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La playa se encontraba casi vacía, era un
lugar donde mayormente solo iban a pescar así que Becky y Nam paraban allí de
pequeñas, porque nadie las molestaba.

Becky observaba la playa mientras comía de su plato descartable, Nam llegó a su lado
y se sentó, había traído la bebidas en lata,
ambas se vieron y se sonrieron, esto les traía grandes recuerdos.

—Parece que el tiempo no a pasado - la rubia admiró el paisaje, el día estaba muy
soleado y las aguas tranquilas, era relajante
escuchar solo a la naturaleza.

—¿Recuerdas cuando casi nos perdemos en el mar? - ambas rieron al recordarlo.

Se habían subido en un bote varado y para su mala suerte las olas las arrastró tanto que ya no podía bajar, se quedaron llorando hasta que un bote pesquero las encontró.

—Fue tan tonto lo que hicimos - reía - usar
nuestras manos de remo no servía.

—Y tú intentando patalear, dios, casi no la  contarmos.

—Seguro harían una película de nosotras en nuestro honor - rieron.

Mientras tanto en casa, Freen golpeaba la
tele porque estaba rayado, intentó tomar la
antena pero le pasó corriente.

—Sigo sin saber -Becky miró a Nam -¿Cómo así tienes dinero? Tú ponías un clavo en
tu sandalia cuando se rompía.

—Ah, no fue algo tan sorprendente, cuando
nos mudamos mi papá conoció a una mujer, se enamoraron y a los pocos meses fuimos a vivir con ella, la señora era dueña de una de las empresas de autos más caros, de hecho, el auto que tengo fue un regalo de ella cuando cumplí los dieciocho.

—Un auto a los dieciocho -Becky sonrió al
imaginarlo - es increíble.

—¿Puedes creer que hasta lloré? - rió - me
había emocionado tanto que abracé a la
señora por diez minutos.

—Parece que te quiere mucho.

—Sí, me cuidó todos estos años,
lamentablemente para ella - bajó la mirada - no tiene la posibilidad de tener hijos propios, así que me trata como si yo fuera su hija.

Freen corría asustada por toda la casa
porque una rata entró por el hueco de la
puerta.

—¿Haz estado con alguien? -Nam preguntó por lo bajo.

—Sí...- recordaba Becky - pero no duraron mucho -sonrió con tristeza - me dejaron porque no tenía tiempo para ellas, se enojaban porque trabajaba todo el día, pero no las culpo, a veces también sentía que no tenía una relación.

—Bueno, en muy difícil encontrarte, yo estuve dos días - ambas rieron - pero me alegra que estés aquí ahora.

—Solo por hoy, mañana debo seguir
trabajando y sobre todo con Freen, no me
imagino verla trabajando lavando autos - sonreia.

—Dejemos el trabajo de lado - pidió - ¿Que te parece hacer un castillo de arena?

Becky negó en una sonrisa.

—¿No estamos muy grandes para eso?

—La diversión no depende de la edad, además ni que estuviéramos tan grandes - se sentó en sus propias piernas y comenzó a cavar en la arena - si no te apuras te voy a ganar.

Becky asintió emocionada y poniéndose de
rodillas, comenzó a cavar igual, por un
momentos sintieron como si tuvieran nueve años otra vez, como si Nam no se
hubiera ido ese mismo día.

En casa Freen batallaba con la rata, ahora
era ella quien lo correteaba con un zapallo en mano.

Pero Freen brincó del susto cuando el hueco del techo volvió a romperse, un gato gordo había caído y ahora estaba sobre la cama.

Lovesick Girls [BeckFreen]Where stories live. Discover now