Lovesick Girls [BeckFreen]

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Looknam aumentó la velocidad al encontrar la autopista casi vacía, los falores a los lados.alumbraban su camino y lo único que podía.escuchar era el ruido de la moto y el fuerte viento.

Becky se abrazó más a ella, observaba con una sonrisa el paisaje nocturno de los arboles a su al rededor. Debería estar asustada por la velocidad en la que iban, pero era emocionante sentir el viento golpear su cuerpo y sentí la adrenalina haciendo aumentar las palpitaciones de su corazón.

Era la primera vez que subía a una
motocicleta, y se sentía como una pequeña
niña divirtiéndose.

Looknam tuvo que ir bajando la velocidad
al encontrar calles transitadas, ya estaban
llegando a la zona donde vivía Becky, o como ella le decía, a su barrio.

—Gira a la derecha - avisó Becky, Looknam
obedeció y entró a una pequeña calle, había solo un puesto de comida callejera y unos niños jugando con latas.

—¿Donde me detengo?- avanzaba a baja
velocidad.

—Frente a esa casa - señaló - las paredes sin
pintar, ¿la ves?

—Sí - aumentó solo un poco la velocidad hasta llegar y se detuvo, quitándose su casco.

Becky bajó de la moto mientras Looknam
seguia arreglando su cabello, no le gustaba
estar despeinada, aun más al tener el cabello corto.

—Gracias - le entregó el casco.

Looknam sonrió.

—¿Ves que no soy mala? - lo recibió y lo guardo nuevamente debajo del asiento.

—Bueno, solo me trajiste aquí, quien sabe si
no es plan de Freen o algo parecido - alzó los hombros - sé que quiere echarme.

—Mm, tienes un punto - asintió - entonces
cuidate de mí - le guiñó con una sonrisa y
volvía a ponerse su casco, Becky bajó la mirada al suelo, sintiendo un sonrojo en sus mejillas -hasta luego, Becky - hizo a avanzar.

—Espera - Looknam giró a verla - tu pañuelo - estiro su mano para que lo tomara, se lo había prestado para que se sequera el rostro por la malteada que Freen le había arrojado.

Looknam observó el pañuelo y luego sonrió, seria una buena escusa para que la buscara.

—¿que te parece si primero lo lavas? - rió por lo avergonzada que se puso la pelinegra - tranquila, luego puedes entregar, hasta luego - el motor volvió a vibrar y se alejó a una velocidad prudente.

—Hasta luego - respondió Becky al verla irse.

❖❖❖

A la mañana siguiente Becky encontró su
zona de trabajo libre de niñas mimadas,
esta vez comenzaría su día tranquila y sin
contratiempos.

Terminaba de colocar las nuevas flores
después de horas, cuando sintió una especie de piquete en su cuello.

Se enderezó a tocar la zona afectada y en
el borde de su polera había una especie de
diminuta piedra, había pensado que quizá
un mosquito la había picado pero eso ya le
pareció muy extraño.

Tiró la pequeña piedra cuando recibió otra
directamente en la frente, ese le dolió más
que el anterior. Buscó rápidamente de donde venían pero no había nadie al rededor, eso comenzaba a molestarla.

Tiró la piedrita con enfado y lentamente
fingió entar trabajando mientras estaba
atenta a cualquier movimiento.

Jennie se volvió a asomar cuidadosamente por detrás de su ventana y estiró la reportera hacía ella con una nueva piedrita.