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Freen esperó nerviosa, no pensaba de decirlo de esa manera, había planeado algo lindo pero las circunstancias la habían llevado a eso y ahora solo tenía que esperar, pero Becky aún no giraba.

—¿Becky...?- preguntó por lo bajo, fue cuando la castaña giró a verla, dudosa.

—¿Qué es lo que dijiste?

—No me hagas repetirlo - se cruzó de brazos y desvió la mirada.

—¿Te gusto? - Freen mantenía su mentón en alto, tratando de no verse nerviosa y solo la miraba de reojo - de quién hablamos esa noche, cuando me dijiste que te gustaba
alguien, tu cita, lo de anoche - recordaba
¿Era yo? - preguntó sin poder creerlo, Freen aún mantenía silencio - ¿No vas a decir nada?

—¿Y qué quieres que diga? Yo ya dí el primer paso, ahora házlo tú, egoísta - le dió la espalda, ofendida.

Freen no pudo verla, pero Becky sonrió
emocionada, la pelinegra la observó sobre su hombro y la castaña volvió a su seriedad, tampoco le iba a mostrar que tan felíz estaba si ella no lo hacía.

—Eh...sí - becky miraba sus uñas - también me gustas.

—¿Ah, sí? - giró a verla, aún cruzada de brazos.

—Sí...- comenzaba a ponerse nerviosa.

Ambas cruzaron miradas y fue cuando una
sonrisa tímida apareció en las dos, como si
fueran apenas dos niñas que se enamoran.

Freen apretó los labios y becky llevó las manos atrás, lentamente se fueron acercando a pasos vacilantes, no dejando la timidez y nerviosismo de lado.

Estaban por encontrarse cuando el señor Sarocha abrió la puerta y ambas dieron media vuelta y regresaron a su lugar rápidamente, fingiendo hacer cualquier cosa, el mayor las vió extrañado.

—Perdón que entre así pero es que ya tengo
que irme, Becky - la pelinegra le prestó
atención - regresa a tus labores, ya estás
mucho tiempo aquí.

—Sí, señor - miró una última vez a Freen y
salió de la habitación.

—Nos vemos, hija, ten un lindo día.

—Igual, papá - el señor Sarocha se retiró.

Freen volvió a sonreír, sí que era un lindo
día.

❖❖❖

Baitoey volvía a la escuela, caminaba
cabizbaja y no le prestaba atención a nadie,
no se daba cuenta que su hermana mayor la mirada de lejos, estaba preocupada por ella y por primera vez en toda la secundaria, dejaba de lado sus estudios y se enfocaba en ella.

Nita frunció los ceños al notar a Song
hablando con su hermana, pero la pelinegra parecía temerosa, ambas se encaminaron al tercer piso y Nita decidió seguirlas.

Cuando llegó al mismo pasillo que ambas,
procuró esconderse y ver qué entraban al
único baño que estaba fuera de servicio desde hace meses, todo era muy extraño para ella.

Notó que casi nadie pasaba por allí, solo unas cuantas chicas salían de la biblioteca e iban directamente al segundo piso, no entraban al fondo del pasillo.

Se encaminó a pasos silenciosos y se quedó
escuchando detrás de la puerta.

—¿A dónde fuiste anoche? - era la voz de Song, parecía molesta - te ví saliendo otra vez con ella.

—No fuí a ningún lado...

—¡Yo te ví, Baitoey! ¡¿A dónde demonios
fueron?!

—No salimos... su voz temblaba - ella...ella
besó a otra chica...y decidí volver, no fuimos a ninguna parte.

Lovesick Girls [BeckFreen]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora