Egoísta Pasión (#1 Príncipes Laburdi) || LUNES

CAPITULO 18

Julen

El camino hasta la casa ha sido en completo silencio, observo de reojo a Karen quien mira la ventanilla, suspiro frustrado.

¿Por qué me ocultó lo que sucedía con mis hermanos? ¿Por qué mis hermanos me ocultaron algo delicado? Ellos no volverán a pisar este instituto hasta que yo diga, les daré el espacio.

- Julen, necesito hablar contigo de algo importante - rompe el silencio mi hermano Nathaniel con un tono entrecortado y frunzo mi ceño mientras asiento con la cabeza.

- ¿Sobre qué es? - pregunto y niega con la cabeza mientras señala a Othniel, asiento con la cabeza varias veces.

¿Será que algo más sucedió con Nathaniel? ¿Qué fue lo que pasó?

Minutos más tarde...

Estoy con Nathaniel en mi oficina, esperando que me diga lo que pasa, presto atención cuando miro que está apareciendo lágrimas en su rostro y me preocupo por ello.

- ¿Qué sucede, Nathaniel? Puedes contarme, resolveré cualquier cosa por ti, sabes que los Laburdi nos ayudamos entre todos - hablo con un tono suave mientras me aproximo hasta él y me pongo en cuclillas.

- El director del instituto. El me... - todos mis sentidos de furia empezaron a tornarse rojo al escuchar lo último, me importa un carajo, todo lo que pasa o lo que va a pasar.

- ¿Desde cuándo? - pregunto entre dientes y tratando de no explotar, mi hermano baja su cabeza.

- Hace unos meses. Tenía miedo porque me amenazaba con hacerle daño a Othniel y no quería que le sucediera nada - explica con un tono bajo.

Con razón estaba raro.

- ¿Por qué no acudiste a mí? - cuestiono con un tono dolido.

- Tenía miedo. Me siento sucio, avergonzado porque no me defendí es mi culpa sentirme así - confiesa y niego con la cabeza.

- No es tu culpa, Nathaniel. Voy a resolver este problema ¿De acuerdo? Ese hijo de puta no te molestará más - prometo y mi hermano comienza a llorar con fuerza, tapa su rostro, no para de llorar.

- No irán al instituto. Se quedarán aquí - hablo y asiente con la cabeza varias veces, seca sus lágrimas.

- Yo quiero encargarme del director, Julen. Quiero verlo sufrir - suplica, me mantengo en silencio porque no sé qué decirle, me acerco a él, abrazo a mi hermano.

- Tienes que descansar, hermanito. Prometo encargarme de todo esto - hablo con un tono suave. Escucho que la puerta se abre y dirijo mi vista hacia ahí, Silvian está parado frente nosotros y asiente con la cabeza indicando que el director está en el sótano.

Es hora de la acción. Ese ser asqueroso pagará por lo que le hizo a Nathaniel, me importa un carajo todo.

Me encuentro en el pasillo con Karen, se nota que está preocupada por mi hermano pequeño así que me acerco a ella.

- Cuida de mi hermano, pequeña. Me haré cargo de ese hombre - comento y ella asiente con la cabeza, me doy vuelta para irme de aquí.

- Julen - me llama y observo sobre mi hombro.

- ¿Qué sucede? - pregunto.

- Haz que sufra ese hijo de puta - dice con un tono serio y asiento con la cabeza.

Oh, cariño. Eso es lo que haré.

Me voy de la casa principal, entro al sótano y observo con asco al pedófilo que está frente mío.

- Te atreviste a tocar a mi hermano pequeño, maldito idiota - rugo enojado y el director tiembla con miedo, observo que se orina en su pantalón empiezo a reír a carcajadas junto con mis hombres.

- No le he hecho nada todavía y ya se orina en los pantalones - me burlo sin gracia, me aproximo al hombre y golpeo su estómago, se queja de dolor.

- Haremos esto de una buena vez. No jugaré contigo porque me das asco, pedófilo de mierda ¿Te gustaría probar lo que hiciste a mi hermano pequeño? - pregunto con asco, no espero una respuesta por parte de él así que hago una seña a uno de mis hombres.

- Quítenle el pantalón - ordeno con un tono frio.

- Por favor. No volveré a hacerlo - suplica, pero ignoro completamente las suplicas del idiota, hago una seña para que hagan lo que quieran con este hombre, minutos después, veo que el hombre está totalmente ido.

- ¿Ves lo que se siente? Es horrible ¿verdad? Eso sintieron los niños a lo que le hiciste mierda su infancia, director - gruño enojado y agarrando de su cabello, el se queja de dolor.

- Es hora de que vayas al infierno - es lo único que digo antes de matarlo.

- Limpien todo - ordeno de nuevo y mis hombres empiezan a hacerlo.

- Esto es lo que sucederá a partir de mañana; el día en el que sus hijos vengan a decirles que fueron maltratados o fueron victimas de abuso, nos encargaremos. Los niños no se tocan, los niños y las mujeres son sagrados ¿De acuerdo? - hablo con un tono serio, mis hombres asienten con la cabeza varias veces.

- Tienen el día libre. Vayan a descansar hemos pasado mucho hoy - manifiesto mientras que me limpio las manos luego me quito la camiseta para tirarlo en el bote de basura.

Salgo del sótano, me encamino hasta la casa, al entrar, miro que Karen está en la sala de estar, se acerca a mí y muerde sus labios al verme sin camisa.

Que atrevida me salió esta mujer.

- Me puedes quitar una foto si quieres - digo en forma de burla y se sonroja al instante luego sacude su cabeza, el silencio se hizo presente, me acerco a mi novia y beso sus labios, al alejarnos, acaricio la mejilla de mi mujer. Escuchamos que alguien aclara su garganta, nos damos vuelta y observamos a todos mis hermanos con los brazos cruzados.

- ¿Son novios? - preguntan todos al mismo tiempo, Karen me sonríe y entrelaza nuestros dedos, asiente con la cabeza varias veces.

- Soy novia de su hermano - confiesa.

Ella es mi novia, oficialmente es mi novia y no cuesta admitirlo.

- Ya era hora - dicen todos al mismo tiempo.

- Todo el tiempo supimos que estaban junto - confiesa Sergey con tranquilidad.

- No me importaría tener a Karen como nuestra cuñada, ella es muy buena y nos defiende también - comenta Othniel con alegría, viene corriendo hacía mi novia, el abraza a mi mujer quien sonríe luego me observa.

- ¿Qué tal está Nathaniel? - pregunto y mis hermanos bajan la cabeza.

- El no quiere hablar con nadie - confiesa Silvian y Othniel asiente con la cabeza varias veces.

- ¿Solucionaste el problema? - pregunta Sergey y afirmo con la cabeza.

- Lo hice. Ya no le molestará más - confirmo y todos suspiran de alivio.

Para mi hermano será difícil todo esto, pero estaremos aquí para apoyarlo si nos necesita.