Pʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ - [Yizhan]

第十六章 : Un hijo en común

Golpee suavemente la puerta, esperando que aún vivieran aquí.

No recibí respuesta así que golpee de nuevo, un poco más fuerte; Espere otros cinco minutos y golpee una última vez, un poco más duro, si nadie atendía, era claro que ya nadie vivía allí, pero tal vez me equivocaba. Finalmente la puerta se abrió, mostrando a un casi desnudo Wang Yibo, él estaba solo con una toalla cubriéndole la mitad del cuerpo, tenía pequeñas gotas cayendo de sus cabellos y su piel, recorriendo su tatuaje.

Frunció el ceño al verme. – ¿Si? ¿Qué quiere? – preguntó.

Pase saliva, tratando de concentrarme en su rostro, no recordaba que tuviera ese cuerpo; Sentí calor en ciertas zonas de mi cuerpo. Presione mis manos en puños, parándome más derecho. –Y-Yo quiero h-hablar –dije. Vamos, céntrate en lo que viniste a decirle. – Vine para que hablemos. S-Saber cómo están, cómo está el pequeño.

– Estamos bien, ya no tenemos nada que hablar –dijo. Cerró la puerta antes de que pudiera decir algo más, apoye mi frente contra la madera, susurrando: Claro que sí, tenemos un hijo en común. La puerta se abrió repentinamente, Yibo me miraba sosteniendo el nudo de la toalla en su cintura con su mano. – No tenemos un hijo en común, Yuan es solo mi hijo desde el momento en el que me entregaste toda la responsabilidad a mí; Dejaste más que claro que no lo querías.

Sentí las lágrimas en mis ojos, viendo al hombre que fruncía levemente su ceño. – Eso no fue lo que ocurrió. Tú estabas con alguien más, no podía quedarme con ese niño y mantenerlo sin saber de su otro padre –dije, tratando de no ponerme histérico. –Obviamente que lo quería, es mi hijo también. Cuando vine estabas besando a una mujer, ¿Qué esperabas que hiciera?

– Te repito que dejó de ser tuyo cuando me lo entregaste –dijo. –Es solo mi hijo.

Fruncí el ceño cruzándome de brazos, sabía que había renunciado a ese derecho, aun me dolía recordarlo. – Una prueba de ADN diría lo contrario, ¿no crees? Dudo que puedas ocultarle algo así –dije. Exhale, tratando de calmarme, viendo como Yibo me observaba. –No vine a pelear, solo saber como esta. Si podía verlo, hablarle unos minutos. Y-Yo...

– Por lo que sea que viniste fue en vano –dijo Yibo. –Vete.

Iba a hablar pero presioné mis labios juntos, pero fue tarde, no pude detener mi boca. – No puedes hablarme así –dije molesto. Estaba por cerrar en mi cara de nuevo, pero se lo impedí, empuje la puerta, entrando al departamento haciéndolo retroceder unos pasos, y cerrando a mi espalda. Mire en todas direcciones, esperando a que mi hijo saliera de algún lugar pero no fue así. – ¿Dónde está A-Yuan? – pregunté.

– Esta con Fan Xing –dijo, y al parecer decidió ignorarme. – Cierra la puerta al salir.

Camino hacia un corto pasillo metiéndose en una de las puertas, apreté mis puños y fui detrás de él, había entrado al baño, tomado otra toalla y estaba secando sus cabellos. – No me iré hasta que hablemos, y es mejor si estamos solos –dije. –Debes entender que desde el momento en el que te vi con otra, supe que tú no sentías nada, y A-Yuan apenas había nacido, sentía que no podía quedarme con él, y estaría mejor si estaba contigo.