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15. UN CONSEJO.




Amelia.

—¿Me podes decir que era todo eso?

Mi amiga aparece casi segundos después de que Facundo se marchó y no sé exactamente qué diría, mira sin entender y finalmente se sienta en frente mío.

—Porque sinceramente estoy perdida con toda la situación.

Me tomo de la cabeza por un momento analizando todo lo que paso y lo que puede pasar.

—Nada. —finalmente respondí.

Pero se que para ella esa respuesta no sirve para nada, hago una mueca.

—Me ayudó un poco porque Mauro se me apareció por acá y me lo quería quitar de encima de una vez porque se ve que clavarle el visto no es suficiente.

—Pero ¿A quién te lo querías sacar encima a Mauro o al rubio? Porque yo te vi a vos encima de él. —cuestiona muy seria hasta el momento que ladeo la cabeza dispuesta a contradecir cuando larga una carcajada—. ¿Qué hacían boluda? Por un momento pensé que se enloquecieron.

Y yo por un momento olvidé lo moral y terminé sonriendo para admitir asintiendo.

—Si, que se yo... Creo que eso me pasa. —confieso.

Admito que no fue planeado ni nada por ese estilo, solo actúe sin pensar y creo que me divertí bastante ponerlo incómodo a Facundo. Y lo digo porque no sé si soy solo yo, pero ponerlo incómodo de nuestra cercanía, no debería importarle tanto si solo era un "juego" por así decirlo. Creo que la forma que tiene de actuar me parece fascinante, algo muy natural y tierno por decirlo así.

Si, lo hice porque me gusta ver que por ahí Facundo en algunas ocasiones no es el chico que se lanzó a que pase eso en esas vacaciones y que parecía totalmente otra persona.

Cambió después de esas vacaciones o simplemente intenta omitir todo ese lado porque realmente le incomoda nuestra cercanía justamente por lo que pasó entre nosotros. Eso o simplemente es tan caballero, perfecto, que ni siquiera quiere que nadie se le acerque por respetar a su novia. Y justamente ese pensamiento que tengo también me hace dudar porque en el momento que lo veía cuando estaba sobre sus piernas por momentos sentía que había algo ahí, en su forma de mirarme, en la forma que no evitaba mirarme a los labios o en la forma que yo tampoco evitaba mirarlo.

Por mi parte no lo niego, no sé qué tenía Facundo porque últimamente cambié mucho mi forma de pensar de él y si fuera por mi se lo hubiera dicho claramente. No soy la clase de persona que le gusta dar vueltas o que espera que el chico de el paso si yo puedo hacerlo.

Frenesí | Facundo ColidioWhere stories live. Discover now