10

4.9K 380 12
                                    

Freen no podía creerlo, veía con amargura
como sus empleados atendían a la jardinera, quien estaba sentada al centro de la mesa como si fuera dueña de la cama.

—No...en verdad no es necesario que.... -Becky trataba de negarse, pero la ama de llaves la había prácticamente obligado a sentarse y ahora le ofrecieron comida, bebida e incluso masajes, no le daban tiempo ni de contestar - en serio...Por favor, pongase de pie - la mayor volvía a tomarla de los hombros y la guiaba sin detenerse rumbo a las escaleras - usted va a estar a cargo de esta casa por tres días y no puede verse así.

—Entiendo pero...

—Nada, nada, ahora mismo se da una ducha y nosotros nos encargaremos del resto.

—Sí solo que...

—Preparen la bañera para la señorita - alzó la voz.

Al instante dos señoritas la tomaron de los
brazos y la llevaron directo al segundo piso,
casi cargandola.

—¡Esto es absurdo! - Freen se levantó de su
silla - ¿como puede mi padre dejar a esta
idiota a cargo de la casa? - la ama de llaves
solo levantó los hombros, temía que la
Pelinegra se desquitara con ella.

Jennie bufó y se cruzo de brazos, sabía que su padre lo había hecho para fastidiarla, pero no le daría el gusto - manda a uno de los mayordomos a traer mi auto - mandó, de inmediato la mayor obedeció - no voy a pasar más de un día con ella - comenzó a subir al segundo piso para dirigirse a su habitación y tomar su bolso.

❖❖❖

Irin terminaba de quitar una rueda cuando
escuchó un ruido que venía de fuera. Al
levantar la mirada, observó extrañada como la castaña adinerada, venía entre temblores manejando la bicicleta que le había prestado, parecía que en cualquier momento se iba a caer.

Noey estiró sus piernas y fue frenando poco
a poco con ayuda de sus pies, se detuvo
lentamente al lado de la pelinaranja y cuando logró estar de pie, sonrió orgullosa.

—Hola - saludó mientras bajaba.

—Pensé que no vendría - Irin se ponía de pie, sus manos estaban manchados así que iba limpiando se con un viejo trapo.

—¿Por qué? Pensé que habíamos quedado en que vendría.

—Sí, pero una chica como tú... -la observó
de pies a cabeza, con ropa tan impecable y
elegante se notaba que era nueva y cara - se
supone que debe estar muy ocupada - volvía a tomar la llanta y la cargaba para moverla en un esquina - ya sabes, en negocios de empresas o esas cosas que hacen los ricos.

—No...yo aun no tengo ningún cargo
importante así que no tengo problema en
estar aquí.

—¿Sin nada que hacer? Vaya - cargó otra llanta mucho más pesada y la puso sobre su hombro - sería interesante tener tu vida - pronunció sin ningún interés en seguir hablando, tenía mucho trabajo que hacer.

—Sí, bueno...- no sabía qué decir, pensaba
que se sorpredería o se alegraría de ver su
bicicleta como nueva, pero parece que no lo notó - ya que voy a estar aquí..¿quieres que te ayude en algo?

Irin rió por su pregunta cuando traía una
nueva llanta.

—¿Ayudarme? Sin ofender, pero no creo que pueda hacerlo - se puso de cuclillas para colocar la nueva rueda.

—Me está subestimando - respondió con
gracia.

—¿Ah sí? - giró a verla y Noey asintió - ¿sabe reparar autos?

—No.

—¿Puedes levantar esta rueda? - ofreció.

—Puedo - dejó la bicicleta a un lado y se
acercó, Irin se puso de pie y la observó con
lo brazos cruzados, tenía curiosidad por ver si en verdad podría cargarlo.

Lovesick Girls [BeckFreen]Where stories live. Discover now