35

5.4K 440 77
                                    

Nam esperaba una respuesta por parte
de Becky, tenía las esperanzas de que sintiera lo mismo pero esa mirada perdida no era buena señal, ella parecía pensativa.

—Becky...- quiso acercarse pero la castaña
retrocedió de inmediato.

—Nam- levantó la mirada a ella - no quiero
lastimarte, eres alguien guapa, amigable, pero eres... -pronunció apenada - eres mi mejor amiga - fueron palabras hirientes para la rubia - ya no te veo de otra manera.

—¿Ya no? - preguntó dolida.

—Antes. también me gustabas - bajó la mirada- pero ahora a cambiado.

—¿Te gusta alguien más? - preguntó
seriamente, no podría ser Freen, era
imposible.

Becky mantuvo silencio unos segundos, y
asintió levemente.

—Sí me gusta alguien más - pensó en Freen-
lo siento.

—No, está bien - habló por lo bajo - solo... quise venir y decírtelo, lo que hizo Freen me animó mucho y me dió el coraje que necesitaba.

—¿Lo que hizo Freen? - volvió a verla.

_¿No te lo dijo? - fingió sorpresa, Becky negó - ella está ahora en una cita, se va a declarar - pudo ver la tristeza en los ojos de castaña - y fue ella quien me mandó a avisarte que ya no te necesitaba, yo la ayudé con los arreglos de las flores y en cuanto me lo contó, me dió el valor que necesitaba.

Becky desvió la mirada, sentía que sus ojos se humedecer y no quería que se notara, sería muy vergonzoso para ella.

—Entiendo...- asintió, fingiendo una sonrisa - que bien por ella, me alegra.

—Tambien estoy felíz por ella, se ve muy
enamorada - volvió a acercarse con lentitud, tomando su mano y aprovechando que Becky se sentía frágil, acarició su mejilla - así como tú me tienes a mí - ambas se miraron - dame una oportunidad... solo te pido una.

La castaña iba a responder, cuando un
fuerte ruido se escuchó a su izquierda, del
auto de Nam salía una chica de cabello
rizado y había cerrado la puerta tan fuerte
por su molestia, que ahora solo se alejaba sin mirar atrás.

—¿Quien es ella? - preguntó Becky.

—Luego te llamo, ¿Sí? - dejó a la castaña
confundida, Nam se apresuraba a
alcanzara la chica de lentes - ¡Baitoey! ¿A
dónde vas? - la perseguía, no podía dejarla
sola caminando por una calle que no conocía - ¡Baitoey! ¡Espera! - no le hacía caso, se sentía dolida, molesta y sobre todo, se sentía una tonta.

Becky volvió a bajar la cabeza, tenía que volver a casa, ya no había razón para ir donde Freen, seguro ella estaba de lo más feliz con la persona que le gusta, ella solo sería un estorbo.

Tomó su bicicleta y se encaminó de regreso a casa.


❖❖❖


Freen esperaba sentada en la mesa que había decorado, en el fondo tenía la esperanza de que Becky llegara, pero no había sido así.

Sostenía un vaso mientras se encontraba
pensativa, con expresión seria, sus empleados se miraban entre sí en sus respectivos lugares, temiendo que el humor de la pelinegra los perjudique a todos.

Todos cerraron los ojos y se mantuvieron en sus posiciones cuando Freen se levantó y lanzó el vaso contra el suelo, parecía molesta pero sus lágrimas caían por sus mejillas.

—Saquen todo esto - mandó dolida - no quiero ver ni un solo rastro de esta mierda! - sus empleados se apresuraron a obedecer sus órdenes, temerosos, quitaban las luces, las rosas, la cena.

Lovesick Girls [BeckFreen]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz