25. Amor de cine

16 0 0
                                    

"Y no me quejo de que me hables a las 3,
yo encantado de poderte atender.
Amarrado en tus besos y en tu piel,
yo encantado por todo ese poder"
Humbe – Amor de cine.  

Aren  Ryker

Tenía ocho años cuando mis padres se divorciaron. Axel, mi hermano mayor, tenía once por aquel entonces, y ambos estábamos tan apegados a nuestro padre que nos fuimos con él durante todo el proceso del divorcio.

Fue algo de mutuo acuerdo, simplemente hablaron y llegaron a la conclusión de que el amor se había acabado por ambas partes; pero el cariño seguía ahí y la prueba es que, diez años después, papá y mamá son los mejores amigos.

Sin embargo, una parte de mi culpaba a mamá por no haber luchado y cuando mi padre ofreció llevarme con él a vivir en la ciudad por un tiempo, no lo pensé dos veces antes de aceptar.

Hoy, aunque sé que fue un poco egoísta,no me arrepiento.

De no haber ido con mi padre ése verano, nunca habría conocido a mi primer amor de infancia.

Y puede que esta historia no existiera.

Les voy a contar una historia que muy pocas personas conocen y, si esto del romance no les gusta, les recomiendo saltarse esta parte; porque solo existe una forma de contar una historia de amor...

Y es con el, empalagosamente absurdo, lenguaje del amor.

A los ocho años ningún niño piensa que irá al parque y conocerá a su primer amor, a esa edad pensamos en golosinas, juguetes y comida chatarra, no en romances, besos y amor a primera vista.

Pero a mi me pasó, y fue como comer todas las golosinas de la ciudad y encontrar los mejores juguetes debajo del árbol de navidad. Fue... Magia.

Mil veces mejor que la comida chatarra o cualquier juguete edición limitada.

Recuerdo que pasaba por la estatua de Alicia en el país de las maravillas con la cara llena de chocolate cuando la ví.

Tenía los ojos azules más oscuros y brillantes que había visto en mi vida y su sonrisa, en ese momento la comparé con algo extremadamente absurdo, pero hoy lo recuerdo y pienso que era tan inocente como una noche estrellada.

Tan pura como el cielo luego de haber llorado por días.

Y, no me pregunten como, supe que esa niña sería importante en mi vida.

Creo que todos en la infancia nos hemos enamorado estúpidamente de niñas que vemos en el parque o la playa y luego no volvemos a encontrar, es ley de vida.

Pero conmigo fue diferente.

Yo si la volví a encontrar.

Luego de casi cuatro años sin sacarme esa sonrisa de la cabeza, un día dejé de pensar en ella. Crecí, hice amigos, tuve novias, fuí a fiestas y, de pronto, ya no recordaba su color de ojos.

Hasta hace exactamente un mes.

Verla en aquel bar fue como destapar una cañería que tenía años olvidada. La presión fue exasperante, los recuerdos de las tardes que pasamos juntos jugando en el parque volvieron a mi más fuertes que nunca.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 13 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Prohibido Enamorarse Where stories live. Discover now