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El Omega se veía muy lindo llorando, o eso pensaba Yibo. Zhan tenía moco escurriendo casi tocando sus labios, sus ojos estaban tan hinchados que apenas se veían sus pupilas, sus labios en un puchero gracioso y sus mejillas rojas y mojadas por los litros de agua que lloró Zhan.

El Omega limpiaba la mesa donde cayó el té helado, Yibo limpiaba los vidrios ya que no quería que el pequeño se cortará, aunque al final el se cortó. Tiró los vidrios en una bolsa y fue corriendo afuera dejándola en el bote correspondiente. Regresó sacudiendo su cabello, vio a Zhan de espaldas llorando, sus gimoteos se escuchaban y sus hombros temblaban. Ahora el Omega secaba con cuidado su laptop estropeada.

Se acercó al menor — Zhan, ya déjalo — con cuidado tomó la laptop, quintándola de las manos del Omega — La mandaré a componer después.

El Omega asintió — Le diré a papá — dijo con su nariz constipada, se giró a su padre que seguía jugando en la mesa de los clientes.

Yibo lo detuvo del brazo — ¿Por qué?

— Para que pague la reparación

Yibo suspiró, dejó la laptop a un lado y giró al Omega, el menor no lo veía, mantenía su cabeza agachada y lloraba silencio.

La imagen era la misma de cuando Zhan descubría que había estado con Wen Han, cuando no había comido sus almuerzos, de cuando le gritaba y descargaba su frustración en él y sobre todo, era la misma imagen que veia cada dia cuanfi volvia a casa.

Había hecho llorar a Zhan muchas ocasiones, y en todas se sentía extraño, en el pasado prefería ignorarlo y decir que el pequeño solo era inmaduro, un niño buscando atención. Ahora sabía que Zhan creció con amor, en un hogar donde expresar y decir lo que siente estaba bien, porque tiene a personas que lo amaban para consolarlo, cuidarlo y hacerlo sentir amado.

Zhan le había dado la oportunidad a Yibo de ser uno de aquellos, pero la había desperdiciado. Ahora el Omega estaba frente a él, llorando, tenía la oportunidad, pero nunca había consolado a nadie.

— Zhany, mírame — el Omega no respondió, siguió mirando hacia abajo.

Zhan pensó que el alfa volvería a tomar sus mejillas, estaba preparado para apartarse de aquellas manos cálidas que en el pasado nunca lo tocaron, pero la siguiente acción de Yibo lo dejó sin aliento.

El alfa de hinco ante él, quedando casi a la misma altura y permitiendo al mayor mirarlo de frente. Cuando sus ojos lo encontraron, Yibo le sonrió levemente y tomó sus manos acariciando los dorsos con sus pulgares.

— Deja de preocuparte, es solo algo material. No le des mayor importancia, no vale la pena que llores por algo como esto — dijo de forma lenta, mirando a Zhan en todo momento a los ojos.

El Omega lo miró unos segundos antes de bajar la mirada, las comisuras de sus labios se hundieron un poco y dijo en tono bajo — En el pasado te molestabas mucho cuando rompía algo.

Yibo se quedó helado, zhan siguió hablando — Cuando rompí un plato — su voz se rompió un poco — me dijiste que era tan estúpido que pensabas llevarme a una escuela especial, y luego — sus ojos dejaron resbalar algunas lágrimas — cuando raye por accidente la barra de la cocina me dijiste que incluso una cuchara valía más que yo — su voz iba bajando cada vez más — y cuando limpie el baño y el agua caliente agrietó la cerámica del piso — zhan tragó el nudo en su garganta — te reiste y dijiste que era un estúpido si creía que algún dia estarías con un omega tan inútil como yo — zhan soltó una de sus manos y se limpió con dureza las lágrimas.

— ZhanZhan — dijo el alfa con dolor — Lo siento mucho, mi amor. Yo —

Zhan se soltó de él, se dio la vuelta y terminó de limpiar sus lágrimas — Ya no importa, de todas formas tenías razón.

Nuestro Destino Where stories live. Discover now