Pasaron seis meses y ese tiempo fue una locura; Jughead dejó salir a la luz que tenía un hijo y fue un escándalo, porque tanto él como Betty eran figuras públicas. El chico solo habló con la verdad, haciéndoles saber a todos que fue el producto de un desliz de una noche, pero que lo estaba criando y haciendo su mejor esfuerzo por el pequeño Nicolás, de ahora seis meses.
Betty estaba loca de amor por el bebé de su novio, así como estaba loca de amor por el padre del niño. Nicolás era un bebé muy dulce, muy cariñoso y todos estaban enamorados de el. Sus tíos, los amigos de Jughead y Betty, lo consentían hasta no poder mas y tenía una amiga, que era la hija de Archie y Verónica, que le llevaba un par de meses.
Betty y Jughead estaban siendo una familia, aunque como toda familia, debían enfrentar retos.
Betty estaba en su oficina, trabajando con la computadora cuando una sorpresa muy agradable llegó. Su novio entró con el sonriente bebé Nicolás en sus brazos, el cuál se ponía demasiado contento cuando la veía.
Betty sonrió y se puso de pie, acercándose a besar los labios de su novio y tomar al bebé en sus brazos.
—Mis chicos... ¿Qué tal?— Los saludó Betty, sonriéndole a su novio y luego mirando al bebé en sus brazos. —¿Cómo estás, mi pequeño príncipe? ¿Papi se porta bien?—
—Por favor— Contestó Jughead, divertido. —Todos sabemos que yo soy bueno. Nicolás tiene mi carácter—
Betty soltó una risa. —Ambos sabemos que eso no es cierto Juggie—
Jughead se hizo el ofendido. —¿Perdón? Sólo míralo, es la pequeña versión de mi— Hizo un silencio, mirando a su novia. —Amor... tengo una propuesta para ti—
—Una salida. Más bien una cita, pero no exactamente una cita— Dijo Jughead, algo nervioso.
—Jug— Lo llamó Betty en advertencia. —¿Qué te pasa? ¿Por qué tan nervioso?—
Jughead suspiró. —De acuerdo, lo que quiero decir es que quiero invitarte a salir esta noche, pero una salida familiar. Tu, yo, Nick y Milo—
—Salida familiar— Repitió Betty, mirando al bebé en sus brazos y luego a Jughead con una sonrisa. —Me gusta cómo se oye eso—
—Porque somos una familia Betts. Tu, nuestro perro y mi bebé lo son todo— Aseguró, acercándose a su oído. —Prepárate, porque voy a hacerte un hijo cuando Nick crezca—
—¡Oye!— Lo regañó Betty, sonrojada, mirándolo mal. —Hay niños presentes—
Jughead soltó una risa y besó rápidamente los labios de su novia. —Me voy amor. Hijo... Ven con papi—
Nicolás no quería irse, se aferró a Betty con todas sus fuerzas y la ojiverde sólo lo abrazó y besó su mejilla.
—Puedes dejarlo conmigo, Jug— Pidió Betty.
—Pero mi amor... No es...
—Juggie...— Lo interrumpió Betty en advertencia. —Eres mi novio y Nick es tu hijo. Eso convierte a Nicolás en lo más cercano a un hijo que he tenido. No es molestia para mí quedarme con el. Es un niño muy dulce—
Jughead suspiró, besando la frente de la ojiverde. —Voy a dejarte su biberón. Tiene un apetito terrible—
—Igual que su padre. ¿Verdad, pequeño Nick?— Le habló la ojiverde al niño, besando su mejilla. —Dile adiós a papi—
—Los amo, son todo para mi— Dijo Jughead, llenando de besos la cara de su novia y luego la del bebé.
No fue fácil, pero Jughead aprendió a amar a su hijo como lo que era, su hijo. Y Betty lo amaba tanto que estaba dispuesta a todo por el, así como si fuera suyo.
El ojiazul dejó el biberón del bebé con Betty y ésta ya había terminado lo que estaba haciendo en su computadora, pero se quedó a jugar con el niño. Él no era un niño para nada travieso o llorón.
—¿Quién es un bebé precioso? Tu lo eres bebé. Te amo mucho mucho mucho mucho mucho mucho — Le dijo, llenándole la cara de besos al niño mientras éste reía a carcajadas.
Nicolás rió, poniendo sus pequeñas manos de bebé en la cara de Betty. —Má— Balbuceó. —Má—
Betty lo miró y sonrió, con los ojos cristalizados. El niño no tenía una pizca de su sangre, pero ella lo amaba con locura.
Veía a Nicolás como su hijo.
Más tarde, Betty se juntó con Jughead y dejó al bebé con él para ir a su casa a tomar un baño y preparar a Milo. Tenía una salida familiar con su novio.
Su pequeña familia.
En la noche, Jughead junto al pequeño Nick fue a recoger a Betty y a Milo y condujo hasta Venice Beach, la playa a la que él había llevado a Betty cuando aún no se habían reconciliado por completo.
Fueron a un restaurante al aire libre en la playa y estaban los tres en la mesa con Milo a su lado, cenando y tomando piña colada.
—Vas a tener que darle un baño a Nick cuando regresen a casa— Le recordó Betty al ojiazul, divertida, viendo al bebé llenarse la cara de puré de fruta.
Jughead suspiró, mirando al niño y luego a la rubia, aclarando su garganta. —Quise que saliéramos hoy porque quiero brindar por esta pequeña familia— Dijo, levantando su copa de piña colada.
Betty sonrió, levantando su copa junto a su novio. —Por ésta pequeña familia— Brindó.
Jughead tomó aire, poniendo su mano sobre la de su novia por encima de la mesa y mirándola fijamente. —Betty... Quiero proponerte algo—
—¿Qué cosa?— Preguntó la ojiverde.
—Quiero que vivamos juntos— Dijo Jughead. —Tu, yo, Nick y Milo, juntos como la familia que somos—
—¿De verdad?— Preguntó Betty, con los ojos bien abiertos.
—Te amo y no tolero las noches sin dormir a tu lado. Nicolás sólo durmió conmigo el primer mes— Bromeó. —Pero daría lo que fuera por despertar a tu lado todos los días, hacerles el desayuno a ti y a Nick... A él le gustará, se queda llorando cada vez que te vas—
Betty le sonrió y besó sus labios por encima de la mesa. —Lo pensaré amor—
Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.