第四回 : En los recuerdos

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La clase término, caminaba hacia afuera junto con los alumnos. Wang Yibo no estaba a la vista, lo que me fue más fácil para mí. Al salir al exterior camine hacia una cafetería, necesitaba café, ya que apenas pude dormir un rato anoche. Camine unas cuadras, entrando a una de mis cafeterías favoritas cercanas a la universidad, al cruzar las puertas sentí el tan conocido olor a café recién hecho.

Inhale lentamente y me acerque a la barra, le pedí a un joven un café cargado; me dijo que eligiera una mesa y me llevaría mi pedido allí. Asentí, volteando. Mire mis opciones, podría sentarme cerca de la ventana; había una mesa vacía para dos personas. Camine hacia ese lugar y deje mi mochila sobre la mesa. Saque los trabajos de algunos alumnos de primer año, revisando cada uno.

Mi orden llego más pronto de lo que creía, moví los papeles y deje que el joven apoyara mi café en la mesa. Le agradecí y acomode las hojas a un lado, evitando que se ensuciaran. Mientras bebía mi café, releía la hoja que tenía en mi mano. Vi de reojo una sombra en la ventana, al girar mi cabeza veo a un hombre sonriéndome, era He Peng. Suspire, mostrando una sonrisa falsa.

¿Qué quería él?

He Peng me saludo del otro lado del cristal, me indico con su dedo que iba a entrar y comenzó a caminar. No me dio tiempo a negar con mi cabeza. No estaba de ánimos como para soportarlo, no es que fuera malo, pero tenía otras cosas que hacer y realmente quería disfrutar un momento solo. Mostré mi mejor sonrisa falsa cuando él se acercó a la mesa en la que estaba, se acomodó en la silla frente a mí y cruzo sus brazos sobre la mesa. –Te vi solo, pensé que querrías compañía –dijo. –No es bueno que uno este solo en una cafetería.

La verdad no, desearía poder estar solo.

– Que considerado de tu parte, Peng –dije sarcástico. –Siempre pensando en los demás.

– ¿Cómo estas, Xiao? –preguntó con una sonrisa. Al parecer no capto el sarcasmo en mi voz. Le indique que estaba bien, ocupado, y que había venido aquí para alejarme un poco de la universidad y las personas; Indirecta enviada. Cometí el error de preguntarle cómo estaba él. –Estoy bien, algo cansado de las reuniones con los demás abogados de mi cliente. Recorría las calles un rato, hace poco salí de mi trabajo.

Indirecta no recibida, mierda.

No recordaba que en la universidad fuera tan idiota como para no entender indirectas, y el sarcasmo, tal vez porque no le prestaba atención. Oh, ¿Día ocupado?, pregunté como idiota. –Algo así –dijo He Peng. –Ser abogado de una persona con poder a veces no es bueno, ya que casi siempre tiene varios problemas, y debes esperar a que el cliente escuche lo que se le aconseja hacer.

Asentí, dándole un corto trago a mi café. –Para eso eres abogado –dije.

Él asintió, mirándome detenidamente. –Luces tenso –dijo. Sonreí, negando con la cabeza, dando a entender con un movimiento de mano todos los trabajos de mis alumnos sobre la mesa. Tomo uno dándole una mirada, no entendiendo ni la mitad de las cosas que allí decían. – Oh... claro, el trabajo.

Pʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ - [Yizhan]Where stories live. Discover now