41

4.3K 387 28
                                    

Freen llamó a Lana desde su habitación, su
grito fue una clara señal de lo enfadada que estaba, Becky aún estaba sin asimilarlo, leía en documento y para ella era como si estuviera soñando, eso no podía ser real, era imposible que ahora sea la dueña de una millonaria empresa.

-Entonces, señorita, Becky - el padre de Dew pronunció - ¿Usted acepta lo que estipula el testamento?

El pequeño cruzaba los dedos para que dijera que no, su padre ya lo había ilusionado con lo que podría obtener, sería el niño más exitoso en Tailandia.

-Yo...- le era difícil responder- ¿No era una
broma todo eso?

-Tranquila - interrumpió el abogado - tiene
dos días para dar su palabra, mientras tanto - se puso de pie - nosotros nos retiramos y por favor - de su bolsillo sacó unas llaves, Becky los recibió dudosa - visite la empresa para que esté segura de su decisión, el señor Sarocha confia en usted, tome la decisión correcta.

Los mayores hicieron una corta reverencia y salieron de la mansión, junto con el pequeño.

-Becky -la pelinegra giró al llamado, aun no
salía de la sorpresa - por pedido de la señorita Freen - Lana comentaba apenada- por favor, retire se usted también.

-Pero...yo no sabía nada - volvía a explicarse no puede enojarse conmigo - pronunciaba preocupada, no quería que Freen la odie.

-Lo sé, pero esté tranquila, la señorita solo
quiere estar sola por un tiempo, necesita
asimilarlo - Lana lograba entender a Freen, ella a estado desde que la pelinegra era una niña - por favor, entiéndela, su padre
acaba de fallecer, fue un duro golpe para
ella, y ahora se entera que su padre le dejó
la empresa a usted, alguien con quien no comparte ningún vínculo.

-¿Puedo hablar con ella un momento? - pedía - necesito que me escuche.

-Becky, dale su espacio, no la presiones.

La castaña, dudosa y mirando por dónde se
encontraba el cuarto de Freen, asintió muy a su pesar.

-Está bien...- suspiró - yo... iré a mi casa a...pensar, no lo sé, tampoco logro entender
pronunció estresada - ¿Por qué yo? Tenía
que dejarlo a Freen, ella es su hija, o incluso podría haberlo dejado a Rosé, no lo sé, ¿Por qué a mí?

-Becky, ¿Aún no lo ves? - la castaña la vió
extrañada - eras la mejor opción, alguien
noble, alguien en quien podría confiar
ciegamente, él...él también las vio juntas, las vió felices en el jardín, cómo jugaban, como se molestaban, hasta vió como Freen te pidió ser su novia... -sonrió con nostalgia - él ya te consideró parte de la familia en cuanto supo que hacías felíz a Jennie, por eso te dejó la empresa, porque lo necesitas, y porque sabe que cuidarás a Jennie como él hubiera querido hacerlo, por favor - tomó su mano con cariño - piénsalo bien, ¿Sí?

Cerca de las escaleras, Freen escuchaba todo con lágrimas en las mejillas, observó a Becky mientras se abrazaba ella misma y seguía escuchando.

-Él pensaba... -Becky estaba pensativa - ¿Que me llegaré a casar con Freen?

-Es lo que espera...

-Pero eso nadie lo puede saber - quitó su
mano, empezaba a molestarse que le hayan
entregado una responsabilidad tan grande
- apenas llevamos unos días, ¿Cómo podría
haber pensado que terminaría casada
con ella? ¿Ahora que se supone que haga?
¿Que le pida matrimonio a Freen para
no decepcionar al señor Sarocha? ¿Para que la empresa siga siendo de la familia sin
importar lo que pienso?

-¿Acaso no ama a la señorita Freen? -
preguntó preocupado.

-Lo que sienta no importa ahora, tomó una
decisión pensando solo en él, sin pensar
en lo que sentiría su hija al dejar algo de
su familia a una extraña, lo siento pero esa
empresa pertenece a Freen, solo a ella, yo no voy aceptar - dejó las llaves en la mesa y sin esperar respuesta se dirigió a la salida y salió furiosa, no iba aceptarlo, estaba decidida.

Lovesick Girls [BeckFreen]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin