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Baitoey pareció reaccionar y se levantó
rápidamente para no incomodar, no podía
verla directamente a los ojos así que mantuvo la mirada baja, pedía una y otra vez disculpas por su torpe caída.

Ya de pie, Looknam arreglaba su traje
mientras su guardaespaldas se encargaba de sacudir su espalda con un pequeño pañuelo, debía estar impecable.

—¿No sé supone que me cuidabas? - la rubia miró indignada a su amigo, riendo
en negación segundos después por su
expresión nerviosa.

—Yo...es que..fue tan repentino, estaba frente a usted - el hombre tartamudeaba, la única solución que vio para que no lo regañen fue ir y tomar a la pelinegra de su brazo, dejándola confundida - ¿Quiere que la quite de su vista? - preguntó nervioso.

—¿Qué? Claro que no - río - ya, Joon,
suéltala - mandó - y no te asustes, no se lo diré a mi padre.

El joven asintió y pidiendo disculpa a la
de lentes por su acción, volvió a ponerse
nuevamente a un lado de Looknam, cuidando sus espaldas.

La rubia iba a comenzar una conversación, pero Baitoey solo tomó su mochila del suelo y se apresuró a correr lejos de ella, dejando a Looknam muy confundida.

—¿Hice algo? - preguntó al mayor.

—No, señorita - respondió con seriedad.

—¿Huelo mal? - olfateó su corbata - no,
¿Entonces porqué se fue? - miraba en la
dirección en la que se había ido.

—Seguramente porque tiene que estar en la
formación de la escuela, señorita. Le recuerdo que usted también debe estar presente.

—Ash, deja de decirme señorita, tengo un
nombre.

—No puedo hacerlo, está en el contrato,
señorita - mantenía su mirada al frente.

—Que agua fiestas eres.

❖❖❖

—Vaya, al fin llegas - Jennie se apoyaba en el borde de la ventana de su habitación, veía a Becky ingresar, tenía unas ojeras y se notaba cansada - ¿Sabes que estás llegando tarde?

—Si se lo digo a mi padre seguro te despide
- Sonrió, Becky no detuvo su andar y solo
siguió su camino al jardín, eso inquietó a
Freen - voy a llamar a mi padre - mencionó
rápidamente para que le hiciera caso, ingresó a su habitación y tomó su celular para volver a asomarse a la ventana y que Becky la viera.

—¿Lo va a llamar? -Becky se había detenido y la miraba seriamente.

—Sí, ¿Hay algún problema? -Freen sostenía
una sonrisa arrogante.

—No, no hay ningún problema - forzó una
sonrisa - llámalo, yo también quisiera hablar con él.

—¿Hablar? ¿Sobre qué? - buscaba el nombre de su padre entre sus contactos.

—Sobre que su "linda" hija, hizo que la
jardinera corriera por treinta minutos por
una novela, que la dejó fuera de la residencia cuando llegaron, que no la dejó tomar su bicicleta y que tuvo que caminar una hora para poder llegar a su casa, y encima, le robaron el único celular que tenía y que no pudo dormir toda la noche porque el único pensamiento que tenía era tener a esa pequeña adinerada entre sus manos y aplastarla como si fuera un molesto bicho!

Silencio incómodo.

Freen frunció las cejas y la miró confundida, dejando su celular a un lado.

—¿Te robaron tu woki toki?

Becky se le hierve la sangre, respiró profundo y tratando de ignorarla, siguió su camino al jardín- Solo unos días más - murmuraba para ella.

Solo unos días más, luego solo la tendré que ver una vez a la semana.

Lovesick Girls [BeckFreen]Where stories live. Discover now