Egoísta Pasión (#1 Príncipes Laburdi) || LUNES

CAPITULO 23

Julen

Minutos más tarde...

Hace unos minutos mis hombres trajeron al esposo de mi clienta en el sótano. Observo que el hombre está inconsciente y sonrío por ello.

Por otro lado, mis hombres le dieron una buena paliza al hombre de traerlo aquí. Hicieron daño a una mujer del clan encima que estaba embaraza. El clan Laburdi tiene una sola regla con respecto a las mujeres; la primera es no tocar, lastimar a ninguna mujer que sea parte del clan o estarás condenado a muerte. La señorita Park vivía en mi territorio también era mi cliente en el buffet, ella trabajaba en una de mis compañías así que por eso la conocí perfectamente.

Ella era mi mejor amiga, era la persona que me hizo abogado. Lisa Park era importante para mí y este hombre le hizo daño, pagará las consecuencias por ello.

— Levántenlo con agua fría — ordeno con un tono brusco y uno de mis hombres acata la orden que di, derrama el balde de agua fría por todo el cuerpo del idiota que tengo frente a mí, el hombre se despierta y asustado mira su alrededor luego me observa con miedo.

— ¿Me recuerdas? — pregunto con un tono serio, pero no contesta.

— Esta mañana encontraron a tu esposa muerta. Me supongo que tú tienes que ver algo con esto — anuncio, escucho que traga saliva.

— Preguntaré una vez y si me mientes, te mataré ¿Tuviste algo que ver con esto? — cuestiono y niega con la cabeza varias veces.

— No tuve nada que ver. Estuve en el bar bebiendo ni siquiera le vi. Tengo una coartada — explica con rapidez y con temor.

— De acuerdo, hare como que te creo. Uno de mis hombres irá a investigar las cámaras de seguridad de la casa si encuentro tu trasero ahí. Eres hombre muerto — hablo con un tono serio y tranquilo hago una seña al hombre para que vaya a hacer lo que le ordené, observo fijamente al esposo de mi clienta.

— Yo amaba a Lisa jamás haría daño a ella — comenta.

— ¿Por qué querías divorciarte de ella? — pregunto con un poco de duda.

— Porque ella estaba en peligro conmigo — confiesa.

— No comprendo — es lo único que digo y el suspira frustrado.

— Debo plata a varias personas peligrosas incluyéndote, Julen. Mi vida económica está horrible y tengo un juicio. Ella murió por mi culpa. Mi familia murió por las malas decisiones que he hecho en mi vida — explica sollozando.

No sentiré pena por él, no se lo merece porque toda su vida ha tratado mal a Lisa y ahora se quiere sentir culpable de lo que sucedió ¿Por qué no sintió culpa antes?

Minutos más tarde...

Entran mis hombres al sótano, confirman lo que este hombre dice el no mató a Lisa entonces ¿Quién fue?

— Los vecinos dicen que los hombres no eran del barrio, jefe — explica uno de los hombres y asiento con la cabeza, miro fijamente al secuestrado, pienso que hacer con él.

— Sigan buscando más información. Encierren al hombre en la habitación — ordeno.

— jefe ¿Qué haremos con el perro? — cuestiona con interés uno de mis hombres.

— El perro se queda con nosotros — dice una voz atrás de nosotros, todos nos damos vuelta y observamos a mi mujer con los brazos cruzados.

¿En qué momento llegó al sótano?

— Nathaniel necesita compañía así que el perro se quedará con él — comenta mientras se acerca hasta mí, trato de hablar, pero ella me da una mirada de advertencia.