10. Arcoiris

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Aren Ryker

Me doy la vuelta y observo a Aura alejarse cada vez más de mí. Yo quería pasar una noche tranquila, con ella y sin pensar en apuestas estúpidas; y el maldito de Kris lo arruinó. De todas las fraternidades del mundo, tenía que venir justo a esta.

Aunque todavía quedan esperanzas de salvar la noche.

-No quiero que te acerques a ella- advierto con la mandíbula tensa.

-¿Crees en el karma, Aren?- inquiere con una sonrisa siniestra que no se parece en nada a la del Kris que yo conocí-. Es una ley del universo o algo así, todo lo que haces se te regresa tarde o temprano.

-No estoy aquí para que me leas el horóscopo, gracias- le digo con ironía.

-Ni siquiera deberías estar aquí- escupe-. ¿A qué viniste? ¿A jugar con alguien más? ¿Le vas a hacer lo mismo que le hiciste a ella?

-Estoy cansado de repetirte que lo pasó fue un accidente.

-No me importa si fue un accidente o no, Aren, lo que importa es que tú estabas allí, y no hiciste nada para detenerla.

-Ya estoy harto de ser el villano cuándo tú cuentas la historia- ataco. Me imagino que tengo los nudillos blancos por la fuerza con la que estoy apretando los puños-. ¿Y lo que tú me hiciste a mí? ¿También fué un accidente?

-El karma existe y es una mierda.

No sé que es lo que más me molesta. Si lo que dice o cómo lo dice; con esa tranquilidad imperturbable que solo me recuerda a la calma antes de la tormenta.

-Entonces ya estamos a mano ¿No?- señalo y doy un paso atrás. No quiero llegar a los golpes así que tengo que controlarme-. Si te atreves a tocarle un pelo, te juro que me voy a encargar de que pagues con creces ese dichoso karma del que tanto hablas.

-No voy a hacer nada que ella no quiera.

-Veamos si así te queda claro: Ya no soy el chiquillo de dieciséis años que se quedaba callado ante el capitán del equipo, ahora yo soy el capitán; y te juro que si te veo cerca de ella, hablándole o tan solo respirando en su dirección, no me hago responsable de lo que pueda hacer.

-Nos volveremos a ver, niño bonito- da un paso atrás, y luego otro y otro-. Y no vas a poder evitar que el universo me una a ella.

-¡Métete tú dichoso universo por el culo!

Es probable que me esté equivocando al amenazar a alguien que es dos años mayor que yo y que además ya me ha dado dos palizas; pero prefiero arriesgarme a recibir una tercera a qué él se acerque a ella solo por tocarme las pelotas a mí.

Espero hasta que Kris desaparece en la cocina para darme la vuelta y regresar sobre mis pasos para seguir a Aura. Ruego porque la reina del drama no se haya ido todavía porque estaría jodido.

Salgo de la casa y cruzo todo el jardín en busca de la pelinegra y contengo las ganas de pegar un brinco cuándo la veo muerta de la risa delante del que me imagino es su auto. Tan hermosa siendo ella misma, cómo me gustaría verla así no solo cuando está borracha.

Camino hasta detenerme a dos pasos de ella. ¿Que creen que haga si me lanzo sobre ella y la beso hasta dejarla inconsciente? Porque eso es justo lo que quiero hacer ahora.

Me inclino hacía su oído para hablar.

-¿Ya te vas?

Aura pega un brinco que hace que las llaves resbalen por sus dedos hasta caer en el piso y de ahí rebotar debajo del carro. Que afortunada.

Prohibido Enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora