorio.

— Unas mercancías fueron robadas en el muelle cerca de aquí — informa y aprieto mi mandíbula.

Estoy casi una semana media ausente y pasa toda esta mierda.

— Vamos para allá. Quiero que se averigüe quién es el responsable de este robo y lo quiero muer...— escucho que algo se rompe detrás de la puerta y maldigo al alzar mi vista.

La señorita Sacco ha descubierto nuestro secreto.

Ella se da vuelta y corre hacia las escaleras. La persigo sin pensar dos veces cuando quiere cerrar la puerta de su habitación logro que no lo haga.

— Karen le puedo explicar todo — es lo único que suplicando para que me escuche, escucho que traga saliva y me observa con sus ojos sin ninguna sorpresa.

— Señor Laburdi ya sabía su secreto desde hace tiempo — explica con tranquilidad y la miro sin entender.

— No me querías decir que tenía una agencia de policías y es normal. No sé preocupe por mi, no le contaré a nadie — dice decidida y trato de no reir a carcajadas porque es absurdo que tenga una agencia de policías ya que ellos son los que me buscan a mí.

No contesto o respondo nada solo me aproximo a ella y acaricio sus mejillas.

No aguanto más, tengo que besarla.

— Señorita Sacco usted es una mujer bastante peculiar y eso me gusta — hablo y me acerco a su rostro, le doy un beso en los labios sin pensar dos veces lo cual ella se sorprende y duda en aceptar mi beso.

Nos separamos del beso y me alejo un poco de ella, observo que está sonrojada y baja su cabeza, sonrío por ello.

Quiero averiguar que me atrae de ella ¿Qué conexión podríamos tener? Solo espero que pueda protegerla de todo.

Egoísta Pasión (#1 Príncipes Laburdi) || LUNESWhere stories live. Discover now