18. Persigo un sueño

34 5 0
                                    

—¿Que tú papá hizo qué?— pregunta Mack procurando no levantar la voz, lo último que necesitamos es que el director nos mande a callar en pleno discurso de graduación.

—Me defendió— murmuro—, pero luego te cuento. Ya viene el turno de Dani.

En efecto, mi mejor amiga hace acto de presencia en el escenario en cuanto el director termina de nombrarla. Todos aplaudimos con efusividad e incluso me parece escuchar algunos gritos de los chicos.

—Hola a todos— dice con una risita nerviosa. Daniela no soporta ser el centro de atención—. Sinceramente cuando me dijeron que sería yo quién daría el discurso estuve a punto de sufrir un infarto, los que me conocen saben que nunca se me ha dado bien hablar en clase y eso no es nada comparado con dar el discurso de graduación— todos nos reímos de su mal chiste—. Quiero iniciar dándole las gracias a todos esos profesores que nos han apoyado desde el primer día aquí, al director por no habernos obligado a repetir luego de la broma de los aspersores— está vez la risa es real y contagiosa, incluso nuestros padres se ríen—. Gracias a mis padres y a mis amigos que, aunque siempre he sido diferente, me hicieron formar parte de su grupo sin prejuicios. Ustedes son la muestra de qué la amistad no juzga un libro por su portada.

»Gracias a mis compañeros, esos con los que nunca he hablado y con los que he hablado de más. Hicieron que muchas clases fueran menos estresantes para mí y espero haber sido de ayuda.

»Recuerdo que, cuando estábamos ensayando para la broma de fin de curso, nos caímos muchísimas veces y estuvimos a punto de renunciar en tantas ocasiones que llegó un momento en el que las dejé de contar. Tuvimos discusiones y nos costó un montón ponernos de acuerdo con la coreografía, la canción y pare de contar. Un desastre total que terminó con algo maravilloso.

»Y de eso se trata la vida ¿no es cierto? Podemos caernos cuántas veces sean necesarias, pero lo verdaderamente importante es levantarte con más fuerza y más ganas que antes. La vida nos pone obstáculos para que el camino sea mucho más difícil y consideremos dar media vuelta y, aunque muchas veces ya no nos queden fuerzas ni para tirar la toalla, seguimos ahí, persiguiendo nuestros sueños.

»Walt Disney decía "Si puedes soñarlo, puedes lograrlo" y aquí todos tenemos un sueño, algo que queremos lograr pero que nos da pavor atrevernos a hacer, y Richard Branson, un importante empresario que inició sin tener nada más que un sueño, dijo una vez que "Si tus sueños no te asustan, no son lo suficientemente grandes".

»Persigan sus sueños como persiguen a sus ex's y créanme que lograrán mucho más que persiguiendo a un imposible. 

A lo largo de mi adolescencia aprendí a enterrar mis sentimientos, reprimirlos hasta qué el muro de contención no pudiera más e incluso ahí, obligarme a tapar los fallos en mi sistema de protección.

No llorar en público, ni mostrar mis debilidades, se han vuelto mis reglas incluso más que la estúpidez de no enamorarme.

«Estas bien, no pasa nada. Puedes con esto» Ha sido mi mantra cada que sentía que no podía más.

Y ahora, sólo con unas cuantas palabras llenas de significado, me desmorono de la forma más ridícula posible. Justo en mi graduación, en lugar de llorar debería estar feliz por librarme de este calvario, pero supongo que ni yo puedo dominar a mi corazón.

Afortunadamente mis compañeros están demasiado ocupados aplaudiendo y vitoreando a mi mejor amiga como para darse cuenta de que estoy a nada de sufrir un colapso nervioso. Los seres humanos somos tan egoístas y orgullosos que alguien puede estarse ahogando junto a nosotros y ni siquiera nos damos cuenta hasta que su dolor opaca nuestro perfecto cielo azúl

Prohibido Enamorarse Where stories live. Discover now