第八章 : Buenos días

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Yibo acariciaba la espalda de Zhan, quien se había quedado dormido contra su pecho. La mañana ya se había hecho presente, y él había podido dormir dos horas. Zhan se había quedado profundamente dormido, después de la tercera vez que lo hicieron. La lluvia parecía haber parado. Escuchaba como su ex profesor suspiraba dormido, acomodándose más contra su cuerpo.

Parecía que estaba teniendo un sueño agradable, hasta que ambos sintieron la vibración de su teléfono. Zhan se removió contra Yibo, negándose a abrir sus ojos y terminar su sueño. Esto causo risa en el hombre, continuando con sus caricias. El sonido se detuvo, por unos minutos. Zhan abrió sus ojos, mirando hacia el pecho donde se había dormido. Suspiro y giro su rostro, mordiendo levemente la piel de Yibo, dejando su marca.

Apoyo sus manos a los lados y levanto su cuerpo despacio, mirando al hombre debajo de él. El mantenía su pequeña sonrisa. Susurro: Buenos días, inclinando su cabeza a un lado. – Buenos días, profesor –dijo Yibo. Zhan se inclino, besando sus labios despacio. Los besos subieron de intensidad, pronto tenia a Yibo nuevamente dentro de él, y el mismo se impulsaba con sus manos y sus piernas, auto complaciéndose.

Mordía sus labios disfrutando, ya que había encontrado un ritmo delicioso, encorvando su espalda y jadeando sin aliento el nombre de Wang Yibo. Zhan casi estaba cerca de venirse, sentía como se enterraban los dedos de Yibo en su piel, como este movía su pelvis al embestirlo más rápido. El teléfono comenzó a vibrar nuevamente, pero ninguno de los dos le prestó atención.

Dejo de vibrar, pero minutos después volvió a hacerlo.

Desconcentrando de a ratos a Zhan, quien oprimió su interior sintiendo como el hombre debajo de él gruño, apretando su glúteo con su mano sintiendo como su interior se lleno de aquel liquido caliente. El sonido lo desconcentro, se sintió frustrado. Moviéndose de mala manera a un lado de la cama, sacando la erección de Yibo de su interior, volteando en la cama buscando su teléfono sobre la mesa de noche.

Tanteaba con su mano hasta encontrarlo, miro la pantalla: Liu Haikuan llamando...

– Que oportuno, profesor Haikuan –refunfuño al pulsar el botón verde. – ¿Hola?

¡Zhan! – Escucho la voz histérica de su amigo, y compañero de trabajo, al otro lado de la línea. Alejo el teléfono de su oído, ese grito era innecesario a esa hora de la mañana. – Cheng rompió bolsa, anoche mientras dormíamos. – Lo escucho agitado. – Estoy en la sala de partos.

Zhan se reincorporo rápidamente, levantándose de la cama. –Oh, mierda. Bien, ten calma –dijo, comenzando él a ponerse histérico como si fuera su bebé. – Respira, ten calma, el momento llego. Tú bebé nacerá. Ahm, bueno, el tercero de ellos. No debes estar nervioso, esto es algo natural. Debes llamar a alguien con más experiencia.

Dios, creo que voy a desmayarme –dijo Haikuan, hiperventilando. –No sé qué hacer.

– Ya pasaste por esto. Tienes otros dos hijos, ¿no? –dijo Zhan dando vueltas en la habitación. Siendo seguido por la mirada de Yibo, quien no entendía nada. Escucho una afirmación de Liu Haikuan al otro lado de la línea. – Bueno, no debes alterarte. Cheng estará bien, el bebé también. Se han preparado para esto.

Pʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ - [Yizhan]Where stories live. Discover now