12. Los celos matan

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—Aura— Sophie llama mi atención desde el otro extremo de la limosina—, ¿Cómo lo soportas?— inquiere refiriéndose a Logan. No ha parado de meterse con ella en todo el trayecto con lo de el plantón que le ha hecho su novio esta noche.

—Ella si valora lo bueno, no cómo otras— responde el aludido pasando un brazo por encima de mi cabeza para acercarme a él.

Me aparto estratégicamente.

—La verdad es que ni yo misma lo sé— me encojo de hombros y le doy un trago a mi copa de champagne. Alargo mi brazo izquierdo y le acaricio detrás de la oreja él sonríe y cierra los ojos—. Creo que siempre tuve ganas de tener una mascota y Logan tiene complejo de perrito abandonado.

—¡Oye!— se aparta y lo escucho protestar por encima de las risas de nuestros mejores amigos.

Vamos todos camino a la casa de Los Hamptons en la que se celebrará el baile, el comité del baile era dirigido por Sophie, cuyos padres son dueños del viñedo en el que se celebrará el baile de graduación y tuvieron que hacer una ligera donación desinteresada al instituto para que el director aprobara la descabellada idea de su hija y así hacer realidad el mayor sueño de toda adolescente— para que al final su novio universitario no pudiera abandonar la universidad en Washington gracias al mal clima— creo que ahora el baile no será tan perfecto y me siento mal por ella. Se ha esforzado mucho por recolectar las ideas de todos y que cada uno tenga una pequeña porción de su baile soñado.

La vida está llena de momentos impredeciblemente injustos.

Desconecto de la conversación que mantienen mis amigos cuándo la pantalla del móvil se enciende en mi pierna. Es un mensaje del Angel de la Muerte, no ha parado de mandarme mensajes en todo el día. Creo que se le subió a la cabeza que le haya dado mi móvil anoche.

El mensaje en cuestión es una foto de él posando frente al espejo vestido con un traje completamente negro y una corbata roja. Sonrío, sin saberlo vamos combinados. Mi vestido también es rojo con una abertura en la pierna derecha desde medio muslo. También deja toda la espalda al descubierto.

El pie de la foto es una pregunta muy digna de él:

"Angel de la muerte:
Digno de una reina?"

Niego levemente con la cabeza para que mis amigos no se den cuenta y empiecen a hacer preguntas sobre esto. Daniela no ha vuelto a mencionar el tema en todo el día, y la verdad yo tampoco me atrevo a hacerlo.

Busco en mi galería la foto que me hice antes de salir en el espejo de cuerpo completo que tengo en mi habitación. Salgo prácticamente en la misma posición que él, sólo que aquí le estoy lanzando un beso al espejo y le saco el dedo corazón a la cámara. Perfecta. Le envío la foto sin pensar demasiado en la inscripción:

"Yo:
Me parece que te falta mucho
para estar a mi altura"

"Angel de la Muerte:
Entonces me tocará conformarme
con estar a tus pies"

"Yo:
Esa labia no me la vendes?"

"Angel de la muerte:
Tu no necesitas labia para
seducir a alguien"

—¿Quién es?— inquiere Logan a mi lado. Bloqueo inmediatamente la pantalla del móvil y lo meto debajo de mis piernas. Me siento estúpida cuando me doy cuenta de lo infantil que es lo que acabo de hacer.

—¿Quién es "Quién"?— pregunto con un hilo de voz. No sé porque estoy nerviosa, pero el hecho es que no quiero que Logan empiece a hacer preguntas sobre lo de Aren.

Prohibido Enamorarse Where stories live. Discover now