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- ¡Zhan, lleva los dumplings a la señora Zhuo! - gritó el beta desde la cocina.

El hombre mayor con un atuendo blanco y percudido cocinaba, picaba y vertía con rapidez los ingredientes del restaurante, la combinación de olores era tan deliciosa y tentadora que atraía a cualquier caminante en la calle.

- ¡Voy! - Un joven chico salió con una charola en sus manos, repleta de comidas y manjares culinarios.

El chico es Xiao Zhan. Un Omega de quince años, cuyos padres tienen un restaurante de ramen.

- Aquí tiene - dejó el platillo, mientras una sonrisa, brillaba en su jovial rostro.

- Gracias Zhanny - la señora agradeció de corazón - Toma querido - con rapidez metió unos billetes en el delantal rojo - cómprate algo rico en la escuela - le guiño el ojo y tomó unos palillos

- No, ¿cómo cree? - apenado, quería sacar el dinero del bolsillo, pero su mano fue detenido por el esposo de la señora Zhuo -

- Tómalo Zhan, es un regalo de nosotros, después de todo siempre has sido amable, deja que te consientan un poco - el señor habló con amabilidad y despreocupación

Zhan sonrió en agradecimiento y se retiró deseándoles un lindo día.

- Mamá, debo irme - se retiró el delantal y se colgó su mochila

- Está bien, querido. Ten cuidado en el camino - su mamá, una Omega pelinegra, besó su mejilla antes de tomar una charola y llevar la comida.

Zhan salió del restaurante, dónde la mayoría de los clientes lo despidió y le desearon un buen día.

Mientras caminaba, Zhan suspiró, no de cansancio ni de molestia, estaba más que feliz con su vida, pero cada día miraba al cielo y decía:

"¿Te conoceré en esta vida?"

El Omega, un chico de corazón bondadoso y valiente, que creció rodeado de amor y compresión, quien no conocía la verdadera maldad o dolor, deseaba más que a nada, encontrar a su alfa y tener una vida de ensueño, una vida como aquellos libros que leía cada día, una vida donde su alfa y él serían uno y fueran felices por siempre.

Pero el destino nunca es como uno quiere.

๑ ❥ ๑

Zhan llegó a la escuela, saludó a sus compañeros y se sentó junto a su amigo Will, un chico Omega muy dominante.

- ¿Cuándo se supone que debemos de ir a la conferencia? - preguntó el castaño con molestia

- A las nueve - dejó su mochila en su escritorio y sacó unas galletas.

Cada año tenían una semana de conferencias y simposios, dónde universidades, estudiantes graduados e incluso representantes de empresas iban a la escuela a inspirar y ofrecer becas a los chicos.

- No iré - Dijo Graham, mientras veía algo en su teléfono

Zhan lo volteó a ver con las mejillas llenas y los labios cubiertos de migajas, alzó una ceja interrogante y frunció su ceño confundido.

- ¿Por qué? - balbuceó

- Porque - el contrario se estiró limpiando su boca - quiero dormir un rato, anoche casi no pude

El Omega tragó antes de hablar - Si el maestro Hannibal se entera, te va a castigar otra vez

Will mostró una expresión de burla - Que lo intente - susurró

Sin más, zhan se despidió de su amigo dormilón y se fue al auditorio con los demás.

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"Aburrido"

Zhan disimuló su bostezo mientras un beta hablaba de la gran empresa Wang y de todos los productos que lanzan a la venta.

El Omega volteó a las ventanas dónde podía ver a los árboles moverse y la brisa pasar por las hojas.

"Ojalá pudiera estar afuera" se arrepintió con un puchero

Zhan no es de los que se quedan quietos, siempre está en movimiento y quiere aprender cosas nuevas. Un autodidacta en toda la palabra.

El menor se miró los pies, escuchando al hombre hablar:

- La empresa Wang es una de las mejores en el mercado global, ofrece productos y servicios de alta gama -el beta pasó su vista por los adolescentes aburridos - Pero mi palabra no vale mucho. Así que... ¿Qué tal si nuestro propio presidente se los hace saber?

Todos fijaron su atención cuando un alfa se mostró en el escenario, un hombre de treinta años, se detuvo delante del estrado, mostrándose imponente y dominante.

Zhan sintió su boca secarse y su corazón detenerse. Aquel increíble hombre olía a cacao y canela, un fuerte olor a cacao y canela que lo mareaba y lo hacía sentirse débil.

"¿Puedo olerlo?"

Todos sabían que significa cuando un Omega o alfa reconoce un olor, estos solo podían distinguir el aroma del contrario sin necesidad de una marca cuando ambos son destinados.

Zhan al fin lo había encontrado:
Su Alfa.

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El hombre era alto, mucho más que Zhan, sus músculos estaban rodeados de un confeccionado traje azul oscuro, su sonrisa parecía tallada por el mismo Miguel Angel y sus manos, eran lo suficientemente grandes como para sostener un balón de basquetbol y sus ojos, eran tan profundos y oscuros que parecían dos perlas negras.
Mientras el alfa hablaba, el Omega no escuchaba nada, más que su gruesa voz, vio los dedos del otro enredarse en su pelo castaño y pasar a la nuca brevemente.

Este hombre lo estaba matando.

Fue traído de vuelta cuando todos aplaudieron.

El Omega se movió por inercia y no perdió de vista al alfa, hasta que esté se perdió detrás del escenario.

Los estudiantes se amontonaron para salir del lugar, pero Zhan se dirigió al hombre. El alfa, estaba hablando con las tres personas que representaban su empresa, estás, parecían preocupadas y nerviosa. Por la emoción en el cuerpo de Zhan, no notó la tensión en los hombros del mayor y mucho menos el tono de mando que emitía su voz.

Ni siquiera proceso las últimas palabras que dijo antes de que le tocará la espalda con su delicada mano.

- Debo irme de aquí, no puedo tener a un estúpido Omega - calló cuando una mano tocó su espalda y un olor llegó a su nariz.

Un temblor recorrió su espalda cuando el mismo aroma que percibió al subir al escenario apareció: menta y orquídeas.

Se dijo a sí mismo, todas las groserías conocidas a lo largo de su vida, cerró sus ojos con pesar y se resignó a la realidad, giró con molestia y lentitud. Abrió sus ojos con un suspiro y al momento se congeló.

Su destinado

Su Omega

Y su condena

Es tan solo un chico de dieciséis años.

Un chico, nada especial.











Conejo_801
¡Al fin la historia que les prometí!

Subiré un capítulo cada dos días, pero será de esta o de la otra historia en emisión. Esperó les gusten.

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